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La economía rusa se hundió un 3,7% en 2015, lastrada por el desplome del precio del petróleo y las sanciones

  • La mitad de los ingresos del Estado ruso proceden del sector del gas
  • Moscú prepara un plan de ayuda a sectores clave y a los colectivos vulnerables

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Escaparate de un comercio en el centro de Moscú
Escaparate de un comercio en el centro de Moscú.

La economía de Rusia se contrajo un 3,7% en 2015, lastrada por el desplome del precio del petróleo y las sanciones occidentales vinculadas a la crisis en Ucrania. Según la Agencia de Estadísticas rusa, Rosstat, esta caída del PIB es la mayor en los últimos seis años y contrasta con la subida del 0,6% registrada en 2014.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha advertido recientemente que la depresión económica que vive Rusia puede durar varios años, ya que "el fin de la caída del producto interior bruto no supone automáticamente el paso al crecimiento".

Los datos de la oficina estadística mejoran en una décima las previsiones del Ministerio de Economía (-3,7%), que ya adelantaron que el año pasado terminaría con una fuerte recesión que podría prolongarse este 2016.

La mitad de los ingresos estatales proceden del gas

Las últimas previsiones gubernamentales actualizadas para este año señalan que el producto interior bruto del país disminuirá un 0,8%, en consonancia con los cálculos del Banco Mundial y el FMI, que pronostican para Rusia una contracción del 1%. En el peor de los casos, señala la previsión gubernamental, si el precio medio anual del barril de petróleo ronda los 25 dólares, la economía caerá en torno a un 3,9%.

El hundimiento del precio del petróleo durante todo 2015 ha castigado con fuerza las cuentas del Estado ruso, que obtiene la mitad de sus ingresos presupuestarios del sector del gas.

Esa circunstancia también está afectando con dureza al rublo, que marcó nuevos mínimos históricos frente al dólar la semana pasada.

En esa coyuntura de debilidad, el banco central ruso ha insistido en que dispone de medios suficientes para garantizar la estabilidad financiera del país, aunque ha admitido la necesidad de que se realicen "esfuerzos estructurales para diversificar la economía" y evitar la actual dependencia del crudo.

Plan de choque anti-crisis

Por su parte, el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, ha anunciado que el Gobierno de Moscú está preparando medidas para adaptar el presupuesto -basado en la actualidad en un barril de petróleo a 50 dólares- a "las nuevas condiciones" en el corto y en el largo plazo.

Así, desde hace varias semanas, el Ejecutivo ruso busca formas para reducir sus gastos presupuestarios y preparar un plan de choque contra la crisis, que apoye a sectores clave de la economía del país y a los colectivos más frágiles de la sociedad.

Por su parte, este lunes, el ministro de Desarrollo Económico, Alexey Ulyukayev, ha expresado su confianza en que la tendencia negativa de la economía se haya revertido en el cuarto trimestre. "No pienso que la tendencia [a la baja] se mantendrá. No espero un empeoramiento de la situación en diciembre con respecto a noviembre", ha apuntado el ministro en declaraciones a la agencia rusa Tass.

En este sentido, Ulyukayev opina que el precio del petróleo "tiene potencial de recuperación" ante el incremento de la demanda observado en 2015 y el crecimiento de la economía global, lo que permitirá que el precio medio por barril en 2016 sea superior a los 30 dólares.