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Cáritas ya atiende a tantos españoles como inmigrantes en su programa de orientación al empleo

  • Perfil: mujer española o inmigrante de bajo nivel cualificado, entre 36 y 45 años
  • En 2009 empezó a revertirse y en 2012 los españoles tendidos fueron el 48%
  • Son datos que recoge la Memoria Anual de los  Programas de Empleo de Cáritas

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Por primera vez, Cáritas atendió en 2012 a casi a tantos españoles como extranjeros en su servicio de orientación laboral. En total, 81.613 personas acudieron buscando orientación. La ONG da este dato el mismo día que la EPA revela que la tasa del paro ha subido hasta los 6.202.700 personas.

Se consolida así una tendencia que se  viene apuntando desde el año 2009, cuando la proporción entre  nacionales y foráneos atendidos por la organización comenzó a  invertirse, según los datos que recoge la Memoria Anual de los  Programas de Empleo presentada este jueves.

En concreto, la población española atendida en los programas de  empleo representaba el 25% de los beneficiarios en 2009, el  31% en 2010 y el 39% en 2011. El año pasado, los  nacionales ya fueron el 48%, por lo que "ya se puede decir  que se ha equiparado el porcentaje de atendidos en cuanto al origen  de las personas".

Mujeres de mediana edad y bajo nivel formativo

Así lo ha explicado en rueda de prensa el Coordinador del Equipo  de Promoción de Derechos y Economía Solidaria de Cáritas, Feliz  Miguel Sánchez, quien ha comparecido junto a la directora del Area de  Desarrollo Social e Institucional de la organización, Ana Abril, para  concretar que el perfil mayoritario del usuario de estos servicios  sería el de una mujer española o extranjera, con baja cualificación y  una edad entre 36 y 45 años.

No obstante, además del cambio en la proporción de españoles, la  organización detectó que el año pasado se "invirtió la tendencia" por  la que el peso de las mujeres entre el total de usuarios era cada vez  mayor.

Según la memoria, se debe a la incorporación al servicio de  1.196 personas en 2012, de las que 1.160 eran hombres. De este modo,  las mujeres son el 67% de los beneficiarios, un 1% menos que en 2011.

Más gente cualificada buscando empleo

Otro de los cambios tiene que ver con la formación, ya que cada  vez hay gente más cualificada buscando empleo mediante Cáritas. En  2011, sólo el 15% de los usuarios tenía estudios que superasen la  Secundaria y un año después, esta cifra casi se duplica: el 29% de  los beneficiarios tienen Bachillerato, FP o superior (24%) o estudios  universitarios (5%), aunque las personas con formación básica siguen  siendo mayoría (63%).

Para Sánchez, este incremento de personas cualificadas tiene que  ver con que "la mancha de aceite sigue creciendo y cada vez afecta a  más sectores de nuestra sociedad".

"La falta de formación no es el  principal problema de nuestros parados, sino la falta de oferta, de  sistema productivo y de actividad económica", ha señalado, para  incidir en que ante esta situación, "la formación ya no es un escudo  protector tan fuerte".

La mancha de aceite sigue creciendo

Según ha dicho, se trata de "nuevos perfiles de gente que nunca se  había planteado acudir a Cáritas y que ahora lo hacen después de  agotar todos los recursos", es decir, en su mayoría, como ocurre con  los beneficiarios del servicio de orientación al empleo en general,  son personas que llevan en paro más de dos años.

En España, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, hay más de dos  millones de personas en esta situación.

También en línea con los datos de la EPA, el informe de Cáritas  arroja un 'envejecimiento' de los beneficiarios de su servicio de  orientación al empleo, pues se ha incrementado un 4%  la cifra de quienes se encuentran entre los 35 y los 65 años, que ya  son el 56% del total -el 31% tiene de 36 a 45 años y el 25% de 45 a  65-.

"Es el sustentador principal de la familia el que está en  desempleo. Está en su plenitud laboral y sin embargo se encuentra en  casa", ha lamentado Sánchez.

"No son parados pasivos"

En cuanto al programa en sí, el 16% de los beneficiarios  (13.318 personas) lograron acceder a un puesto de trabajo, mismo  porcentaje que el año anterior y un 4% menos que en 2010. Desde el  año 2007, un total de 483.493 personas han pasado por los servicios  de empleo de Cáritas y de ellos, un 17% consiguió su  inserción laboral.

La organización incide en que las personas que acuden a Cáritas  son personas que buscan activamente empleo y que se esfuerzan por  conseguirlo. "Buscan incansablemente cualquier oportunidad laboral  (...) y se forman", ha asegurado Sánchez, para descartar el tópico  del "parado pasivo" que se limita a cobrar la prestación.

En esta línea, el año pasado se realizaron 791 acciones formativas  para 12.662 personas, que en un 36% de los casos incluían prácticas  en empresas, y se desarrollaron acciones de autoempleo que  beneficiaron a 96 usuarios de los que nacieron 37 iniciativas en este  sentido.

En total, los Servicios acogida, información y orientación laboral  atendieron en todo el país a 67.226 personas y sólo en materia de  intermediación laboral se prestó servicio a 14.973 ciudadanos, se  estableció contacto con 7.050 empleadores y se gestionaron 5.864  ofertas de trabajo.

Sánchez ha incidido en la importancia del acompañamiento que  realiza la organización porque más allá del número de personas  atendidas -"no queremos batir ningún récord"-, en Cáritas preocupa  atender "con calidad y calidez" a los usuarios. "No se trata de  llegar a cuantos más mejor", ha añadido Abril.

Se pide "respeto" y "comprensión"

La memoria de Empleo recoge este año toda una recopilación de  testimonios de personas que han pasado por Cáritas para 'poner cara'  a la realidad del paro en España. A estos usuarios se les ha  preguntado además, qué piden tanto a los gobernantes como a las  empresas y a la propia sociedad para destacar que en la mayoría de  los casos lo que se pide es "respeto" y "comprensión".

"Que no se les culpabilice", que la sociedad "se responsabilice de  los más débiles", "que se replanteen los valores", que "se ponga en  primer lugar a las personas y sus derechos", que "los recortes no  empiecen por los servicios básicos de los ciudadanos", que se les de  "un trabajo y no dinero" o que se aplique "más transparencia en la  gestión pública", son algunas de sus demandas.