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La Brigadas de Intervención de la Policía judicial francesa fue una de las unidades de élite que intervino hace 10 años en el peor atentado que ha sufrido Francia. Algunas víctimas declararon en el juicio que la intervención policial se había ralentizado por descoordinación. Un equipo de TVE acompaña a los agentes durante uno de sus ejercicios habituales ante la máxima amenaza de un ataque terrorista que hay en Paris desde hade 20 meses.

Firma: TVE

La amenaza del autodenominado Estado Islámico sigue vigente, pero no es tan intensa como entonces. Hace diez años, el grupo yihadista controlaba y sembraba el terror en amplias zonas de Siria e Irak. Allí constituyeron un calificato. En 2019, su derrota por parte de los kurdos y una coalición internacional no supuso su desaparición total. Sus franquicias en Afganistán y Pakistán siguen fuertes, pero su mayor bastión está en África, en los países del Sahel: principalmente en Mali, Níger y Burkina Faso, y se extiende por Libia, Somalia y la península egipcia del Sinaí. Sin olvidar las células que siguen operando en Siria y que provocan tensiones en una región ya de por sí muy convulsa.

Foto: REUTERS/Yaser Al-Khodor

David Fritz Goeppinger es uno de los supervivientes del ataque yihadista de hace hoy diez años en sala Bataclan de París. Fue uno de los once rehenes que los terroristas retuvieron en el último momento. De los que se salvaron gracias al asalto de la policía dos horas y media después de que empezara la matanza en la sala. David acaba de contar su historia en un libro en francés, Había que vivir. También le ha contado su historia a nuestro corresponsal Antonio Delgado.

Diez años después, el superviviente Sebastien Lascoux mira de frente la que pudo ser su tumba. El azar quiso que viviera y recordara a las 92 personas que murieron en la sala Bataclan de París. "Como su amigo Chris se echó instintivamente sobre Sophie, a la que estaban disparando. La salvó, pero él murió". Sebastien lleva una década intentando superarlo. Incapaz siquiera de volver a un concierto o a una sala de cine.

Pascal Hedin aun hoy se sigue justificando. "Pisé a la gente para poder escapar y salvarme. Lo lamento muchísimo pero es lo que hice", se disculpa. A pesar de que los psicólogos y los amigos llevan todo este tiempo repitiéndole que no hizo nada mal.

Y luego está el vacío que dejan los que se fueron. "Un vacío imposible de llenar. Una ausencia que pesa cada mañana y cada tarde de los últimos diez años", como ha explicado en los homenajes de hoy Sophie, hija de Manuel Dias, que murió a las puertas del Estadio de Francia cuando uno de los terroristas se inmoló. A estos homenajes ha asistido Cristina Garrido, madre de la única víctima española de aquellos atentados, Juan Alberto González.

Hoy ese dolor es, quizá más intenso, pero también más compartido.

Este jueves se cumplen diez años de los atentados yihadistas en París que dejaron 130 muertos y más de 400 heridos, el mayor de la historia de Francia. Juan Alberto González Garrido, de 29 años, era ingeniero de energía nuclear y fue una de las 90 víctimas mortales en Bataclán, la única española. Su madre, Cristina Garrido, ha asegurado en el Canal 24 Horas de TVE que "este 13 de noviembre es como más difícil, pero los anteriores y posteriores también. Todos los días sin Juan Alberto son duros de llevar, y hoy más".

Cristina, que se encuentra en París para participar en el homenaje que el Estado francés rinde a las víctimas, espera que el principal autor, de los ataques, que fue condenado a la máxima pena, "no disfrute nunca de la libertad".

Se cumplen diez años de los atentados ocurridos en la sala Bataclan de París. Fue un viernes 13 de noviembre de 2015 cuando tres terroristas del Estado Islámico abrieron fuego en el interior de la sala - en pleno concierto - y tomaron a varias personas como rehenes.

En total, 90 personas fueron asesinadas en Bataclan, a las que se sumaron 40 en varias terrazas y en los alrededores del Estadio de Francia, y dos más de supervivientes que se quitaron la vida después. Más de 400 personas resultaron heridas por los ataques.

