Enlaces accesibilidad
Partizan - Real Madrid | Euroliga

Tavares enmudece Belgrado sobre la bocina, pero el Real Madrid no evita aún el 'play in'

  • El conjunto blanco se impone por 89-91 al Partizan tras una remontada agónica
  • El Madrid es quinto con 20 victorias, pero puede acabar séptimo si ganan Barça y Efes
Partizan - Real Madrid: Tavares
Eddy Tavares ha sido el protagonista del partido para el Real Madrid. EFE

El Real Madrid se ha impuesto este jueves en Belgrado ante el Partizan por 89-91 en una agónica remontada que culminó Eddy Tavares con un gancho sobre la bocina. El caboverdiano se erigió en héroe para su equipo, que supo rehacerse tras un mal tercer cuarto y logró la victoria número 20, aunque deberá esperar a este viernes para ver su clasificación final. Aún no evita el temido 'play in', porque está a expensas de Barça y Efes, pero al menos se asegura la séptima plaza.

El pívot caboverdiano acabó con 14 puntos y seis rebotes, con un 15 de valoración. Pero los mejores del conjunto blanco fueron el base argentino Facundo Campazzo, con 23 de valoración -el mejor del partido- y el bosnio Dzanan Musa, con un 20. Ambos contrarrestaron los 22 puntos y mismo dígito de valoración de Brandon Davies.

El Madrid se encontró desde el inicio con un ambiente muy hostil en el Arena de Belgrado, donde se la tienen jurada desde la eliminatoria de 2023. Sobre todo a Llull, aunque el menorquín tardó en escuchar el abucheo de la noche y un cántico 'ad hoc' para él porque salió en el segundo cuarto. Le tomó la matrícula la afición 'grobari' después de aquella tángana con Kevin Punter.

En redes sociales habían instado a los 'enterradores' a no acudir al Beograd Arena en señal de protesta contra la directiva, pero pesaron más las rencillas pasadas, las cinco derrotas contra el Madrid consecutivas precedentes -ya son seis- y el parcial de 25-5 (26) a favor de los blancos en el total de los 30 partidos jugados.

Mucha igualdad en los dos primeros con la balanza ligeramente a favor del Partizan, aunque tuvo la iniciativa el Madrid con un 2-7 de inicio. Los de Zeljko Obradovic lograron nivelar el marcador a base de intensidad defensiva, haciendo sudar a los de Chus Mateo cada canasta. Los blancos no se descompusieron a base de juego coral.

Campazzo y Feliz se repartieron la dirección de juego en cada cuarto de la primera mitad, de la misma forma que Tavares e Ibaka el juego interior. En ellos se apoyaron el resto de sus compañeros aprovechando su inspiración. La misma que tenían Brandon Davies e Isaac Bonga en el bando local. Este último se destapó con 12 puntos antes del descanso.

Aguantó el ritmo el Madrid gracias a los tiros libres, dado que el Partizan entró pronto en bonus por las faltas personales. El bosnio Musa tomó el relevo anotador y lideró a los blancos para remontar al final de la primera mitad. Aunque la alegría no fue total por una pérdida en el último minuto, que luego obligó a Campazzo a salvar un balón sobre la línea de fondo arriesgando el tipo. Al final, 46-48 y a la ducha.

Davies se destapa en el tercer cuarto

El apagón llegó en el tercer cuarto, o más bien el eclipse de un Madrid deslumbrado por Brandon Davies. Después de hacer 'sólo' 10 puntos en los 20 minutos anteriores, el de Filadelfia se destapó en el tercer cuarto con 11 él solo y liderar la reacción de su equipo, que llegó a tener 10 puntos de ventaja y posesión para aumentar (71-61). La buena noticia para el equipo español fue que se cargó pronto con personales y tuvo que irse al banco.

Eso y los rebotes ofensivos, sobre todo de Ibaka, mantuvieron al Madrid en esa diferencia rondando los diez puntos, porque empezaron a llegar los fallos desde los 4,75 metros, donde antes se mostraba infalible. El Partizan, por su parte, hacía sangre desde la línea de tres, algo en lo que los blancos no tenían tanto acierto, a pesar de que sendos triples de Hezonja y Musa evitaron que la sangría fuera mayor. El resultado a la media hora lo decía todo: 74-65.

El partido se calentó en el último cuarto por una acción de Llull, en la que los serbios reclamaron la antideportiva. Si ya de por sí tenía enfadados a los 'grobari', estos estallaron y empezaron incluso a lanzar objetos, teniendo que pedir por megafonía que se calmaran los ánimos. El balear respondió a los cánticos con un triple, pero fue inmediatamente contestado por otro de Pokusevski (80-72).

Los locales se movían cómodos en esos ocho de ventaja, porque el Madrid no lograba romper la barrera de los seis, fallando ataques cuando tenía la posesión para ponerse a cuatro. Para colmo, apareció de nuevo Davies en los minutos finales y se sacó otro triple de la manga a falta de cuatro (85-76). Pero tenía cuatro personales y se llevó la quinta en una acción con Musa, que por entonces también era el mejor del Madrid pero con menos valoración (20).

El Madrid remonta en medio del caos

Los ánimos se volvieron a caldear, porque el banquillo del Madrid pidió antideportiva y los árbitros tuvieron que revisar la jugada. No lo fue, pero durante la revisión volvieron a caer objetos y el capitán belgradense, Marinkovic, agarró el micrófono del 'speaker' para pedir en persona que cesaran. En ese terreno se mueve mejor el Madrid. En la reanudación, triple de Llull; robo de Campazzo en la siguiente jugada y el base argentino anota una bandeja aunque falla el adicional. 85-81 y tres minutos por jugarse.

¿Echaba de menos el Madrid a Hezonja? Pues después de un partido gris aparece para meter un triple y poner el 0-8 de parcial (85-84). Carlie Jones anotó después desde la línea de libres, pero había empezado un partido distinto a tres del final. Para entonces el conjunto español ya sabía que el Mónaco había ganado, lo que ponía imposible el cuarto puesto, y había perdido el Bayern, que estaba empatado con los blancos y el Barça a 19 victorias. Pero por detrás venía el París, con 18 victorias y dando cuenta del Alba Berlín.

De vuelta en Belgrado, Campazzo igualó el partido a 87 desde la línea de 4,75. En la otra zona Tavares se la roba a Jones, que gestionó fatal los últimos ataques de su equipo. La pide Llull, aguanta unos segundos el chaparrón del público y penetra para anotar apoyándose en tabla a falta de seis segundos (7-89). Obradovic pidió tiempo muerto, incrédulo al ver cómo se le había escapado la ventaja y con Davies eliminado por cinco faltas. Jones se redimió con una gran canasta dejando el marcador igualado a falta de dos segundos. Más emoción imposible. El resto ya lo hemos contado antes.