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El Gobierno contacta con la Casa Blanca, Obama y McCain para conseguir estar en la cumbre

  • España no ha sido invitada por Bush a la cita internacional por no pertenecer al G20
  • El Gobierno está realizando gestiones "con todo del mundo y a todos los niveles"
  • Se están realizando contactos con la Casa Blanca y los equipos de Obama y McCain
  • El embajador español también se ha reunido con el subsecretario del Tesoro, Kimmitt
  • Kimmitt afirma que entiende la inquietud de España y que trasladará la petición

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El Gobierno sigue intentándolo con todas sus fuerzas "diplomáticas". España quiere estar "en primera persona" en la cumbre internacional que se va a celebrar el próximo 15 de noviembre para abordar la crisis financiera mundial.

Por eso, todos los esfuerzos diplomáticos son pocos para conseguir este objetivo. El Gobierno está realizando gestiones "en todas las direcciones, con todo del mundo y a todos los niveles" para participar en esta cita internacional, lo que incluye contactos con la Casa Blanca y también con los equipos de los candidatos Barak Obama y John McCain.

Según han explicado fuentes del Ejecutivo, el presidente del Gobierno no ha hablado con el presidente estadounidense, George W. Bush, pero han garantizado que se están utilizando todos los contactos en la Embajada de EEUU en Madrid, en la representación diplomática de España en Washington y en el Congreso norteamericano.

El Ejecutivo se muestra convencido de que lo va a conseguir y que van a participar en esta cita internacional "en primera persona", por eso se han incluido además en esas gestiones a los equipos de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, aunque, han añadido las fuentes, se espera "saber mucho antes del 4 de noviembre -fecha de las elecciones norteamericanas- que España va a estar ahí".

La cumbre ha sido convocada por la Casa Blanca para el 14 y 15 de noviembre en Washington, y en ella participarán sólo los 20 miembros del grupo, formado por la Unión Europea, los siete países más industrializados del mundo y otros en desarrollo como Rusia, China e India, además de Argentina, México y Brasil.

España no pertenece al Grupo y, por tanto, no ha sido invitada a la cumbre, pese a que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero había expresado su interés en participar en esta reunión. Líderes europeos como el presidente francés, Nicolás Sarkozy, han apoyado la presencia de España.

Llamando a las puertas de la Casa Blanca

En un intento de lograr la presencia española, el embajador de España solicitó una entrevista con el segundo del Departamento de Tesoro. Una reunión, que según fuentes diplomáticas españolas, se ha celebrado en un ambiente "cordial", y en ella Kimmitt se ha mostrado consciente del "peso importante" que tiene España en el panorama internacional, actualmente la octava potencia económica del mundo. 

No obstante, ha explicado que, por la urgencia con la que se ha gestado la cumbre, se optó por convocar a un grupo preestablecido, como el G20, del que forman parte países industrializados y en desarrollo.

Kimmitt ha explicado a Dezcallar que entiende la inquietud de España, y se ha comprometido a trasladar su petición a la Casa Blanca.

Sin embargo, la Casa Blanca ha explicado que el formato de la cumbre ya está decidido, y aunque no hubo una decisión expresa de excluir a España, se ha optado porque participen solo los miembros del G20.

"Lo que los líderes determinaron en el proceso de consultas es que el G20 ya había desarrollado una amplia labor en este área (de la crisis financiera) y era el mejor modo de determinar los participantes" en la cumbre, explicó el portavoz Tony Fratto.

El riesgo de ser demasiados

Al menos otra docena de países hubieran merecido estar en esta reunión, indicó el portavoz, pero si se admite a demasiados países "puede ser un grupo demasiado grande y entonces no se puede llegar a un consenso sobre cómo avanzar, por lo que la decisión fue ceñirnos al formato del G20".

Sin embargo, Fratto matizó, "hemos insistido en que estamos dispuestos a escuchar a todos y les animamos a presentar las ideas o preocupaciones que quieran presentar".

"Si España quiere presentar esas ideas a través de alguno de los líderes individuales que acudirán a la cumbre, o a través de su representación en la Comisión Europea, desde luego serán bienvenidas", agregó el portavoz.

Por ahora España sólo podrá estar representada en la cumbre como un país miembro de la Unión Europea. Si los esfuerzos diplomáticos de última hora no dan fruto el Gobierno tendrá que conformarse con trasladar sus ideas y sugerencias a la reunión,  pero sin  voz, ni voto.