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Guerra en Siria

El Gobierno sirio y la oposición acuerdan en Astaná un mecanismo para supervisar el alto el fuego

  • Las negociaciones de Astaná finalizan con un acuerdo para consolidar la tregua
  • Turquía, Irán y Rusia se encargarán de supervisar el alto el fuego en Siria
  • Se ha allanado el camino para las próximas conversaciones de paz en Ginebra

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El jefe de la delegación gubernamental siria, Bashar Jaafari, durante las negociaciones de paz en Astaná (Kazajistán).
El jefe de la delegación gubernamental siria, Bashar Jaafari, durante las negociaciones de paz en Astaná (Kazajistán).

Las negociaciones entre el Gobierno sirio y la oposición armada en Astaná, la capital kazaja, han finalizado este martes con un acuerdo para consolidar el alto el fuego, que está en vigor en el territorio del país árabe desde el 30 de diciembre. Las partes han decidido crear un mecanismo trilateral para supervisar la tregua y evitar provocaciones en el que participarán Rusia, Irán y Turquía.

Esta ronda de conversaciones, que se ha celebrado por primera vez en Kazajistán, además ha logrado allanar el camino para la renudación de las negociaciones políticas, que comenzarán el próximo 8 de febrero en Ginebra y buscarán poner fin a seis años de guerra civil.

"Se ha tomado la decisión de crear un mecanismo trilateral que supervisará el pleno cumplimiento del régimen de alto el fuego y evitará las provocaciones", ha explicado el ministro de Exteriores de Kazajistán, Kairat Abdrajmenov, anfitrión del evento. También ha subrayado durante su intervención que Rusia, Irán y Turquía se han comprometido a combatir conjuntamente al Estado Islámico y al Frente al Nusra, que están excluidos de la tregua, y a proseguir sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los grupos terroristas.

En su comunicado conjunto, tras dos días de negociaciones, Teherán, Moscú y Ankara han apoyado la nueva ronda de Ginebra, auspiciada por la ONU, y se han mostrado a favor de la participación de la oposición armada en esas negociaciones.

Controversia sobre el valle del río Barada

Por su parte, Bachar al Yafari, jefe de la delegación gubernamental, ha asegurado en una rueda de prensa que el Ejército sirio proseguirá sus operaciones en la localidad de Ain Al Fiya, situada en el estratégico valle del río Barada que abastece de agua a Damasco. Al Yafari, embajador de Siria en la ONU, ha denunciado que el Frente al Nusra, exfilial de Al Qaeda, opera en esa zona y corta el agua a 7 millones de personas que viven en la capital siria desde hace 41 días.

Sin embargo, Esam al Rais, portavoz del frente sur del Ejército Libre Sirio y responsable de la oposición en las conversaciones de Astaná, ha negado que el Frente Al Nusra esté presente en el Valle de Barada, al noroeste de Damasco. "Se lo hemos confirmado a los rusos y le hemos pedido que supervisen la zona o envíen representantes para inspeccionarla. Les daremos la bienvenida", ha agregado.

Al Rais ha sostenido que en el valle del río Barada solo hay dos brigadas del Ejército Libre Sirio -Seif al Sham y los libres de Sham-, originarios de la zona. El portavoz ha reconocido que antes sí había 50 cabecillas del grupo terrorista pero ha indicado que ya han abandonado la región. "El régimen dice que están allí como pretexto para poder continuar en el derramamiento de sangre, que es lo le permite seguir en el poder", ha concluido.

"Necesitamos este alto el fuego"

Por su parte, el enviado del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, ha alabado este martes el "coraje político" del régimen de Bachar al Asad y de la oposición siria por sentarse en la misma mesa en Astaná, en referencia a la sesión inaugural, que fue seguida por conversaciones indirectas entre las delegaciones.

"Necesitamos este alto el fuego. Ya hubo dos y este es el tercero. No podemos echarlo a perder", ha apuntado y ha recordado que el objetivo de la reunión de Astaná era precisamente "consolidar la tregua".

En Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 301.781 personas han muerto y más de dos millones han resultado heridas desde el estallido del conflicto, en marzo de 2011. La oposición y el Gobierno sirio ya han celebrado tres rondas de conversaciones de paz en Ginebra, entre los años 2012 y 2016, sin llegar a una solución para la crisis.