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PP y Podemos tumban la investidura de Pedro Sánchez, que solo recibe el apoyo de PSOE y Ciudadanos

  • Los 130 votos a favor de PSOE y C's se topan con los 219 en contra
  • Sánchez vuelve a defender su pacto con Rivera y critica a PP y Podemos
  • Rajoy califica al socialista de "bluf" y "amenaza" y le acusa de hacer teatro
  • Iglesias y Sánchez protagonizan el cara a cara más tenso de la jornada
  • Sánchez volverá a someterse a una segunda votación este viernes
  • Especial: debate de investidura

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PP y Podemos tumban la investidura de Pedro Sánchez, que solo recibe el apoyo de PSOE y C's

Sin sorpresas, el socialista Pedro Sánchez no ha conseguido el apoyo del Congreso de los Diputados para ser investido presidente, al no haber obtenido la mayoría absoluta, tal y como se esperaba. Era la crónica de una no investidura anunciada y el guión se ha cumplido según lo previsto.

Los 130 votos a favor de PSOE y Ciudadanos se han topado con un muro de 219 votos en contra. Solo Coalición Canaria se ha abstenido. El debate de investidura ha mutado en moción de censura a Sánchez, que ha ido a la Cámara Baja con ninguna esperanza de conseguir su objetivo a la primera y lo tendrá más que difícil, casi imposible, para tomar el camino a La Moncloa en la segunda votación de este viernes.

En esta sesión de investidura histórica- se presentaba por primera vez un candidato que no ha ganado las elecciones y que, también por primera vez, puede salir de ella sin ser proclamado presidente- han coincidido en el voto negativo partidos más que antagónicos. A un lado, PP; al otro, Podemos, las confluencias, IU y Compromís; y en medio, los partidos independentistas ERC y Democràcia i Llibertat. Tampoco han dado su apoyo a Sánchez PNV, EH Bildu, Foro Asturias y UPN. Todos ellos han dado a Sánchez un 'no' más que rotundo.

Pedro Sánchez ha tenido 130 votos a favor, 219 en contra y una abstención.

Pedro Sánchez ha tenido 130 votos a favor, 219 en contra y una abstención. EFE

Ha sido un debate parlamentario que se recordará por inédito, ágil, rápido, intenso, a ratos vibrante, y distinto. Por primera vez en la historia, el ganador de las elecciones generales ha hecho la réplica al que quedó segundo y, por primera vez, se han subido a la tribuna políticos que han revolucionado la escena política española y que marcarán el signo del próximo Gobierno en un escenario más que abierto.

Ha habido momentos muy broncos, bronquísimos. El fuego cruzado de siempre- PP contra PSOE, PSOE contra PP- ha dado paso a un fuego multilateral. Todos, con más o menos vehemencia, han repartido a varias bandas aunque los golpes, claro está, tenían una diana clara: Pedro Sánchez, que ha tratado de esquivarlos por la izquierda y por la derecha.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, con muy diferentes argumentos y estilos, han sido muy críticos con Sánchez, en particular; y con el PSOE, en general. Ambos han descalificado, ninguneado y ridiculizado el acuerdo de los socialistas con Ciudadanos.

La sombra de la repetición de elecciones ha sobrevolado durante toda la jornada, que muchos han visto como un largo mitin de casi 10 horas, y algunos mensajes parecían más pensados en clave electoral que con el ánimo de llegar a acuerdos para desbloquear la situación política que podría acabar en una nueva cita con las urnas el 26 de junio.

Sánchez será el tercer candidato a la investidura que debe acudir a un segunda votación para intentar conseguir su objetivo, después de Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2008. Ellos sí lo lograron a la segunda, Sánchez necesita un milagro.

Rajoy califica de "bluf" a Sánchez, que defiende su candidatura

Tras una primera jornada tranquila, con la única intervención del candidato a la Presidencia, la segunda sesión de este miércoles arrancaba con el rifirrafe de Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.

