Enlaces accesibilidad

Médicos italianos se cuelgan un "Yo no te denunciaré" para poder atender a inmigrantes

  • Italia aprobó una normativa que permite a los médicos denunciar a los sin papeles
  • Frente a esta ley ha surgido la figura del médico objetor, que sí atiende a esta población
  • El número de atenciones sanitarias a inmigrantes ha descendido un 20%, según CGIL
  • Hay casos trágicos, como el de un sudamericano que huyó del hospital por miedo y casi muere

Por

El número de atenciones sanitarias que se dispensan a los inmigrantes sin papeles en Italia ha descendido torno al 20% en lo que va de año, según denuncia el responsable sanitario del sindicato CGIL, la mayor central del país.

Desde principios de 2009, Italia puso en vigor una ley por la que el médico puede denunciar a una persona que está sin papeles y acude a recibir asistencia sanitaria. Ese miedo ha hecho que muchas personas sin permiso de residencia se eviten acudir a una consulta tal y como ya vaticinaron diferentes voces desde la oposición.

Pero frente a esta ley ha surgido la figura del médico objetor. Este sanitario es fácilmente identificable ya que en su bata blanca ha colocado una pegatina en la que se puede leer "Yo no te denunciaré".

Los sanitarios del hospital san Pablo de Milán se han puesto a la vanguardia de los objetores con ese slogan de 'Yo no te denunciaré'. Lo han hecho, después de comprobar que en los 3 primeros meses, su centro sanitario registraba un descenso del 40% en el número de inmigrantes tratados, lo que también supone un peligro para la salud del resto de la población.

Los responsables sanitarios de la CGIL señalan casos concretos que han supuesto la expulsión de los inmigrantes. Por ejemplo, la senegalesa Maccan Ba, de 32 años. que a los pocos días de acudir a un centro de urgencia por problemas dentales, recibió la orden de expulsión del país.

Pero hay casos aún más dramáticos, como la historia de Carlos, un sudamericano sin papeles que huyó del hospital por miedo y estuvo a punto de morir de una peritonitis. O el caso de la nigeriana, Joy de 20 años que ejercía la prostitución y murió de tuberculosis sin acudir a un centro sanitario.