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La CE propone extender hasta 2012 la restricción a líquidos en el equipaje de mano de los aviones

  • La norma expira en 2010, pero aún no hay tecnología para detectar explosivos líquidos
  • España considera que la propuesta es razonable, aunque ya trabaja en la nueva tecnología
  • Los aeropuertos con menos de 10 millones de viajeros lo mantendrán hasta 2104
  • Aún debe ser aprobado por el Comité de Seguridad Aérea y el Parlamento Europeo
  • Los ministros aprueban compensaciones en caso de retraso para los viajes por mar

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La Comisión Europea (CE) ha propuesto a los ministros de Transporte de la Unión Europea prorrogar hasta 2012 las restricciones al transporte de líquidos en el equipaje de mano en vuelos comerciales, que concluyen en abril de 2010. Los aeropuertos con menos de 10 millones de pasajeros al año mantendrán la prohibición hasta 2014, según la propuesta del Ejecutivo comunitario.

La UE adoptó la normativa sobre líquidos en octubre de 2006 para prevenir ataques terroristas tras detectar en el aeropuerto de Heathrow (Londres) un plan para atentar contra varios aviones con destino a Estados Unidos usando explosivos líquidos.

Bruselas aboga por extender las restricciones -que impiden llevar más de un litro de sustancias líquidas a bordo del avión y obliga a dividir esta cantidad en envases de 100 mililitros- en vista de que en 2010 no estará lista la tecnología necesaria para detectar explosivos líquidos en los puntos de control de los aeropuertos.

España, de acuerdo

El ministro español de Fomento, José Blanco, ha comentado en rueda de prensa que la UE quiere facilitar la movilidad de los pasajeros y flexibilizar los controles y a la vez preservar al máximo la seguridad.

"Si en abril del próximo año no se encontraran fórmulas que permitieran dar todas las garantías de seguridad, desde luego, no se podría avanzar hasta que las nuevas técnicas estuvieran disponibles", ha señaldo.

Según Blanco, a España le parece razonable implantar lo antes posible en todos los aeropuertos del país la nueva tecnología para evitar las molestias que está causando el control manual.

"Desde AENA se está trabajando para poder implementar la nueva tecnología", ha asegurado, añadiendo que en cuanto haya posibilidades de hacerlo, "habrá que empezar por los grandes aeropuertos". "Si puede ser en 2011 mejor que en el 2012", ha recalcado.

Eliminación gradual

La CE opina que introducir una extensión de la medida sin señalar una fecha límite podría desmotivar la innovación, por lo que aboga por una eliminación gradual de las restricciones.

Así, sugiere que a partir de finales de abril de 2010 se permita, bajo ciertas condiciones, introducir en la cabina del avión líquidos, aerosoles y geles adquiridos en las tiendas de aeropuertos de otros países, lo que evitará tener que abandonar la compra en los controles cuando se realizan escalas.

Las restricciones desaparecerán por completo en 2012 para los grandes aeropuertos -por los que transiten más de 10 millones de pasajeros al año-, pero seguirán en vigor hasta 2014 para los más pequeños, donde la tecnología tardará más en llegar.

La CE presentará la medida al comité de seguridad aérea -integrado por expertos de los Veintisiete-, que tendrán que aprobarla por mayoría cualificada y consultar con el Parlamento Europeo, que dispone de tres meses para oponerse a la propuesta, aunque sin capacidad para introducir enmiendas.

Viajes por mar

Por otro lado, los ministros europeos de Transporte han acordado compensar a los pasajeros de barco en caso de retraso o cancelación del viaje con una cantidad equivalente al 25% del precio del billete como mínimo y al 50% como máximo en función de la duración de la espera y del trayecto. El objetivo de esta medida es equiparar los derechos de los pasajeros que viajan por mar o vías navegables a los de aquellos que lo hacen en avión o tren.

Siempre que el retraso o la cancelación dure más de dos horas, los afectados deberán recibir de forma gratuita comida y bebida y en caso de que se vean obligados a pasar la noche en tierra a la espera de poder embarcar serán alojados a cuenta de la compañía.

No obstante, el gasto máximo en alojamiento que cubrirá el operador marítimo será de 120 euros por pasajero, un límite introducido para tranquilizar a países como Alemania que insistían en que estas medidas dispararán los costes para las empresas. Además, las embarcaciones más pequeñas quedarán excluidas del ámbito de aplicación de la media, de forma que sólo estarán obligados a compensar por retraso o cancelación los barcos con capacidad para más de 36 pasajeros, los que presten servicios de larga distancia y los que tengan una tripulación de más de tres miembros.