Hola, soy Matilde

y voy a pasar este verano con mi abuelo, su pez mascota

y algunos amigos nuevos.

Pero tengo un problema muy gordo,

cada día tengo un nuevo poder mágico que no puedo elegir ni controlar.

¡Bienvenidos a Puerto Papel!

(Música cabecera)

(RÍEN)

PUERTO PAPEL

(Bocina barco)

"DOBLE O NADA"

Este de aquí es el caballo

y es la pieza más importante del juego,

ya que es la única que se mueve en L y se pueden saltar casillas,

como si galopara. ¿Está claro, Matilde?

Sí, ¿jugamos ya? (RÍE) ¿Oyes eso, Mortimer?

No puedes jugar al ajedrez

si no sabes cómo se mueven todas las piezas.

Jaque mate.

Es lo que se dice cuando ganas, ¿no? ¿Qué? Es imposible.

Esa es la suerte del principiante.

Jaque mate. Otra partida.

¡He ganado! Otra.

Jaque mate. ¿Qué?

Mate jaque. O sea, al revés. (GRITA)

¡Otra vez! Hala, ya está bien por hoy.

Creo que nací con la habilidad de ganar a este rollazo.

O puede que tu poder de hoy tenga algo que ver, ¿eh?

¡Uh! (RÍEN)

¡No, no!

¿Todavía no te has pasado el primer nivel del juego?

¿Estás bromeando? Es imposible.

Sí, claro... Los primeros niveles son los más difíciles.

(RÍE) ¡Torpón!

Tú no te rías, no durarías ni 5 segundos.

Creo que voy a aceptar el reto.

¿Te apuestas tu monopatín? Hecho.

Pero, si pierdes, quiero tu almohada.

Vale... Qué rarito.

¡Bien, he ganado!

¡Imposible! A este juego le pasa algo.

O eso o es la suerte del principiante.

No seas mal perdedor como mi abuelo.

Dijo lo mismo cuando le gané al ajedrez.

Pero tú no sabes jugar al ajedrez.

Tampoco sé jugar a tu juego y he ganado.

Un momento...

¿Vas a decir algo o qué? Silencio, estoy pensando.

¡Oh! ¡Creo que has hecho trampa!

Tu poder de hoy es ganar a los juegos, ¿verdad?

Verdad, mentira, todo es relativo, ¿no crees?

A ver, ¿dónde está mi monopatín?

Pues acabas de perder a tu compañero de juegos

porque... ¡haces trampa!

(RÍE)

16 gaviotas... 17 gav... No, no, espera.

18 con esa. -¡Oh!

Esa ya la has contado. Es la misma. -Todas son iguales.

-A este paso nunca terminaré mi nuevo programa cuentagaviotas.

Mis compis de juego favoritos. ¿Qué hacéis, chicos?

Os estaba buscando. ¿No es evidente?

Estamos contando gaviotas.

¿Y que os parecería si jugáramos a un juego de verdad?

(MOLESTA) ¡Contar gaviotas es un juego de verdad!

Sí, pero yo me refería a algo un poquito más...

¡Interesante!

¿Por qué tenemos que apostar algo? ¿No podemos jugar sin más?

Así juegan los niños. Matilde...

Resulta que somos niños. ¿Vais a jugar o qué?

(BESA LA CARTA) Vale, yo apuesto mi portátil.

Tengo un trío.

-Escalera de color. (RÍE) -¡Qué buena mano, Bob!

-Gracias. Si gano, te devolveré tu portátil.

¡A callar, perdedores!

¡Tomad, póquer de ases en vuestras narices!

Qué vais a hacer ahora, ¿eh? ¿Eh? ¿Eh?

(SE ASUSTAN)

(RÍE) Esto no es divertido, Matilde.

¡Volved, perdedores, esto no es más que el principio!

¿Quién habrá inventado este juego? Es imposible hacerlo.

Yo puedo hacerlo, jefe. (RÍE NERVIOSA)

Ni yo que soy jefe de Policía puedo hacerlo.

¿Quiere apostarse algo? ¿Eh?

Esto de apostar es muchísimo más divertido de lo que yo creía.

(RÍE)

La subida de adrenalina, los laureles de la victoria...

(ANSIOSA) ¡Necesito más! ¡Necesito más!

(RÍE)

¡Torpe! (RÍE)

(RÍE)

¡Sois todos una panda de perdedores! (RÍE MALICIOSAMENTE)

¡Hola! ¿Hay alguien que se atreva a jugar conmigo?

¡Os dejo elegir el juego y la apuesta!

¿Nadie quiere?

(Música triste)

Oh...

¿Podré volver a jugar o a apostar algún día?

¡No, no, esto no está ocurriendo!

¡Charlie, amigo! ¿A que tú vas a jugar conmigo?

Claro que sí... (RÍE ANSIOSA)

Toma, te devuelvo el monopatín para que vuelvas a apostarlo.

Has cambiado, Matilde.

¡No me abandones! ¡Oh, oh!

¡Necesito jugar! ¡Me apostaré lo que sea, lo que sea!

(RÍE NERVIOSA)

¿Lo que sea? ¿Eh?

Yo jugaré contigo, Matilde.

Al menos, podría ayudarme un poco a tirar del carro.