Televisión Española habla con algunos de los supervivientes de aquella noche, todavía con secuelas físicas y psicológicas.

Cristina Garrido explica que no va a ser capaz de perdonar jamás a los responsables de los atentados: "Ni olvido ni perdono". El único condenado vivo ha pedido reunirse con las víctimas para pedirles perdón, un hecho que según Garrido no tiene sentido que llegue 10 años después: "El momento de hablar era el juicio, ahora eso no me sirve". En una entrevista a 'Las Mañanas de RNE' también lamenta la falta de apoyo que han sentido por parte de la Administración central: "Nos hemos sentido más respaldados por el Gobierno francés", critica que la reparación se basa en una indemnización económica pero que no ha habido un acto de memoria: "Somos la piedra en el zapato de la Administración". Reconoce que es "muy difícil" seguir adelante pero que su forma de ha sido teniendo presente a su hijo y "hablando de él en presente" cada día.

París recuerda hoy el décimo aniversario de los atentados del 13 de noviembre de 2015, cuando un comando yihadista irrumpió en la sala Bataclan durante un concierto y abrió fuego indiscriminadamente contra el público. Los ataques, que también alcanzaron bares y restaurantes cercanos, dejaron 130 muertos y una herida colectiva que, una década después, sigue sin cerrarse. “El problema con nuestro trauma es que tiene varias dimensiones: la gráfica, la auditiva y también la olfativa, que es la pólvora, el olor de la sangre”, ha contado David Fritz Goeppinger, uno de los supervivientes de aquella noche, a Antonio Delgado, corresponsal de RNE en París.

Goeppinger fue una de las 11 personas retenidas por los terroristas hasta el final como escudos humanos: "El objetivo de los terroristas era entrar en la Sala a matar y a morir, y para ellos sólo fui un objeto sin valor". Hoy, ha subrayado, los recuerdos de aquella jornada permanecen presentes con gran fuerza en su memoria: "Son imágenes que todavía me persiguen en mis pesadillas. Esos fantasmas que me siguen son personas que pude conocer". En su libro 'Había que vivir', Goeppinger narra el esfuerzo que supone superar la condición de víctima y regresar a una cierta normalidad. "El estrés postraumático todavía está presente. Sigo luchando como víctima, pero también como ser humano". Entrevista completa en RNE Audio.

Mariam Cissé, tiktoker maliense, ha sido asesinada por yihadistas en su pueblo, Tonka. Tenía 20 años y era muy activa en redes, donde tenía más de 100.000 seguidores. Los terroristas no le perdonaron su apoyo público al ejército ni su negativa a vestir con hiyab.

Según el hermano de la víctima, hombres armados en dos motocicletas le vendaron los ojos y se la llevaron. Horas después volvieron con ella a la plaza del pueblo para ejecutarla públicamente.

El alcalde de Tombuctú, capital de la región, ha asegurado que había recibido amenazas de muerte, supuestamente por aparecer vestida de militar en algunos de sus vídeos. La provincia de Tombuctú está situada en una zona norteña donde opera el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM por sus siglas en árabe), leal a Al Qaeda.

Este lunes se cumplen 20 años de uno de los peores atentados de la historia del Reino Unido. Cuatro terroristas de Al Qaeda hicieron explotar varias bombas en el metro y en un autobús de Londres. El ataque mató a 56 personas e hirió a 700. El país estaba en el punto de mira del yihadismo esos años por el apoyo británico a la invasión de Irak.

Foto: Peter Macdiarmid / Getty Images

Programa 40. Xurxo Melchor, periodista de La Voz de Galicia especializado en sucesos y tribunales, nos trae el caso de un hombre que ha desbloquea el iPhone de su hijo asesinado hace un año en Italia y ha encontrado un vídeo selfie del presunto asesino durante el crimen. Ahora que se celebra la Feria del Libro de Madrid, el periodista Julio César Iglesias nos presenta su antología de reportajes de sucesos El buscador de balas perdidas (Editorial La Felguera). La socióloga y criminóloga Victoria Pascual analiza el proceso de radicalización yihadista en las mujeres. Neus Sala dedica su Archivo criminal, en colaboración con el Archivo RNE, al segundo capítulo sobre el mayor asesino en serie de España, Manuel Delgado Villegas, más conocido como El Arropiero.

