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Messi y Cristiano, dos formas de ser el mejor

  • Messi maravilla a todos y es la cara de un Barcelona de récord
  • Ronaldo da lo máximo y es el líder de un Madrid que no renuncia a nada
  • Los dos últimos ganadores del Balón de Oro pugnan por ser el número uno
  • Di Stefano cambió la historia del fútbol español. ¿Lo lograrán Messi o Ronaldo?

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Messi y Ronaldo pugnan por suceder a Di Stefano
Messi y Ronaldo pugnan por suceder a Di Stefano

Los tres grandes, breve:

A. Di Stefano: Con el R.Madrid

282 partidos de liga; 216 goles; 0,76 de promedio.

En 11 temporadas: 8 Ligas, 5 Copas de Europa, 2 Balón de oro.

Debutó en River Plate con 19 años.

L. Messi: 163 partidos de liga; 112 goles; 0,69 de promedio.

En 6 temporadas: 4 Ligas, 2 Champions League, 2 Balón de oro.

Debutó en Barcelona con 17 años.

C. Ronaldo: 51 partidos de liga; 50 goles; 0,98 de promedio.

En temporada y media: sin títulos con el Real Madrid.

2 Champions league y 1 Balón de oro con manchester Utd.

Debutó con 16 años con Sporting de Lisboa

En el año 2004, Alfredo Di Stefano fue considerado como el cuarto mejor jugador del siglo XX, tras Pelé, Cruyff y Beckenbauer. En la vigésimo segunda jornada de la Liga 2010/2011, el entrenador del Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores ha considerado a Leo Messi como "el Di Stefano del siglo XXI".

Sólo se ha consumido una décima parte de esta centuria, pero con la aceleración propia de la época y en una temporada en la que podemos llegar a tener hasta seis "partidos del siglo" , ya nos apresuramos a designar al sucesor de don Alfredo. En un campeonato de excelentes jugadores, dos son los claros candidatos: Leo Messi y Cristiano Ronaldo.

Semejanzas

El portugués goza de todas las cualidades para aspirar a estar con los mejores. Lo que ocurre es que el alma de predador que habita en Cristiano lo lleva a querer ser el número uno. Ya pudo verse en el último partido cuando buscaba con ahínco el "triplete" con que igualar el de Messi y superar al argentino en la clasificación del pichichi.

Ahí es donde los dos están lejos del gran Telmo Zarra, con 6 trofeos de máximo goleador, o de otros grandes como Di Stefano, Quini o Hugo Sánchez, con 5 pichichis cada uno.

Leo y Cristiano son de extracción humilde. Ambos eran auténticos cracks ya de pequeños. Los dos debutaron muy jóvenes, con 16 el del Real Madrid, con 17 el blaugrana. Ronaldo y Messi son letales, determinantes, rápidos de reflejos, ágiles y capaces por sí solos de cambiar el rumbo de un partido.

Lo que está por ver es si, al igual que sucedió en 1953 con Di Stefano, la carrera de alguno de los dos cambiará la historia del fútbol español. Di Stefano lo hizo tanto por su indudable calidad futbolística, como por el club en el que recaló tras una polémica pugna entre Barcelona y Real Madrid.

Di Stefano, argentino como Messi, enseguida mostró su capacidad de liderazgo. Curiosamente, "La saeta rubia" era un producto de la cantera de River Plate, club que rechazó al joven Leo, por no pagarle un costoso tratamiento hormonal. Cincuenta años después, el dinero que no pudo dedicar el Barça para fichar al astro de la época, sí que lo empleó para hacer crecer al "nuevo Di Stefano".

Diferencias

Desde luego, en su faceta de líderes Cristiano y Messi no tienen nada que envidiarse, pero hay aspectos que sí diferencian a ambos astros. Leo es el diamante de más quilates en esa joyería de lujo que es el Barcelona. El juego en bloque surge como algo espontáneo, que desemboca en un gol de Messi. Es el hombre que hace buenos a los magníficos que tiene a su lado. Recibir esos pases mágicos de Xavi o de Iniesta dan un plus de peligrosidad en el juego del argentino.

Ronaldo es el Fórmula Uno en ese concesionario de coches de alta gama que es el Real Madrid. Muchos de ellos de alta cilindrada, pero donde cada motor ruge por su lado. Y ahí es donde surge el caracter competitivo del portugués, que va a donde está el balón y encara en cuanto puede. Voraz donde los haya, Ronaldo supera a Messi en juego aéreo, y tiene en el área contraria su habitat natural. A diferencia de él, Leo encuentra en todo el rectángulo de juego el microcosmos donde desarrollar sus capacidades.

Uno, Ronaldo, engrandece con sus malabarismos el espectáculo del fútbol. Otro, Messi, hace cosas con el balón que van en contra de las leyes de la Física. Cristiano fue Balón de oro en 2008 y no quiere ceder su puesto ante Leo, que ha ganado en las dos ediciones siguientes de ese premio.

La grandeza de uno excita la voracidad del otro y el duelo provoca una campaña de récords. Messi metió 34 goles el año pasado, Cristiano hizo 26. Los dos llevan 24 a falta todavía de 16 jornadas, en las que seguro que don Alfredo seguirá disfrutando de esas dos formas de entender el fútbol que ambos nos regalan cada fin de semana.