Lo natural hubiera sido que ambos llevaran los papeles cambiados y que Rajoy hubiera defendido su candidatura pero, tras rechazar el 'popular' el encargo del rey por falta de apoyos, ha explicado sus motivos para no apoyar a Sánchez. El de Rajoy ha sido un discurso que ha evolucionado del humor, la ironía y el sarcasmo a un estilo más duro.

El presidente en funciones ha tratado de desmerecer el pacto entre PSOE y C's, al que considera "de muy limitada relevancia" y ha criticado el "vodevil" de la negociación de los socialistas a dos bandas. Considera que Sánchez es un "bluf" y valedor de una "candidatura ficticia e irreal".

Rajoy califica de "fraude" la investidura de Sánchez y le acusa de engañar al rey y a los españoles

Cree el 'popular' que Sánchez solo quiere asegurarse la "supervivencia" y le ha negado hacer "de comparsa" en su "teatro del enredo". Con pocas referencias a Podemos y a Ciudadanos, Rajoy ha lanzado todos los dardos contra el PSOE y, en medio de la risa y los aplausos de su bancada, ha comparado el acuerdo de PSOE y C's con la "conjunción interplanetaria" de los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero y con el Pacto de Toros de Guisando.

Con cara de pocos amigos han recibido las críticas al pacto Sánchez y Rivera. "No saben si el acuerdo es de derechas o de izquierdas", les ha espetado Rajoy a ambos.

Ya con un tono más serio y tras sacar a pasear la herencia recibida, el presidente del PP ha dicho estar "preocupado" por las "aventuras" que pretende Sánchez que, a su juicio, "comprometen" la recuperación de España y solo pretenden una "contrarreforma de la política económica y social" del PP.

Sánchez, que ya ha tenido bastantes cara a cara con Rajoy en el hemiciclo, ha tratado de rebajar el tono y ha abogado por dejar de lado el "insulto" y la "descalificación". Aun así, también ha bajado al barro para decirle que ha metido a su partido en la "crónica de sucesos" por los casos de corrupción y para criticarlo por ser el "tapón" para la renovación y regeneración del PP.

Rajoy y Sánchez se acusan mutuamente de bloquear la formación de gobierno

Vendiéndose, una vez más, como el líder que ha "desbloqueado" la situación inédita creada tras las elecciones, sin mayorías para gobernar, Sánchez se ha jactado de "poner en marcha el reloj de la democracia" y ha echado en cara a Rajoy su 'no' al rey: "No ha querido asumir su responsabilidad y ha faltado el respeto a sus votantes".

El secretario general del PSOE ha vuelto a defender su pacto con Rivera, planteado como "enmienda a la totalidad de las políticas regresivas del PP", y ha insistido en que es "posible" echar a Rajoy "hoy mismo". Ahí ha vuelto a insistir en sus mantras: con acuerdo, diálogo y negociación es posible el cambio en La Moncloa.

Bronco y tenso primer cara a cara entre Sánchez e Iglesias

Tras el primer round entre Rajoy y Sánchez, el tono bronco, lejos de aminorar, ha alcanzado su momento más álgido del día con el discurso de Pablo Iglesias, en el que ha tenido que intervenir para poner orden el presidente del Congreso, Patxi López.

PSOE y Podemos se han alejado un poco más tras este debate y, aunque Sánchez insiste en que "están condenados a entenderse" y que los votantes de ambos partidos no entenderían que no lo hicieran, el abismo se abre más y más entre ellos.

Armado con variadas referencias filosóficas, políticas, literarias, cinematográficas y hasta musicales, Iglesias ha dado un primer discurso en el Congreso muy ideologizado que, a ratos, parecía más un mitin que una intervención en una sesión de investidura, en la que ha citado desde a Maquiavelo y a César Borgia, pasando por José Antonio Labordeta, Julio Anguita y Manu Chao.

