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La Fiscalía pide 9 años de cárcel por abusos sexuales para el único acusado en el 'caso Romanones'

  • También pide el pago de una indemnización de 50.000 euros a la víctima
  • Así como la prohibición de acercarse a la víctima en diez años

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El padre Román, único imputado en la causa sobre supuestos abusos sexuales a un menor
El padre Román, único imputado en la causa sobre supuestos abusos sexuales a un menor en una imagen de noviembre de 2015.

La Fiscalía de Granada pide nueve años de prisión por abuso sexual continuado con acceso carnal para el padre Román,  el único implicado en el caso Romanones, en el que se investiga desde octubre de 2014 la denuncia de un joven que asegura que abusaron sexualmente de él cuando era menor de edad.

En el escrito provisional de calificación de los hechos del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Efe, la Fiscalía plantea para el único procesado en la causa una condena de nueve años de cárcel y el pago de una indemnización de 50.000 euros a la víctima, cuantía de la que responde de manera subsidiaria el Arzobispado de Granada.

Según la Fiscalía, el acusado formó un grupo de convivencia con otros sacerdotes, con los que llegó a mantener propiedades en común, aunque recalca que "no consta" que formaran una corriente o cualquier otra forma de asociación sacerdotal con entidad legal reconocida por la Iglesia Católica.

Propósitos de "contacto sexual"

En su relato, la Fiscalía explica que la víctima contactó con este grupo de sacerdotes cuando tenía unos diez años y que la relación se amplió "poco a poco" hasta que en 2003 llegó a trasladarse con los sacerdotes a la casa que tenían en Los Pinillos (Granada).

En el escrito provisional de acusación, el Ministerio Público recalca que el acusado mantenía "propósitos de contacto sexual" con la víctima que, en 2004, llegó incluso a pernoctar en la casa parroquial por la "vinculación emocional" con el padre Román, que se intensificó "mucho más".

Subraya además que el acusado aprovechó la "ascendencia moral" que tenía sobre la víctima para hacerle "tocamientos con propósito sexual" y para obligarle a realizar actos sexuales.

Según la Fiscalía, estos actos se repitieron desde 2004 a 2007 en diferentes emplazamientos hasta que la víctima abandonó la convivencia y el contacto con el grupo de sacerdotes, tras una discusión entre ambos cuando el acusado descubrió que la víctima mantenía una relación sentimental con una compañera de su instituto.

Prohibición de acercarse a la víctima

La petición del Ministerio Público incluye además la prohibición de acercarse a menos de cien metros o comunicarse con la víctima durante diez años y ha citado para el juicio oral al denunciante, 16 testigos, médicos forenses y funcionarios de la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Policía Nacional.

La calificación de los hechos se produce después de que el pasado mes de marzo la Audiencia de Granada acordara en un auto la apertura de juicio oral y ahora serán el resto de partes personadas en la causa las que califiquen los hechos.

La Audiencia confirmó así el auto dictado en enero por el Juzgado de Instrucción 4 en el que daba por concluido el sumario de la causa.

El caso se abrió después de que un joven , con 25 años de edad en la actualidad, pusiera los hechos en conocimiento de la Fiscalía andaluza en octubre de 2014, ocurridos supuestamente cuando contaba entre 14 y 17, y sobre los que llegó a pronunciarse el papa Francisco.

Durante la declaración indagatoria el único imputado en la causa expresó su "absoluta" disconformidad con el auto de procesamiento y explicó que únicamente tenía, como sacerdote, un "amor fraterno" por el denunciante de los supuestos abusos.