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La amenaza de los yihadistas persiste en una España más preparada tras el 11M

  • Jorge Fernández Díaz: "Existe un riesgo probable de atentado yihadista"
  • El mayor peligro está en los radicales salidos de España a combatir en Siria
  • Sin embargo, una tragedia como la del 11M es más difícil hoy en día

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Interior mantiene activo el nivel 2 de alerta por el riesgo de probable atentado

Una década después del 11 de marzo de 2004, la amenaza de que España sea objetivo de un atentado como el que sufrió entonces Madrid e hizo estremecer al mundo ha descendido notablemente, pero  nuestro país sigue en alerta porque ocupa un lugar destacado en el mapa yihadista no solo como un objetivo potencial, sino sobre todo como foco de captación de futuros terroristas. Tal es así que el mayor quebradero de cabeza de los servicios de Inteligencia no está en los posibles terroristas que anidan en España, sino en los que partieron de aquí y actúan en distintos países musulmanes.

En medio del recuerdo a las 192 víctimas mortales y cerca de 2.000 heridos por las bombas en cuatro trenes de cercanías, rebrota la cuestión primaria de si es posible a día de hoy otro 11M. Los expertos tienden a coincidir: "Un atentado de esas características es ahora más difícil que hace diez años, pero en modo alguno se puede decir que la amenaza del  terrorismo yihadista esté erradicada", sintetiza a Efe Fernando Reinares, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Sin embargo, el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), que depende del Ministerio del Interior, considera "alta" la amenaza de atentado islamista en España, por lo que mantiene activado en los últimos años el nivel 2 de alerta en el plan de prevención antiterrorista, que significa que "existe un riesgo probable de atentado terrorista" que "compartimos con la mayoría de países de nuestro entorno", según ha precisado el propio ministro, Jorge Fernández Díaz.

Sin embargo, no es la misma Al Qaeda la que estuvo detrás del 11M que la que podría instigar hoy en día un nuevo ataque terrorista. "Los atentados del 11M supusieron en la práctica un punto de inflexión en la situación de Al Qaeda", afirma a RTVE.es Luis de la Corte, director del área de estudios estratégicos y de inteligencia del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad de la Universidad Autonóma de Madrid.

Este investigador recuerda que tras estos ataques y los de Londres del 7J en 2005, "Al Qaeda no ha completado un atentado similar en suelo occidental, lo que significa que el 11M ha sido el culmen de la amenaza yihadista para Europa. Después, su capacidad para atentar en Occidente se ha visto muy mermada".

España hace de la necesidad virtud

Ello es fruto en buena parte de que tanto España como la comunidad internacional han ido corrigiendo los errores que en el pasado permitieron la planificación, preparación y ejecución del mayor atentado en la historia de España y el segundo en Europa, después del de Lockerbie (Escocia) en 1988, que provocó 270 muertos. En palabras del ministro del Interior, "en España hemos hecho de la necesidad virtud".

Básicamente, han crecido las capacidades de inteligencia de los Estados: ha aumentado la coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y entre los de distintos países. Destaca en el caso de España la cooperación antiterrorista con Francia y Marruecos. Esta última permitió descabezar en 2013 una red que captaba y enviaba yihadistas a Siria en Ceuta, uno de los principales focos de radicalización en la actualidad, como lo son también Cataluña, la costa levantina y las grandes capitales (Madrid, Barcelona, Valencia).

10 años del 11M - Cambios en la seguridad en España - Escuchar ahora

La creación de organismos de coordinación antiterrorista, instrumentos de cooperación internacional y los cambios legislativos que permiten una persecución más eficaz de estos delitos han contribuido también a reforzar la lucha contra el terrorismo yihadista, junto a las necesarias políticas de prevención, de modo que ahora las amenazas pasan menos tiempo inadvertidas y son neutralizadas con mayor eficacia.

En estos diez años se han multiplicado tanto las detenciones de yihadistas -105 hasta 2004, 472 en los últimos diez años desde el 11M, según datos de Interior- como los efectivos, que se han quintuplicado hasta los 2.800 agentes especializados en la lucha contra el terrorismo yihadista, además del trabajo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) [Gráfico: Los condenados por el 11M].

Riesgo de un nuevo 11M

Sin embargo, la posibilidad de atentar en España persiste y la prueba está en los numerosos planes de atentados desbaratados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hasta la fecha.

El experto en terrorismo internacional Fernado Reinares advierte de que individuos relacionados con Al Qaeda discurren por nuestro país  tratando de mantener vivas estructuras que pueden ser activadas en un  medio o largo plazo.

