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Bruselas propone dar mayor autonomía a los Estados sobre los tipos de IVA y simplificar el proceso para las pymes

  • Permitiría a los países decidir qué tipos aplica y sobre qué productos
  • Sólo fijaría una lista de productos a los que siempre se aplicaría un tipo máximo

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El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, durante la rueda de prensa sobre la reforma del IVA
La Comisión Europea completa su reforma del IVA para reducir el fraude en la UE.

La Comisión Europea ha presentado este jueves una propuesta para flexibilizar y simplificar la aplicación del IVA, que daría mayor margen a los Estados para decidir los tipos de ese impuesto y los productos sobre los que aplica cada uno, siempre y cuando mantengan, como mínimo, un tipo medio ponderado del 12%. Además, fijaría un máximo de volumen de negocio de 2 millones de euros bajo el cual las pequeñas y medianas empresas podrían beneficiarse de una simplificación de la facturación y registros por este impuesto.

Estas propuestas completan la revisión del esquema de IVA emprendida por Bruselas hace dos años, que prevé "la creación de un espacio único del IVA en la UE a fin de reducir considerablemente el fraude en materia de IVA en la UE, estimado en 50.000 millones de euros anuales, al mismo tiempo que se apoya a las empresas y se garantizan los ingresos públicos".

Según ha explicado el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, "los Estados miembros se han visto sometidos a una presión creciente ejercida por las empresas y los grupos de interés para que modifiquen los tipos del IVA en favor de sectores determinados", y eso ha impedido "centrarse en la brecha abierta en nuestros presupuestos" por el fraude en la recaudación de ese impuesto.

"La propuesta presentada concederá a los Gobiernos una flexibilidad máxima para fijar los tipos del IVA según lo deseen, lo que nos permitirá concentrarnos en abordar el problema más importante que constituye el fraude en materia de IVA».

Ahora, el Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social Europeo deberán pronunciarse sobre esa revisión -sus opiniones no son vinculantes en este caso-, antes de que los Veintiocho decidan la reforma definitiva.

El actual sistema común del impuesto sobre el valor añadido (IVA) se estableció en 1993 como un esquema transitorio, que hace mucho tiempo que quedó "desfasado y obsoleto", según Bruselas.

La recaudación por este tributo supone "una importante y creciente fuente de ingresos en la UE", ya que en 2015 proporcionó más de un billón de euros, el 7% del PIB conjunto de la UE.

Más margen para tipos reducidos, pero garantizando una presión media del 12%

La propuesta mantiene en el 15% el tipo normal de IVA, pero permitiría a los Estados miembros establecer dos tipos distintos entre el 5% y el 15%, un tipo entre el 0% y el 5% y otro tipo del 0% (en la práctica, bienes exentos del impuesto).

La condición que impondría Bruselas, "con el fin de preservar los ingresos públicos", sería que se garantizase que el tipo medio ponderado del IVA "sea de como mínimo el 12%".

En la actualidad, cada país puede aplicar un tipo reducido no inferior al 5% a dos categorías distintas de productos y varios Estados -entre ellos, España- también aplican tipos superreducidos para excepciones específicas.

Además, la Comisión Europea pretende derogar "la compleja lista actual de bienes y servicios a los que pueden aplicarse tipo reducidos" y sustituirla por una nueva lista de productos (tales como armas, bebidas alcohólicas, juegos de azar y tabaco) "a los que siempre se deberá aplicar el tipo normal del 15% o un tipo superior".

El nuevo régimen también significaría que todos los bienes a los que actualmente se aplican tipos diferentes del tipo normal podrán conservarlos.

Más facilidades para las pequeñas empresas

En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, las pymes, el Ejecutivo comunitario propone mantener los actuales límites máximos para la aplicación de la exención, pero concedería a los Estados la posibilidad de liberar a las pequeñas empresas exentas del IVA del papeleo vinculado a ese gravámen (como la identificación, facturación, contabilidad y declaraciones).

Además, quiere que las sociedades con ingresos inferiores a dos millones de euros anuales puedan acogerse a medidas de simplificación en el registro en materia de IVA o en la facturación exigida, "hayan sido o no exentas del IVA".

Para pequeñas empresas que operen en más de un Estado de la UE, Bruselas propone que queden exentas del pago las que registren un volumen de negocios anual inferior a 100.000 euros.

De aplicarse estas medidas, cada año se reducirían en un 18% los costes que el conjunto de empresas de la UE afronta para cumplir en materia de IVA.

Avisa de que el esquema actual perjudica el crecimiento de las pymes

Según la normativa actual, los Estados pueden eximir del IVA las ventas de las pequeñas empresas a condición de que estas no rebasen un determinado volumen de negocios anual, un límite que varía de un país a otro.

Pero sólo las pymes que operan a nivel nacional pueden beneficiarse de esa exención, mientras que las que emprenden su expansión internacional "pierden su posibilidad de acogerse a medidas de simplificación una vez que han rebasado el límite máximo para la aplicación de la exención".

Esto significa -subraya Bruselas- "que no existen condiciones de igualdad para las pequeñas empresas que operan dentro de la UE".

Según los datos aportados por la Comisión Europea, para cumplir con la actual legislación del IVA, las empresas que operan en otros países tienen unos costes superiores en un 11% a los de las empresas cuya actividad es sólo nacional. Eso lastra, sobre todo, a las empresas más pequeñas.

"Esto está resultando un auténtico obstáculo para el crecimiento, ya que las pequeñas empresas representan el 98% de todas las empresas de la UE", advierte el Ejecutivo comunitario.