Tan dura ha sido la intervención de Iglesias que una diputada socialista le ha gritado "tú estás mal" y en su intervención posterior, Joan Baldoví, de Compromís, ha invitado a Iglesias a relajar. Más que indignados, con abucheos y gritos de "fuera, fuera" han recibido desde la bancada socialista los reproches y críticas de Iglesias, para quien Sánchez es un candidato "rendido a las oligarquías y los poderes fácticos".

Iglesias advierte a Sánchez sobre Ciudadanos: "Cuídese de la naranja mecánica"

Tras reivindicar el 15M y la "gente de las plazas", Iglesias ha comenzado su ataque a tres bandas. A los diputados del PP, a los que ve "serviles con los poderosos", les ha dicho que son "hijos del totalitarismo" y a Rajoy le ha afeado "hacer de la corrupción su forma de Gobierno". Muy duro también con Rivera, rebautizado como "la naranja mecánica" y la "marioneta de los poderosos". "Usted representa lo peor de las tradiciones políticas españolas: la que se arrima al poder". No se ha quedado ahí y ha afirmado que el líder de C's podría haber sido "jefe de escuadra en posguerra".

Menos piedad aún ha tenido con el PSOE, partido que, a su juicio, "impide revertir los recortes y consolida la política del PP". Y tal y como hacía en campaña electoral, Iglesias ha ido donde más duele en el PSOE: a los orígenes, a la historia socialista y a los dirigentes históricos, a los que critica, como Felipe González, y a los que alaba, como su fundador, Pablo Iglesias. Así, ha diferenciado el primer PSOE que "luchaba por la libertad" y el de "los Consejos de Administración, el tráfico de influencias y los poderes fácticos financieros". En su particular guerra con el expresidente Felipe González, ha hablado de su "pasado manchado con cal viva", en referencia a los GAL, provocando un incendio en la bancada del PSOE.

Eso sí, tras las feroces críticas, ha tendido la mano al PSOE para negociar un "gobierno real", a partir de la próxima semana, tras una investidura que todos dan por fallida. Sánchez le ha vuelto a pedir el apoyo a Iglesias. Algunas caras en los escaños socialistas lo decían todo.

A pesar del enfado manifiesto en las filas socialistas, Sánchez ha tratado de bajar el tono aunque ha arrancado su réplica echando en cara la alegría de Iglesias tras la excarcelación de Arnaldo Otegi, lo que provocó que Iglesias le llamara después "miserable".

El número uno del PSOE ha aprovechado la réplica para dejar claro que él se siente "muy orgulloso" de Felipe González, ante la cerrada ovación de sus diputados.

El socialista ha pedido al líder de la formación morada que "deje de engañar" y decir que es posible un Gobierno de izquierdas. "Nada me gustaría a mí más que un gobierno de izquierdas, pero no hay mayoría". Y ahí ha aprovechado Sánchez para dejar claro algo que posteriormente ha dicho también a ERC y DiL: "No voy a permitir que la gobernabilidad del país descanse en partidos independentistas".

El presidenciable ha espetado a Iglesias que es "es la tabla de salvación del PP" y una y otra vez le ha recordado que 'populares' y podemitas votarán lo mismo. "Si quiere elecciones diga la verdad", le ha recriminado. "Si vota con el señor Rajoy se habrá convertido en lo mismo que lo que vino a cambiar", ha afirmado, tajante, Sánchez, ante las risas del líder de la formación morada.

Rivera rechaza a Rajoy para liderar la nueva etapa política que se abre

Tras la tensión de los cara a cara de Sánchez con Rajoy y con Iglesias, ni siquiera rota por el momento más amable entre Iglesias y el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, dándose un beso en la boca, tras la intervención del catalán; los ánimos se han relajado con la intervención del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con el que ha vuelto un tono muy sosegado.

