Enlaces accesibilidad

Ferrari y Alonso buscarán confirmarse en el GP de Australia

  • La lluvia puede ser una de las protagonistas en el circuito de Albert Park
  • Webber y Vettel (Red Bull) apuntan a ser los mayores enemigos de Ferrari

Ver también: Mundial de Fórmula 1

Por
Fernando Alonso ya sabe lo que es ganar en Australia como así hizo en 2006.
Fernando Alonso ya sabe lo que es ganar en Australia como así hizo en 2006.

Fernando Alonso y su Ferrari, tras la victoria conseguida hace dos semanas en Bahrein, parten como favoritos en el Gran Premio de Australia, que se disputa este fin de semana en el circuito de Albert Park, en una carrera siempre complicada y en la que la lluvia puede estar presente.

Aunque el potencial de las escuderías Ferrari, Red Bull-Renault, Mclaren-Mercedes y Mercedes sigue estando muy parejo, la sensación de que la primera tiene el coche más completo hace que los pilotos de ésta, que lograron el doblete en Bahrein con Alonso y el brasileño Felipe Massa, sean los favoritos.

En Ferrari han trabajado en este pequeño paréntesis en solucionar los problemas de refrigeración del motor, que hicieron que Massa tuviera que disminuir su ritmo a final de carrera, y presentarán nuevas soluciones aquí en Australia, donde tampoco se esperan temperaturas muy elevadas y sí la lluvia el sábado y el domingo, pero que tendrán una importancia capital una semana después en Malasia.

Fernando Alonso es consciente de que a pesar de haber ganado la primera carrera, la de Albert Park, en donde ganó en 2006, sus rivales pueden terminar por delante, sobre todo los Red Bull del local Mark Webber y del alemán Sebastian Vettel, que dominaba en Bahrein hasta que un problema con una bujía le obligó a dar paso a Fernando Alonso.

Webber y Vettel se presentan como los mas peligrosos enemigos de los Ferrari, porque tanto Maclaren, que cuenta en sus filas a los vencedores de las dos últimas ediciones de este Gran Premio, los británicos Lewis Hamilton y Jenson Button, como los Mercedes, con los alemanes Michael Schumacher y Nico Rosberg, deberán modificar los difusores de sus coches.

El delegado técnico de la Federación Internacional del Automóvil, Charlie Whiting, informó a ambos equipos que la generosa entrada en la parte trasera para introducir la varilla que pone en marcha el motor de arranque, debería ser cerrada y limitarse a una apertura circular que como máximo fuese el doble del diámetro de la varilla.

Esto, sin duda alguna, les va a hacer perder algo de competitividad, aunque ya en Bahrein demostraron estar un paso por detrás de Red Bull y Ferrari.

Jaime Alguersuri (Toro Rosso-Ferrari), que ayer cumplió 20 años, afronta esta carrera con la satisfacción de haber terminado en Bahrein, decimotercero, y sobre todo por delante de su compañero de equipo, el suizo Sebastien Buemi. Albert Park es un circuito desconocido para Jaime, pero tampoco debe tener

excesivos problemas en el mismo, en el que se coche puede ir mejor que en Bahrein.

Después del fiasco que supuso el abandono por problemas hidráulicos en el Sauber-Ferrari de Pedro de la Rosa, este afronta el Gran Premio de Australia, en el que debutó en Fórmula uno hace once años sumando su primer punto, con la seguridad de que el coche será mucho mas competitivo en este circuito en que hace falta mas carga aerodinámica. Si cuando se retiró en Bahrein estaba en condiciones de luchar por entrar en los puntos, este sigue siendo el objetivo para esta carrera, en la que el coche presentará muy pocas novedades técnicas.

El equipo Hispania, después de haber conseguido el milagro de debutar en Bahrein, espera que las cosas vayan mejor en Australia y pueda hacer mas kilómetros para poner el coche punto. El brasileño Bruno Senna ya corrió y ganó en este circuito hace dos años cuando compitió en la carrera de Fórmula 3 y el indio Karun Chandhok deberá seguir aprendiendo el coche y el circuito.

Si después del Gran Premio de Bahrein las críticas fueron unánimes por la falta de espectáculo a causa del nuevo reglamento que impide repostar gasolina durante la carrera, no se espera que la situación mejore aquí en Australia y todos los coches irán a una sola parada para cambiar las ruedas, a menos que la lluvia haga su aparición durante la carrera.