España sigue siendo un objetivo, presente de forma recurrente en las proclamas de Al Qaeda y sus filiales en el Magreb o en Siria. En los últimos años España se viene mencionando de forma creciente en internet aludiendo al deber religioso de recuperar Al Andalus, así como otros lugares comunes del argumentario yihadista, que identifica a España con un país aliado que ha participado en operaciones en países musulmanes, lo cual daría justificación a sus acciones violentas.

"Es cierto que entre la propaganda y la acción hay una gran distancia, pero tal y como funcionan estos grupos, el riesgo existe en que las menciones a España sean tomadas en serio como señalamientos por células o individuos independientes que traten de llevarlos a cabo", sostiene el profesor De la Corte.

Según un estudio del Instituto Elcano, los terroristas yihadistas en España pasan completamente desapercibidos y están integrados en la sociedad.

El lobo solitario, entre el mito y la realidad

Surge en este punto el temor a un modus operandi emergente, el del llamado lobo solitario, individuos radicalizados que atentan por sí mismos sin apoyo de ninguna organización, con diversos y recientes ejemplos en ToulouseLondres, o Boston.

En la década de los años 2000, 44 individuos perpetraron masacres en EEUU. Es el perfil del "lobo solitario", individuos metódicos, con gran conocimiento armamentístico y que sienten un profundo odio.

"Existen, son un elemento a controlar, es indudable, pero no es la única ni la principal amenaza terrorista ante la que nos enfrentamos", considera Luis de la Corte.

"Lo que muchas veces se presenta como lobo solitario resulta que no lo es tanto"

"Lo que muchas veces se presenta como lobo solitario resulta que no lo es tanto", añade. "Y normalmente los atentados que perpetran individuos de forma independiente son menos letales que los de un grupo organizado, pero no deben pasar tampoco desapercibidos", como ilustra el caso de Anders Breivik en Noruega, responsable de 77 muertes en un ataque con armas y explosivos.

El investigador Fernando Reinares desinfla también el peso relativo del lobo solitario, una figura que considera "sobreestimada" en lo mediático y que "no se ha revelado como una  tendencia".

"Estas personas buscan  el paraguas de alguna organización que les proporcione entrenamiento y  les ponga en contacto con otros correligionarios, siempre bajo una  estrategia y un liderazgo establecidos". Un reciente estudio del Real Instituto Elcano, dirigido por Reinares, describe los patrones del proceso de radicalización de un yihadista en España.

España, punto de partida ¿y regreso? de yihadistas

Antes de los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, España era para este terrorismo una base  logística, de reclutamiento, de financiación y de retaguardia para los  yihadistas que operan en otras partes del mundo, una cantera de voluntarios y un emisor de propaganda hacia zonas en conflicto. De la célula de Al Qaeda en nuestro país que encabezaba Abu Dahdah,  dedicada al reclutamiento y la financiación, acabó saliendo el  germen del 11M, pese a ser desmantelada en 2001.

Los expertos en seguridad señalan de nuevo el peligro de los denominados combatientes extranjeros, personas reclutadas en España que viajan a Siria para enrolarse en los brazos armados de Al Qaeda en aquel país, el Frente Al Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante.

El mayor riesgo a medio plazo es el posible regreso a España de yihadistas combatientes en Siria

Fuentes policiales calculan que una veintena de españoles o residentes en España se han unido a estas organizaciones desde el comienzo de la guerra en marzo de 2011, aunque otras fuentes consultadas por Efe elevan esta cifra.

Qué va a pasar con las personas que se han radicalizado en  España y que han ido a combatir a Siria cuando regresen es el interrogante que inquieta a los servicios de Inteligencia españoles y en general a todas las agencias de seguridad europeas.

"Si el conflicto acaba, estas  personas, que han recibido formación al amparo de grupos yihadistas, buscarán otro escenario donde actuar -no necesariamente en Europa, pero es  una de las posibilidades-, y vendrían a cubrir la falta de experiencia  que no tienen las personas radicalizadas que están en España", señala el profesor De la Corte, que subraya el riesgo que supone un terrorista "profesional", que ha aprendido la práctica y que aporta sus habilidades a radicales motivados pero no capacitados.

"Hay que aprender de la experiencia pasada, cuando fuimos base de  reclutamiento de la yihad de otras partes del mundo. Como consecuencia,  se va acumulando el número de personas identificadas con el ideario  yihadista y con recursos para atentar, y crece la probabilidad de que, cuando sea posible atentar  en España, lo hagan", concluye. Es lo que pasó en 2004 en Madrid y es lo que se intenta que no vuelva a ocurrir.