El beso de Pablo Iglesias y Xavier Domènech ha inundado las redes sociales

El líder naranja ha pedido al PP "valentía" para abstenerse y permitir que el acuerdo firmado entre PSOE y C's se convierta en una realidad de gobierno. Si Sánchez se lo ha pedido a Pablo Iglesias, Rivera ha hecho lo propio con Mariano Rajoy, con el que parece tener, cada vez, mayor distancia.

Rivera, que ha vuelto a citar a Adolfo Suárez y también a Winston Churchill y ha utilizado el catalán en algunas frases de su primer discurso como diputado, ha insistido en el espíritu de la Transición y ha alabado a los "hombres de Estado". Ese es el traje en el que se siente cómodo- el de hombre tranquilo, centrado y conciliador- y en su primera intervención ante la Cámara Baja, lo ha vuelto a lucir.

Aunque ha reconocido algún mérito al PP, considera que Rajoy no tiene la credibilidad para liderar la nueva etapa política que se abre y ha criticado la "extraña pinza" entre 'populares' y podemitas.

Al igual que Sánchez, ha defendido las 200 medidas pactadas entre ambos y ha echado en cara a Iglesias que su único objetivo sea "asaltar al poder" y tener siete ministerios. "En Europa hay 21 gobiernos en coalición. No es tan raro", ha aseverado, mirando a la bancada 'popular'.

Albert Rivera pide a PP y a Podemos que les dejen trabajar si no se suman al pacto

El presidente de Ciudadanos ha pedido en el Congreso una Cataluña "libre de corrupción" al responder a un diputado que ha interrumpido su intervención en el debate gritando "visca Catalunya lliure!".

Sánchez, en la réplica a Rivera, ha vuelto a agradecerle, como hiciera este martes, el "coraje y la valentía" de acordar y ha destacado su voluntad de diálogo. Ha aprovechado para defender uno de los puntos más polémicos del pacto con C's- la supresión de las diputaciones- que silenció en la primera jornada de este martes.

Sánchez ve difícil acordar nada con ERC y DiL, que mantienen su hoja de ruta

Tampoco han variado la postura desde ERC y Democràcia i Llibertat, que han insistido en su propia hoja de ruta en Cataluña y han manifestado que no apoyan al socialista porque "promete progreso y justicia" y califica de desafío las aspiraciones del pueblo catalán, según ha afirmado el portavoz de los republicanos, Joan Tardá.

Ha insistido en que aplicarán sus planes independentistas "con todas sus consecuencias" y ha reprochado al PSOE que defienda una política que "criminaliza" a quienes quieren la independencia como "sujetos de un motín de sediciosos".

Sánchez le ha contestado que, después de escucharlo, se ratifica en su idea de no permitir la gobernabilidad con el apoyo de los independentistas. Es "muy difícil" entenderse con ERC porque "no quieren tender ningún puente, ni dialogar, ni reformar" sino "romper y fracturar a Cataluña y a España", ha contestado Sánchez a Tardá.

En la misma línea que el republicano, el portavoz de DiL, Francesc Homs, ha acusado al secretario general del PSOE de ser "una mala copia del estilo de Rajoy" en lo que se refiere al debate soberanista catalán. Y le ha invitado a sentarse a hablar a partir del lunes pero "todo pasa por aceptar la realidad plurinacional y la celebración de un referéndum en Cataluña".

Otro partido que votará 'no' es el PNV que recela del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos y se queja de la falta de sintonía en torno a la agenda vasca, tal y como ha dicho su portavoz parlamentario, Aitor Esteban. Sánchez le ha tendido la mano para seguir negociando.

Sánchez promete a Garzón una comisión sobre corrupción si le da su voto

En el turno de los diputados integrantes del Grupo Mixto, Sánchez ha tratado de convencer a Alberto Garzón (IU-UP) y a Joan Baldoví (Compromís) de que sus principales reivindicaciones están en el acuerdo firmado con Ciudadanos, algo que ambos le han negado.

