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Recordamos en 'Europa abierta' hoy una enorme mancha negra en la historia europea, la matanza de Srebrenica. Tras la entrada del ejército serbio en el enclave de Bosnia-Herzegovina, se produjeron en tres días, 8.000 muertos de la etnia bosnio musulmana. Eso fue hace 30 años.

En el presente, aún no se ha superado aquel enorme trauma de la guerra. En Bosnia-Herzegovina hay una estructura política salida de los acuerdos de Dayton de 1995 con los que se selló en falso la guerra, porque no se curaron heridas.

El país tiene tres presidentes que se turnan cada ocho meses, uno bosnio, otro croata y un tercero serbio. Su futuro pasa por una todavía lejana integración en la Unión Europea.

Aurora Moreno ha preparado un reportaje sobre Srebrenica y Europa en el que ha entrevistado a Esma Kuchukalich, bosnia, profesora de Derecho en la Universidad Europea de Valencia y periodista, a Ajla Henic, también de Bosnia, investigadora en política social en la Universidad de Hamburgo, y que actualmente vive a caballo entre Hamburgo y Sarajevo y a Davor Ivo, eurodiputado croata y presidente de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Bosnia y Herzegovina.

De la guerra de los Balcanes a otra, la actual en territorio Europeo, la de Ucrania. En Roma se ha celebrado la segunda jornada de la conferencia de reconstrucción para buscar dinero que permita levantar el país cuando termine la pesadilla. Hablaremos de esta reconstrucción con María Garrón, directora general de DT Global Europa, una de las cinco contratistas principales de desarrollo internacional, con proyectos actualmente en marcha en Ucrania.

Husam, su mujer Suhaila, y sus cinco hijos cuentan cómo intentan sobrevivir en Gaza. A casi nadie le queda ya dinero para comer y cada vez que van a recoger ayuda humanitaria se juegan la vida en los repartos que controlan los militares. Husam manda a un equipo de TVE vídeos caseros desde dentro de la Franja. Es la única manera para saber cómo viven los gazatíes: Israel ha prohibido el acceso al enclave palestino a todos los medios internacionales, una vulneración desproporcionada del derecho a la información, según han denunciado las asociaciones de prensa extranjeras.

Estados Unidos asegura que podría ponerse fin a las imágenes de muertos y destrucción en la Franja de Gaza si Hamás accediera a dos demandas clave: la liberación de todos los rehenes y el desarme de la milicia palestina. Según Washington, si estas condiciones se cumpliesen, la guerra terminaría. Por ahora, las negociaciones se centran en liberar al menos a la mitad de los rehenes, aunque muchos de ellos ya han muerto.

Por su parte, Netanyahu afirma que aceptaría la tregua de 60 días propuesta si Hamás accede a estas condiciones. Dos meses durante los que, según el primer ministro israelí, se podría negociar una paz definitiva, que pondría fin al sufrimiento de la población, como la desesperación que se vive en los puntos de reparto de ayuda humanitaria.

Mientras tanto, se multiplican historias como la de Osama, un niño de cinco años ingresado en un hospital de Naser por desnutrición severa. Uno de los últimos bombardeos israelíes ha matado al menos a diez niños que esperaban en fila para recibir tratamiento médico en el centro de Gaza.

Por otro lado, la relatora de la ONU para Palestina ha respondido a la sanción impuesta por Estados Unidos, asegurando que esta medida no demuestra poder, sino vergüenza.

Millones de personas han visto interrumpido, otra noche más, su descanso en Kiev. Los misiles y los drones Shahed han vuelto a sobrevolar el cielo de la capital de Kiev. Rusia ya no los lanza por decenas, sino por cientos, llevando a las defensas aéreas ucranianas a su límite. "He bajado al metro para no tener que escuchar todas esas explosiones desde casa y para aumentar mis posibilidades de supervivencia", asegura Alina, una vecina de Kiev, que lleva sin pegar ojo un mes y medio: desde que los ataques rusos se intensificaron aun más.

Foto: Sergei Supinsky / AFP

Este jueves se celebra en Roma la IV Conferencia Internacional sobre la Reconstrucción de Ucrania, que llega justo cuando el Banco Mundial publica un informe estimando que el país necesitará más de 500.000 millones de dólares para recuperarse, una cifra siete veces mayor que el Plan Marshall que reconstruyó Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue el primero en llegar el miércoles y aprovechó para visitar al papa León XIV en Castel Gandolfo, donde le pidió ayuda para repatriar a los niños ucranianos llevados a Rusia. El pontífice, por su parte, volvió a ofrecer el Vaticano como sede para futuras negociaciones de paz.

La anfitriona de la cumbre, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, busca compromisos tanto de gobiernos como de inversores privados para financiar la reconstrucción. Asisten 15 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Pedro Sánchez, que permanecerá solo unas horas en Roma.

Antonio Herrera, militar en la reserva, nos cuenta lo que vio en el Donbás como jefe del Centro de Gestión de la Información en la misión especial de monitorización de la OSCE en Ucrania entre 2016 y 2021.

Ha sido asesor para el desarrollo de Sistemas de Información de la Misión Civil de Monitorización de la Unión Europea en Georgia, y anteriormente trabajó en la OTAN en asuntos de inteligencia. Además es miembro del Minerva Institute.

'Diario de Ucrania' es un podcast que publicamos todos los miércoles en el que encontrarás el contexto necesario para entender lo que está pasando en la guerra tras la invasión rusa. Escuchamos a analistas, militares, periodistas, trabajadores humanitarios y a los ciudadanos ucranianos y rusos que sufren en primera persona este conflicto.