Iniesta, la humildad hecha arte

Si algo ha caracterizado a la selección española campeona del mundo es su concepción como bloque, su no dependencia de una estrella que está por encima del resto como sucede en Portugal con Cristiano Ronaldo o en Argentina con Messi. [Especial Mundial de Brasil 2014

Sería injusto elegir a un jugador de la Roja por lo que lo mejor es remitirse a ver quién es el jugador español que más cerca ha estado de ganar el Balón de Oro —premio individual más importante en el mundo del fútbol— en los últimos años. No es otro que Andrés Iniesta.

El jugador nacido en la ya famosa localidad manchega de Fuentealbilla ha llegado al olimpo del fútbol a base de trabajo y de humildad, tanto en su club (FC Barcelona) como en la selección española de fútbol.

Iniesta es una evolución del fútbol virtuoso de Laudrup aliñado con la elegancia de Zidane. De él se han dicho infinidad de características pero la más objetiva es que se trata de un jugador en el que se exponen todas las virtudes de un equipo.

Partiendo desde cualquier foco del centro del campo, se ha convertido en un líder al que recurrir cuando el balón quema. En sus pies la pelota pierde toda la autoridad y, con ambas piernas, es capaz de sortear a tantos rivales como salgan a su paso. De hecho, en la Eurocopa de 2012, sus jugadas recordaban a los dibujos animados de ‘Oliver y Benji’.

Andrés Iniesta llega a la cita mundialista de Brasil 2014 con 30 años recién cumplidos, en la plenitud de su carrera. Su último recuerdo en un Mundial es el que sueña todo futbolista, marcando el gol que desnivela una final.

Sucedió en el estadio Soccer City de Johannesburgo el 11 de julio de 2010. Su gol ante Holanda convirtió a España en campeona del mundo por primera vez en la historia.

El elegido como mejor jugador de la Euro 2012 en Polonia y Ucrania tiene entre ceja y ceja un nuevo reto: silenciar Maracaná. El camino que seguirá para conseguirlo será sin duda el de la humildad y la modestia.