Sánchez se ha comprometido con Garzón a que, si le da el voto afirmativo, impulsará la creación de una comisión de investigación sobre corrupción al día siguiente de ser elegido presidente del Gobierno. Y a Baldoví le ha dicho que el 80% del Pacto del Botánico, que permitió el Gobierno en Valencia de PSOE, Podemos y Compormís, está también en ese acuerdo con Rivera.

Garzón interviene en la sesión de investidura de Pedro Sánchez.

Garzón interviene en la sesión de investidura de Pedro Sánchez. EFE

El líder comunista le ha emplazado a buscar a partir de la semana que viene un acuerdo de gobierno de izquierdas, no el de Ciudadanos ni tampoco el del liberalismo, que sí tiene los votos para salir adelante, ha dicho. "Por ahí nos encontrará", ha insistido Garzón que, ya pensando en el día después de la segunda votación, ha invitado a Sánchez a retomar la mesa a cuatro entre PSOE, Podemos, IU-UP y Compromís.

Para Baldoví, el "mestizaje" que proclama Sánchez solo puede hacerse con "persona afines ideológicamente". "No se puede ser buen chico con todos, hay que escoger y le pedimos que escoja un cambio", ha concluido.

Pedro Sánchez recibe la negativa de los partidos minoritarios y el Grupo Mixto.

El difícil estreno de Patxi López, el beso y los gestos

Difícil estreno ha tenido el presidente del Congreso, Patxi López, en el debate de investidura en el que ha tenido que hacer frente a las broncas, las numerosas peticiones de la palabra por alusiones y las reclamaciones sobre el tiempo por parte de algunos parlamentarios.

El momento más tenso lo ha vivido a cuenta de las duras críticas de Iglesias a los socialistas. López le ha quitado la palabra para pedirle que no recurriera al insulto y la descalificación, en el momento de más barullo en el hemiciclo con unos diputados socialistas muy enfadados.

Han pedido turno de alusiones el presidente en funciones, Mariano Rajoy, los ministros de Exteriores, José Manuel García Margallo, e Interior, Jorge Fernández Díaz, que se han quejado de las críticas hacia ellos de Pedro Sánchez. A todos ellos les ha cedido la palabra. No ha sido tan generoso cuando el portavoz del PP, Rafael Hernando, también la ha solicitado la palabra para rebatir a Albert Rivera. "¡Hasta aquí hemos llegado. No tiene la palabra para eso!", ha clamado.

También el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, ha pedido un turno de palabra por alusiones, que le ha sido concedido; y ha dado otra de las imágenes del día al darse un beso en la boca con Pablo Iglesias, ante el asombro de los ministros que, desde primera fila, veían la curiosa imagen.

¿Han querido rendir homenaje al afectioso saludo entre los jefes de estado de la URSS y la República Democrática Alemana, Leonidas Brezhnec y Erich Honecker, o ha sido solo una muestra de cariño?

Quien no ha querido ni hablar en su turno de palabra en el debate ha sido el exdiputado del PP y parlamentario del Grupo Mixto, Pedro Gómez de la Serna, apartado del partido por su presunta vinculación con un caso de corrupción en transacciones económicas internacionales.

Muy gestuales han estado los diputados en esta jornada. Todos parecían recibir bien las críticas. A Rivera le ha hecho gracia, o no, pero se ha reído, el nuevo mote que le ha puesto Iglesias: "La naranja mecánica".

Entre Sánchez e Iglesias los gestos no han sido precisamente de cariño y los diputados socialistas han respondido los envites de Iglesias con gestos más que airados. Rajoy ha estado más sonriente de lo habitual. Ha recibido críticas, pero desde hace mucho tiempo la diana no era él. Le han echado en cara, en algún momento del debate, que se ausentara del hemiciclo.

El pacto de los toros de Guisando, el cuadro de las lanzas de Velazquez y la 'naranja mecánica"