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Previsible carpetazo al caso Madeleine tras 14 meses de infructuosas investigaciones

La Justicia lusa se pronunciará finalmente mañana sobre el caso 

La Policía entregó a los fiscales el informe final de sus investigaciones hace tres semanas

La niña británica Madeleine desapareció hace 14 meses en Portugal

 

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Catorce meses han pasado desde aquel fatídico 3 de mayo de 2007 en el que el mundo se sobresaltó con desaparición de la niña británica Madeleine. Finalmente, mañana la justicia portuguesa se pronunciará sobre uno de los casos que más interés mediático ha despertado en la historia. 

Después de la infructuosa investigación y mientras aún son sospechosos de la desaparición los padres de Madaleine -Kate y Gerry McCann- y un británico residente en Portugal, la Fiscalía General lusa se ha comprometido a emitir una decisión sobre uno el caso.

El carpetazo,  la opción con más fuerza

Después de que la Policía, sin aparentes progresos, entregara a los fiscales el informe final de sus investigaciones hace tres semanas, las opciones judiciales son ahora tres: cerrar el caso, ordenar nuevas diligencias e investigaciones o abrir un juicio. El carpetazo es la opción que suena con más fuerza lo que significaría que el misterio que rodea a la desaparición de la pequeña se quedaría sin resolver .

Si se cumplen las expectativas de los medios informativos lusos y la Fiscalía pide el cierre del caso, los "arguidos" o sospechosos serán liberados de esa condición y el siguiente paso será el fin del secreto del sumario, prorrogado ya varias veces, cuando concluya un periodo de posibles apelaciones.

 

Sin pruebas concluyentes

 

El contenido de las investigaciones del caso Madeleine no ha sido hecho público hasta ahora, aunque la prensa portuguesa ha difundido algunos supuestos fragmentos de las conclusiones policiales, que revelan la falta de pruebas concluyentes para incriminar a los sospechosos o esclarecer lo que ocurrió con la niña.

Esta semana algunos medios insistieron en que los análisis de ADN de los presuntos restos de sangre y olor a cadáver de Madeleine, que hicieron a la Policía sospechar de los padres, arrojan un grado elevado de certeza pero no llegan al 100 por 100 necesario para sostener una acusación.

No obstante, muchas informaciones incriminatorias para los padres, fueron difundidas a lo largo del año tanto por medios lusos como británicos sin que fueran jamás confirmadas. Los McCann y el otro "arguido", el británico Robert Murat, han recibido ya indemnizaciones de 694.000 y 750.000 euros, respectivamente, tras querellarse contra diversos diarios del Reino Unido por difamación.

por su parte,El ex coordinador de la investigación abierta por la Policía portuguesa, Gonzalo Amaral, va a publicar un libro sobre el caso. Amaral presentará la obra, titulada Verdad sobre las mentiras, el jueves en una rueda de prensa en Lisboa, tres días después de que la Justicia lusa se pronuncie sobre la desaparición de la pequeña.

Una campaña sin precedentes

Aquella noche del 3 de mayo, nueve días antes de su cuarto cumpleaños, Madeleine McCann desapareció del apartamento donde dormía junto a dos hermanos menores, mientras sus padres cenaban en un restaurante cercano con varios amigos.

Pese a la campaña internacional sin precedentes que se organizó para buscarla, con donaciones de varios millones de euros, la niña nunca fue encontrada y los padres regresaron precipitadamente al Reino Unido en septiembre pasado, cuando la policía los consideró sospechosos de su posible muerte accidental.

Kate y Gerry McCann, una pareja de médicos británicos muy católicos, han defendido siempre su inocencia y creen que su hija fue raptada y que las autoridades no deben abandonar su búsqueda, como sucederá si el caso es efectivamente cerrado.

El último intento de la Policía portuguesa por aportar luz a las investigaciones fracasó en mayo pasado, cuando no logró realizar una reconstrucción de la noche de los hechos por la negativa a volver a Portugal de algunos de los amigos que acompañaban a los McCann en sus vacaciones en la costa del Algarve, al sur de Portugal.

La Policía parece arrojar la toalla

Tras ese último intento los investigadores lusos, que habían pasado de colaborar estrechamente con los padres a filtrar todo tipo de sospechas sobre ellos, parecieron arrojar la toalla y reconocer que no podían avanzar en sus hipótesis.

Hasta ahora ni el Fiscal General de Portugal, Fernando Pinto Monteiro, que anunció esta semana que la "solución" del expediente Madeleine se emitirá el lunes, ni sus colaboradores, han dado pista alguna sobre su decisión. Pero en los medios lusos se da por descontado que el caso Madeleine pasará a la Historia, al menos de momento, como otro gran misterio sin resolver.