Esto merece una explicación

Postales de un viaje de fin de curso

¿Son realmente secretas nuestras conversaciones privadas en redes sociales y en aplicaciones de mensajería instantánea? En 'Esto Merece Una Explicación' reconstruimos la historia de Aditya Verma, un chico inglés que cuando estaba a punto de embarcar en el vuelo que le iba a llevar tanto a él como a sus amigos a Menorca, escribió en un chat privado de Snaptchat: 'De camino a volar el avión, soy un miembro de los talibanes'. Era una broma. A Verma sus amigos le decían que parecía un talibán por sus rasgos físicos y el chico intentó seguir la broma. Lo que iba a ser un viaje de sol, playa y desconexión tras un año duro de exámenes, se convirtió en un mal sueño que llevó a Verma a pasar dos noches en el calabozo de la Guardia Civil de Mahón y a ser juzgado unos meses después por un delito de desórdenes públicos en la Audiencia Nacional. Marga Quintana, abogada de Verma, Jorge Blasco, profesor Titular de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid y el capitán Sergio Gutiérrez, piloto del F18 que salió a escoltar el avión en el que viajaban Aditya y sus amigos, diseccionan la historia.

Un podcast realizado por Juanjo Cubero y el equipo de Audio Digital de RNE y RTVE Noticias.

Era un viernes por la noche y el restaurante estaba lleno cuando explotó una bomba cerca de la barra. El artefacto, que estaba dentro de una bolsa de deportes, hizo que el techo y las paredes del primer piso se desplomaran. Los bomberos descartaron rápidamente que fuera una explosión de gas porque las bombonas estaban intactas.

Al día siguiente varios grupos reivindicaron el ataque. Empezó a coger fuerza la hipótesis del atentado terrorista. El restaurante estaba muy cerca de la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde en aquel momento había tropas americanas, y los soldados eran clientes habituales.

La Yihad Islámica era la principal sospechosa. La Audiencia Nacional archivó la investigación dos años después porque no encontraron a los responsables. En 2005 se reabrió la causa porque un testigo identificó a Mustafá Setmarian Nasar como uno de los autores. Pero 40 años después nadie ha sido juzgado por esta masacre que dejó 18 muertos y 85 heridos.

Foto: EFE/Mondelo

Este sábado se cumplen 40 años del primer atentado del terrorismo yihadista en España. La noche del viernes 12 de abril de 1985, un artefacto explosivo detonó en el interior del restaurante 'El Descanso', ubicado cerca de la base aérea de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid.

"Yo estaba trabajando y sentí un golpe: boom", contó un empleado del restaurante la madrugada del atentado. El local estaba lleno, el ataque acabó con la vida de 18 personas y otras 85 resultaron heridas.

Los bomberos descartaron rápidamente que fuera una explosión de gas y se barajó la posibilidad del ataque terrorista, hipótesis que pronto cogió fuerza porque parte de los clientes del restaurante eran soldados estadounidenses que se encontraban destinados en Torrejón. Cuatro décadas después, nadie ha sido juzgado por esta masacre.

La Guardia Civil ha desarticulado esta semana una red que desde España trabajaba para Hizbulá. Obtenían datos personales mediante la compraventa de entradas de fútbol y los usaban para falsificar facturas de la compra de material para fabricar drones. Luego enviaban esos componentes al Líbano y acababan en manos del grupo terrorista.

La Audiencia Nacional ha enviado a prisión a uno de los tres detenidos el martes en Barcelona. Esta es la segunda fase de una operación internacional con detenidos también en Francia, Alemania y Reino Unido. Según los investigadores, la mercancía que enviaron al Líbano fue clave para construir los drones que utiliza Hizbulá para atacar Israel.