Trump califica como un éxito militar espectacular el ataque a las principales bases nucleares iranís, el objetivo en el que Israel y los Estados Unidos señalan la supuesta amenaza de una bomba nuclear. Un peligro que multiplicó la salida de los Estados Unidos del acuerdo nuclear en la primera etapa de Trump en la Casa Blanca.
La que más llama la atención es la de Fordow. Secreta durante años, está entera bajo tierra. Se calcula que tiene unas 3.000 centrifugadoras enriqueciendo uranio ya a más del 83%. La siguiente y la más conocida, es la de Natanz. También tiene parte bajo tierra y alberga unas 7000 centrifugadoras que enriquecían uranio como a un 60%. La planta ya estaba muy tocada desde un ataque israelí en 2021. La última instalación atacada hoy es la de Isfahan. Se trata de un laboratorio mastodóntico para el que trabajan unos 3.000 científicos y que se dedican a investigar y preparar el uranio para luego alimentar a las centrifugadoras del resto de centrales.
Con las gafas de Anna Bosch