¿No podríamos jugar en la plaza? Aquí estaremos...

más tranquilos.

(RÍE MALICIOSAMENTE)

¿A qué viene esa risa maléfica?

Estoy resfriado. (CARRASPEA)

Bien, es hora de apostar. Yo primero.

Me apuesto lo que tengo en el bolsillo.

¿Y qué es?

No lo sé, tendrás que vencerme para averiguarlo.

Vale. Puede elegir lo que quiera del carrito.

No hay nada en esa porquería de carrito que pueda interesarme.

¡Pero, mire! Hay hasta un patito de goma.

(Chillido)

A eso no puedo resistirme.

¡Que empiece el juego! (RÍE)

El juego consiste en lanzar la herradura

y darle a la estaca clavada en el suelo.

Eso está chupado.

¡Ah!

(CHASQUEA LOS DEDOS)

¿Qué ha sido eso? ¡Magia! ¡Me toca!

¡He ganado! (RÍE)

¡Pero no es justo, ha hecho trampa! ¿Y qué?

¿No es eso mismo lo que has estado haciendo tú

todo el día a tus amigos?

Mm... "Touché".

Pero no puedo dejar que se lleve el carro.

Ahí están las posesiones más preciadas de mis amigos.

Hagamos un trato.

Todo o nada.

Puedes recuperar tu carro si apuestas... tus poderes.

¿Qué? ¿Cómo sabe lo de mis poderes?

Hace décadas que intento dar con el paradero del coco mágico.

Hace mucho tiempo, estuve a punto de conseguirlo,

pero un estúpido pirata echó a perder mis planes.

Tu abuelo me lo impidió,

¡pero tú serás mi nueva oportunidad para dominar este mundo de papel

con crueldad y mano de hierro! (RÍE MALICIOSAMENTE)

Será un auténtico infierno, la verdad sea dicha.

Yo soy...

¡Norman Oloroso Gamboa! (RÍE)

¿Se cree que soy tonta?

Jamás apostaría mis poderes contra un ser maligno

que pretende utilizarlos para crear un apocalipsis de papel.

¿Un apocalipsis de papel? No se me había ocurrido,

pero me parece buena idea. (RÍE)

No tienes elección, Matilde.

Si no recuperas las cosas del carro,

tus amigos jamás te lo perdonarán y te quedarás... sola.

Eso es mejor que la destrucción del mundo.

¿Por qué tiene que ser siempre todo tan complicado?

(CHASQUEA LOS DEDOS) ¿Eh? ¡Charlie, abuelo!

Oh, espera, me olvidaba del pez. (CASQUEA LOS DEDOS)

¡Mortimer!

(INTENTAN HABLAR)

Tú decides. O apuestas tus poderes o...

(CHASQUEA LOS DEDOS)

(GRITA)

Está bien, acepto, pero esta vez nada de trampas.

Usted juega sin magia y yo juego sin poderes.

Me parece muy bien. (CHASQUEA LOS DEDOS)

¿Eh?

¡Que empiece la partida! ¡Que aparezca el tablero!

¡Ah! ¡Ajedrez! ¡Oh, no! Ah, sí.

¡Ja! Olvidé decirte que vamos a jugar a tu juego favorito.

(RÍE)

(Música tensión)

(GRUÑE) (GRITAN ASUSTADOS)

(GRITAN)

(Continúa la música)

¡Jaque!

¡Un momento, tiempo muerto!

No puedes hacer nada, Matilde.

Solo te queda un movimiento. (RÍE MALICIOSAMENTE)

Tengo que hacer algo, ¿pero qué?

Ni siquiera sé cómo se mueven las piezas.

Se te acaba el tiempo, pequeña.

Matilde, recuerda lo que te enseñé.

No te pueden ayudar durante la partida, eso es trampa.

(GRITAN) ¡Abuelo! ¡No!

Esto lo pagarás, te lo aseguro.

Tengo que encontrar la solución. No puedo dejarle ganar.

Vamos, piensa en algo.

(Música animada)

¿Un astronauta bailando? ¡Piensa algo útil!

Has cambiado, Matilde.

Esto no es divertido, Matilde.

-¿Quién habrá inventado este juego? Es imposible hacerlo.

No seas tonta, te lo dije al principio del episodio.

El caballo es la pieza más importante del juego,

ya que es la única que puede moverse en L.

Se mueve en L... L...

L... L... L...

¡El caballo se mueve en L!

¡Hiciste trampa todo el rato! Gano yo.

(GRITA)

Tengo que irme. ¿Eh?

Ah... (RÍE)

(AMBOS) ¡Ay! ¡Mis amigos!

¡Es increíble, nos ha salvado a todos!

A casi todos...

(LLORA) ¿Qué me he perdido?

Oh... Es como si todavía pudiera oír al abuelo.

Porque estoy aquí. ¡Abuelo, estás vivo!

(AMBOS) Oh...

Deshacerse de un viejo cabezota como yo no es tan fácil.

Ese hombre sabía lo de mis poderes.

No es nada extraño que gente malvada quiera apoderarse del coco mágico.

Y creo que no será la última vez que veamos a Norman Oloroso Gamboa.

¿Oloroso es por lo que apesta?

No, porque tiene un olfato excelente.

(RÍEN)