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Cuando fuimos campeones

Sudáfrica 2010, el gran éxito y la gran excepción en la historia de fracasos de España

  • El título de 2010 fue el colofón de la mejor época de la selección española de fútbol
  • Brasil 2014 marcó el cambio de ciclo y Rusia 2018, la vuelta a las andadas

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Ramos e Iniesta tras quedar eliminados ante Rusia en los octavos del Mundial 2018.
Ramos e Iniesta tras quedar eliminados ante Rusia en los octavos del Mundial 2018.

El sueño se cumplió el 11 de julio de 2010 en el estadio Soccer City de Johanesburgo (Sudáfrica). España se proclamaba campeona del mundo tras ganar la final ante Holanda con un gol de Iniesta en el minuto 116 de la prórroga (1-0).

Holanda 0-1 España

Atrás quedaba la 'maldición de cuartos', los complejos y un sinfín de fracasos que jalonaban el paso de la Roja por la gran cita de selecciones en el planeta fútbol. Podría haber sido el inicio de una era, pero nada más lejos de la realidad.

Era realmente la cima de un ciclo exitoso que comenzó con la Eurocopa 2008, cogió el Mundial de por medio y culminó en la Eurocopa de 2012, quizá este último el torneo más completo de la denominada "Triple Corona" de España.

Pasado ese ciclo, vuelta a las andadas, que es como decir no pasar de cuartos o de octavos. O peor.

En Brasil 2014 la Brasil 2014selección española, con la estrella en el pecho y pidiendo respeto. Aunque se mantenía el bloque del anterior Mundial, las estrellas eran cuatro años mayores con algunos rozando o superando la treintena.

Se fueron algunos de la lista y llegaron otros como Koke Resurrección y el nacionalizado -no sin polémica- Diego Costa, del flamante campeón de Liga, Atlético de Madrid.

'Manita' de Holanda en la revancha

El debut era la revancha contra Holanda, que se vengó con una 'manita' (1-5). También se empezó perdiendo contra Suiza en el anterior Mundial, de más grato recuerdo. Pero con lo que no se contaba era con una segunda ante Chile, que también obtuvo su venganza (0-2).

El 3-0 contra Australia fue la despedida maquillada, aunque ya con el billete de vuelta en la mano y una sensación de despertar abruptamente de un sueño. Fue el último Mundial de Vicente del Bosque en el banquillo, quien aún continuaría en la Eurocopa 2016 con un resultado no mucho mejor.

Tras la cita europea le relevó en el banquillo Julen Lopetegui con el objetivo de devolver a la Roja el espíritu competitivo, como camino para volver a obtener títulos. Y sus inicios fueron ilusionantes.

Lopetegui mantuvo piezas claves del equipo campeón (Ramos, Piqué, Iniesta, Busquets) y fue incorporando a otros jugadores talentosos que devolvieron al equipo el hambre. Jugadores como Isco, Iago Aspas, Saúl Ñíguez, Thiago Alcántara, por no mencionar la transición en la portería con la baja de Iker Casillas.

El partido contra Italia en el Bernabéu (3-0) quedó como el paradigma del 'proyecto Lopetegui'. Tanto gustó e ilusionó que el Real Madrid se fijó en el técnico vasco para ser el sucesor de Zidane. Ahí llegó el 'lío' en pleno Mundial de Rusia.

El 'Lopeteguigate' en Rusia

El anunció del fichaje cayó como una bomba en la concentración rusa de Krasnodar y Lopetegui fue cesado por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, a dos días del debut mundialista. Fernando Hierro se hizo cargo de la papeleta.

Aunque Julen Lopetegui había firmado su continuidad como seleccionador hasta 2020, la inesperada salida de Zidane ha hecho que el Real Madrid le llame para dirigir a su equipo. Ahora, y después de que se pague su cláusula de 2 millones de euros, el técnico vasco se hará cargo del Madrid cuando acabe la participación de España en el Mundial.

La fase de grupos mejoró la de cuatro años atrás, cosa que tampoco era muy difícil de lograr, aunque la imagen dejaba dudas. Los fallos de De Gea en el primer partido contra Portugal (3-3) encendieron el debate sobre la portería; el rácano 1-0 contra la modesta Irán, sobre la falta de gol y el 2-2 contra Marruecos, el del VAR. La tecnología de ayuda a los árbitros se estrenaba en Rusia y acudió al rescate de España.

También ayudaron los resultados de carambola de los otros rivales, que pese a los dos empates mantuvieron a la Roja como primera de su grupo. Eso le llevó a emparejarse con la anfitriona Rusia en octavos, pero ahí volvieron los fantasmas.

España jugó mejor que en los tres partidos anteriores, se puso por delante con un gol de Ramos (otorgado por el árbitro, aunque realmente fue un autogol ruso). Pero Rusia empató gracia a un penalti cometido por Piqué. La selección española se volcó en ataque, pero no fue capaz de hacer más goles y se llegó a los penaltis, donde el meta ruso Akinfeev se lució y eliminó a la Roja.

Por eso, en estos días recordamos el Mundial de hace diez años para enseñar a las nuevas generaciones lo que se hizo bien entonces y lo que se hizo mal tanto antes como después. Al buen fútbol que mostraba aquel equipo se sumó la unión del vestuario y la humildad de sus componentes, que no alardeaban de ser estrellas y ahora se les ve como la mejor generación de futbolistas de nuestra historia.

*Este artículo lleva adjunto una serie de tres publicados originalmente en 2010 con motivo del especial de Sudáfrica 2010