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Llegan a Gran Canaria los dos periodistas españoles retenidos en el Sáhara

  • A su llegada han explicado que han estado siete horas "retenidos o detenidos"

Se les acusaba de grabar instalaciones militares del aeropuerto de El Aai

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LLEGAN A GRAN CANARIA LOS DOS PERIODISTAS ESPAÑOLES RETENIDOS EN EL AAIÚN
El periodista Pedro Barbadillo (2-d) conversa con el delegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed-Salem Daha (i), en presencia del cámara Pedro Guillén (d), a su llegada al aeropuerto de Gran Canaria.

El periodista español Pedro Barbadillo, de 53 años, y el cámara canario Pedro Guillén, de 40, han llegado la noche de este viernes al aeropuerto de Gran Canaria en un vuelo desde El Aaiún (Sahara Occidental), después de ser retenidos por la policía marroquí junto a la activista saharaui Aminatu Haidar.

A su llegada a Gran Canaria en un avión de la compañía Top Fly, que aterrizó a las 22:00 hora local, Pedro Barbadillo ha explicado que habían estado siete horas "retenidos o detenidos" por la gendarmería marroquí, lo que consideró "desproporcionado", bajo la acusación de grabar instalaciones militares del aeropuerto de El Aaiún.

Los dos periodistas españoles y la activista Aminatu Haidar habían aterrizado a mediodía en el aeropuerto del Sahara Occidental en un vuelo procedente de Las Palmas de Gran Canaria y fueron trasladados por la policía para ser interrogados.

Lo que nos preocupa ahora es qué pasa con Aminatu Haidar

"Lo que nos preocupa ahora es qué pasa con Aminatu Haidar; no hay ninguna información; no sabemos si está detenida, retenida, libre, no sabemos en qué situación está", ha afirmado Pedro Barbadillo en el aeropuerto grancanario.

Un documental sobre Aminatu Haidar

Barbadillo ha relatado que está elaborando un documental sobre Aminatu Haidar, considerada la Pasionaria del movimiento independentista, que se llama "Con el viento de cara", y tras grabarla hace unos días en Nueva York cuando recibió el "Premio Coraje Civil 2009" de la Fundación Train, decidieron grabarla a su regreso a El Aaiún.

"Nos dijo que volvía y que sabía que la iban a detener, así que decidimos venir con ella y cuando bajamos del avión íbamos grabando con la cámara, vino la Gendarmería y nos retuvo", ha relatado.

Aminatu Haidar fue separada de inmediato de la cola y se la llevó un grupo de policías de paisano, mientras que los dos periodistas fueron conducidos a las dependencias aeroportuarias de la gendarmería.

"Hemos estado siete horas en la Gendarmería marroquí; nos acusaban de que estamos grabando instalaciones militares, que estamos alterando la seguridad del país", ha explicado Barbadillo, quien ha asegurado que nunca supieron "en qué condición estábamos, si detenidos o retenidos".

Sin embargo, ha recordado el documentalista, los agentes les decían "que no estábamos detenidos, pero que no podíamos salir",  además de que les confiscaron las cintas que llevaban y les dijeron que las pondrían a disposición del juez.

Según Pedro Barbadillo, su situación se resolvió gracias a la intervención de la embajada española y a la publicación de la noticia por los medios de comunicación.

"El trato ha sido correcto, pero muy serio"

Durante el tiempo que se prolongó su retención, ha explicado, "el trato ha sido correcto, pero muy serio.  Estaban bastante tensos; por allí empezó a pasar todo el mundo y hubo un momento en el que había como cincuenta o sesenta policías, gendarmes, incluso apareció el prefecto de policía de El Aaiún".

El documentalista ha reconocido que habían estado grabando a la activista en el interior del avión y que en el momento de bajar del aparato la siguieron con la cámara encendida, y "eso fue lo que les puso muy nerviosos". El periodista español ha asegurado que va a reclamar la devolución de las cintas confiscadas, y aunque "seguramente no las pueda conseguir, lo intentaré".

Ha sido desproporcionado

"No me esperaba que nos iban a detener ,ha comentado; me esperaba que nos iban a parar, pero no que nos iban a retener durante siete horas, ha sido desproporcionado.  Yo he estado otras veces en Marruecos, me han expulsado, pero nunca me han tenido siete horas retenido".