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Los anfitriones, en la antesala del Mundial

  • Sudáfrica está en el grupo A, junto a España, Nueva Zelanda e Irak
  • Como equipo anfitrión del Mundial de 2010, organizan la Copa Confederaciones
  • El equipo tiene a McCarthy y Steven Pienaar, jugadores de la Premier, como estrellas

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La Selección de Fútbol de Sudáfrica.
La Selección de Fútbol de Sudáfrica.

Como equipo anfitrión, la Selección de Sudáfrica tiene la obligación de hacer un digno papel en esta Copa FIFA Confederaciones, la antesala del Mundial que organizará en 2010. Sin embargo, una nube de dudas envuelve a los "Bafana Bafana", que no atraviesan por su mejor momento.

El equipo, dirigido por el brasileño Joel Santana, ha sufrido una dolorosa renovación, tras haber pasado algunos momentos muy difíciles en su historia más reciente, como sus fracasos en las fases de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006 y para la Copa Africana de Naciones Angola 2010.

El equipo espera ahora poner fin a su mala racha. Sus últimas victorias ante Ghana y Camerún dan pie a la esperanza y permiten soñar en la vuelta de aquella temible selección que conquistó la Copa Africana de Naciones en 1996.

A falta de un año para el Mundial, Santana espera dar una buena imagen en esta competición. A su cargo tiene a un grupo de futbolistas, liderados por el delantero Benni McCarthy, que milita en el Blackburn Rovers y el media punta Steven Pienaar, jugador del Everton, que, aunque joven, arde en deseos de honrar a su país, que organizará el Mundial de Fútbol de 2010. 

Fútbol contra Apartheid

En los tiempos del Apartheid, el fútbol y el deporte en general, se utilizó como un elemento de presión para que el país sudafricano abandonara su política racista, prohibiendo la participación de Sudáfrica en las competiciones internacionales mientras continuara la marginación de la población negra.

A principios de los  noventa, el bloqueo terminó, Nelson Mandela salió de la cárcel y el fútbol sirvió para unir a un país dividido. Esa política de unificación dio sus frutos y en 1996 Sudáfrica consiguió la Copa Africana. En ese equipo, dominado por jugadores negros, había tres jugadores blancos. Todo un ejemplo para un país que durante años segregó a su población por motivos raciales.