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El supuesto cómplice de la desaparición del cuerpo de Marta del Castillo pide la libertad

  • Diez testigos certifican que estuvo con ellos toda la noche del crimen
  • El abogado de Samuel B.P. ha pedido al juez la libertad del joven
  • Samuel confesó inicialmente que había ayudado a Miguel Carcaño

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El abogado de Samuel B.P., encarcelado como supuesto cómplice de la desaparición de Marta del Castillo, ha pedido al juez la libertad del joven, después de que diez testigos certificaran que estuvo con ellos toda la noche del crimen.

Samuel B.P., de 19 años, está encarcelado desde el pasado 17 de febrero porque, según el juez, ayudó al asesino confeso, Miguel C., a deshacerse del cuerpo de Marta "y de las pruebas que pudieran incriminarle".

Fuentes del caso han informado de que el letrado de Samuel presentó su escrito de libertad en el juzgado de instrucción 4 de Sevilla a última hora del miércoles y se basa en las declaraciones de diez testigos que estuvieron con él toda la noche del pasado 24 de enero y madrugada siguiente en la barriada de Montequinto de Dos Hermanas (Sevilla).

Samuel confesó inicialmente ante la Policía que había ayudado a Miguel a arrojar el cuerpo de Marta desde un puente al río Guadalquivir, pero en su primera comparecencia ante el juez negó haber participado en la muerte o haber tenido conocimiento del crimen en el momento en que se cometió o en los veinte días transcurridos hasta que fueron detenidos.

El joven dijo al juez que confesó tras recibir amenazas contra él mismo, su familia y su novia, y un informe médico de la cárcel de Huelva dio cuenta de que, el día de su ingreso, presentaba "hematoma y edema a nivel de miembro superior derecho", por lo que emitió el correspondiente parte de lesiones al juzgado.

Tres personas en prisión

Además de Samuel, por la muerte y desaparición de la joven sevillana se encuentran en prisión el asesino confeso y un menor de edad, mientras que el pasado 20 de mayo el juez autorizó la excarcelación de Francisco Javier D.M. , de 40 años, hermano mayor de Miguel, por entender que desempeñó "un rol de menor entidad".

En su auto, el juez consideró que, después de tres meses en prisión provisional, Francisco Javier no se encontraba ya en condiciones de "alterar, manipular u ocultar pruebas" pues entendía que el paso del tiempo había "asegurado las fuentes de prueba".

Días después de quedar en libertad, el abogado de Francisco Javier pidió al juez el archivo de la causa respecto a él por entender que la acusación está basada solo en "conjeturas", y por la misma razón ha pedido quedar exculpada su novia María G.M., que estuvo estudiando la noche del crimen en el piso de la calle León XIII de Sevilla donde se produjo.

El juez se pronunciará en los próximos días sobre estos aspectos y sobre la petición de que se inutilicen como pruebas las grabaciones hechas a los acusados en el locutorio de la cárcel con sus clientes.