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La confianza en la economía de la Unión Europea cae a niveles de diciembre de 1993

  • La zona euro cae a los niveles de 2003 en el Indicador de Sentimiento Económico
  • España registra el tercer mayor descenso con una caída de 1,4 puntos
  • La confianza baja más en la industria, la construcción y los servicios

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La confianza de empresas y consumidores siguió cayendo en septiembre y alcanzó en la Unión Europea (UE) su punto más bajo desde diciembre 1993, mientras en la zona euro se acercó a su nivel mínimo de 2001, según ha informado la Comisión Europea.

El Indicador de Sentimiento Económico (ISE) bajó 1,5 puntos en los Veintisiete, hasta 85,2 puntos, mientras que en la eurozona cayó 0,8 puntos, para situarse en 87,7 puntos.

Entre las grandes economías de la UE, España registró el tercer mayor descenso, de 1,4 puntos (para situarse en los 6,9 puntos), por detrás de Holanda, donde la confianza cayó 5,2 puntos, y el Reino Unido (-4,2 puntos).

El Ejecutivo comunitario explicó que los resultados de septiembre se debieron fundamentalmente a la pérdida de confianza en los sectores de la industria, construcción y servicios, mientras que la confianza de los consumidores se mantuvo estable después del repunte de agosto y la del comercio minorista registró una ligera mejora.

El indicador de la confianza de los servicios financieros, no incluido en el ISE, bajó ligeramente en la Unión, mientras que registró una pequeña mejora en la zona euro.

Pesimismo empresarial

Por otra parte, el Indicador de Clima Empresarial (ICE) de la zona euro, también publicado este lunes, bajó significativamente en septiembre, hasta valores no registrados desde 2003.

En concreto, el ICE pasó de 0,28 a 0,79 puntos, lo que según la Comisión revela que la actividad industrial se mantiene aletargada.

El parón se debe sobre todo al empeoramiento en el análisis de los empresarios de la evolución de la producción de los últimos meses, así como en el número total de pedidos recibidos y en los pedidos para la exportación.

Además, se produjo una ligera caída en su valoración de los productos finalizados en stock, mientras que las expectativas de producción futura permanecieron sin cambios.