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Las políticas europeas de austeridad frenan la salida de España de la crisis, según la ONU

  • La reducción del gasto público y salarios y jubilaciones tiende a agravar la crisis
  • Ni siquiera el objetivo de reducir el déficit fiscal se consigue con tales medidas
  • Estimular las exportaciones mediante una "devaluación interna" es inútil
  • Crecer a través de restricciones salariales asfixia la demanda

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Los principales obstáculos que afronta España para salir de la crisis radican en el hecho de que las políticas de austeridad han llevado a su agravamiento y a que sus socios comerciales comunitarios también aplican medidas restrictivas que afectan las exportaciones españolas.

"Aplicar políticas de austeridad, de reducción del gasto público y de contención o reducción de los salarios, y de las jubilaciones, tiende a agravar la crisis", ha dicho el jefe de Macroeconomía y Políticas de Desarrollo del Organismo de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Alfredo Calcagno.

Tras la presentación en Ginebra del informe anual de la UNCTAD, Calcagno ha afirmado que "ni siquiera el objetivo de reducir el déficit fiscal se consigue con tales medidas porque se obtienen menos ingresos fiscales de los que se esperaba".

El informe de la UNCTAD señala, de manera general, que los intentos de estimular las exportaciones mediante reducciones salariales y una "devaluación interna" son inútiles y hasta contraproducentes, especialmente si son varios los socios comerciales que siguen una estrategia similar al mismo tiempo.

Para Calcagno hay una paradoja muy clara en el camino que decidió seguir el Gobierno español, pues intentar crecer a través de restricciones salariales no tiene sentido porque asfixia la demanda.

"¿Para venderle a quién si todos los países siguen políticas similares? Entonces estamos ante el peor de los mundos, con problemas de demanda interna y externa", ha explicado.

Hay que centrarse en el crecimiento, no en reducir el déficit

El experto de la UNCTAD ha señalado que España está en el momento de empezar a considerar un giro, "ahora que el Banco Central Europeo se está comportando finalmente como un prestamista en última instancia y con bajos tipos de interés".

Sobre la deuda pública española -que superó en junio por primera vez el billón de euros- ha dicho que no se preocuparía tanto por ella, ni tampoco por reducir el déficit fiscal de manera inmediata, como precondición del crecimiento.

"Hay que darle la vuelta a los términos del problema. El crecimiento es necesario para resolver a largo plazo los problemas de endeudamiento público y déficit fiscal. Los países muy endeudados no lo pueden hacer a corto plazo y, si lo intentan, generalmente les va mal", ha dicho Calcagno.

En su opinión, los países europeos, "que tienen más margen de maniobra", y Alemania en particular, son los que tienen que liderar el proceso.

Para ello deben recuperar su demanda interna más rápido que los otros, y aumentar los salarios y los precios por encima del promedio regional para generar mercados a sus socios, ha recalcado Calcagno.