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El Ayuntamiento de Madrid licitará en tres meses las obras para la peatonalización parcial de la Gran Vía

  • Pasan por la implantación de un pavimento único sin aceras con carriles variables
  • El proyecto estará concluido antes de finalizar la legislatura, señala el Consistorio
  • No contará con el "consenso" de todos, ya que "hay posiciones encontradas"

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Vehículos circulando por la Gran Vía en Madrid
Vehículos circulando por la Gran Vía en Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid licitará en tres meses las obras para llevar a cabo la peatonalización parcial de la Gran Vía, que pasan por la implantación de un pavimento único sin aceras con carriles variables. Esto se hará una vez concluya la consulta ciudadana de febrero, que marcará los detalles sobre cómo se acometerá la modificación.

Así lo ha confirmado este lunes el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en un debate sobre el futuro de la Gran Vía organizado por la Cadena Ser, donde ha reconocido que el nuevo modelo que se implantará en esta arteria madrileña no contará con el "consenso" de todos, ya que "hay posiciones encontradas".

En este sentido, el consejero delegado de Metro y exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha dicho que "me hubiera gustado que me dieran la posibilidad de elegir si quiero que sea peatonal o no" en la consulta que se celebrará entre los días 13 y 19 de febrero.

El delegado de Desarrollo Urbano ha afirmado que el Consistorio ya "está redactando" el proyecto, que va a "incorporar los resultados de las encuestas que se están lanzando a los ciudadanos", para luego resolver la licitación de las obras en "cinco o seis meses" e iniciarlas antes de que acabe 2017.

Calvo: "No serviría una peatonalización completa"

Aunque ya se conocen algunos aspectos de cómo será la Gran Vía en el futuro, como el pavimento sin aceras o los carriles variables, ya que se habilitarán o cerrarán vías con bolardos o señales lumínicas en función de si se quiere habilitar uno o dos carriles por sentido, Calvo ha avanzado la posibilidad de incorporar un espacio para bicicletas.

Una opción sería añadir un 'carril 30' por el que también circularían estos vehículos a pedal, mientras que en los tramos donde hay más pendiente podría estudiarse la implantación de un carril bici segregado. "Apostamos por que la Gran Vía siga siendo una calle compleja", ha dicho Calvo, que ha agregado que "no serviría una peatonalización completa" de la calle.

Algunas actuaciones podrían ejecutarse antes de terminar 2017, como la pavimentación en una misma cota, de manera que el proyecto de peatonalización parcial estará concluido antes de finalizar la legislatura. Sin embargo, el principal cometido del Ayuntamiento para el año 2017 es definir la gran área de prioridad residencial (APR) del centro de Madrid, que incluiría esta arteria.

Como ya avanzó la alcaldesa a principios de enero, existe la posibilidad de eliminar el paso de las líneas de autobuses por Gran Vía e implantar una "línea lanzadera" que una Cibeles y Plaza de España, que actuarían como bases de transbordo. No obstante, se están ideando distintas alternativas porque "se trata de facilitar lo máximo posible el tránsito".