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Bruselas anuncia que el BCE supervisará todos los bancos de la zona euro

  • Esa supervisión única es la condición para que los bancos reciban ayudas directas
  • Los nuevos poderes del BCE se incluyen en la propuesta de la Comisión Europea
  • Berlín insiste en que controle solo a los grandes bancos, y no a las cajas
  • El texto se presentará el próximo 12 de septiembre

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El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, ha anunciado que el Banco Central Europeo (BCE) supervisará los más de 6.000 institutos crediticios que conforman el sistema financiero de la zona del euro.

Si los gobiernos de la zona del euro y el Parlamento Europeo  aprueban la propuesta de la Comisión, "los bancos en apuros podrán  financiarse a comienzos de 2013 directamente del Mecanismo Europeo de  Estabilidad (MEDE)", ha recordado Barnier.

De esta forma, las ayudas no pasarán por los Estados a los que pertenecen, que evitarán así asumir esos préstamos como propios y, por tanto, que contabilicen como deuda pública. España será uno de los países beneficiados por ese cambio, por el que presionó a sus socios europeos en la cumbre europea del pasado 29 de junio.

"Dotaremos al Banco Central de todos los instrumentos necesarios para que pueda controlar de manera efectiva los bancos", afirma Barnier en unas declaraciones que publica este viernes el rotativo alemán Süddeutsche Zeitung.

Control "obligatorio" para todos desde enero de 2014

Barnier señala que la supervisión bancaria empezará a funcionar de  manera escalonada y que ya el 1 de enero de 2013 "todos aquellos bancos que son apoyados por los fondos de  rescate serán controlados" desde el supervisor europeo.

"A partir del 1 de julio de 2013, se supervisará suplementariamente  a todos los grandes bancos de relevancia para el sistema y, a partir de  enero de 2014, la totalidad de los bancos", explica el comisario europeo  de Mercado Interior y Servicios Financieros.

El comisario europeo revela que la propuesta de ley se presentará oficialmente el 12 de setiembre y advierte de que el control central de todos los bancos de los 17 países de la zona del euro será vinculante y obligatorio.

Tras comentar que los países de la Unión Europea que no forman parte aún de la Unión Monetaria podrán sumarse voluntariamente a ese control, Barnier rechaza las exigencia alemanas de que la supervisión solo afecte a los grandes bancos, los mas relevantes para el sistema financiero.

Berlín pretendía limitar la supervisión central europea a los 45 grandes bancos de la eurozona, y dejar fuera a las entidades más pequeñas, como sus cajas de ahorro regionales, que no se han sometido a ninguna de las pruebas de solvencia -o test de estrés- realizadas en Europa desde comienzos de la crisis financiera.

En ese sentido, recuerda que precisamente bancos aparentemente de menor relevancia como Bankia, Northern Rock o Dexia solo han podido evitar la quiebra mediante "enormes operaciones de rescate estatales" y subraya que casos así no deben repetirse.

Alemania: "Por sentido común", no se puede vigilar a todos

Desde Alemania, sin embargo, se insiste en que el supervisor europeo debe solo vigilar los grandes bancos, esos que "pueden plantear un riesgo sistémico a nivel europeo", según defiende el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, en un artículo publicado este viernes en el Financial Times.

"Por sentido común", advierte Schäuble, "no se puede esperar un vigilante europeo que supervise directamente todas las entidades crediticias de la región de forma efectiva".

El responsable del área económica del gabinete de Merkel considera "crucial" que el nuevo sistema sea "realmente efectivo y no solo una fachada", para lo que considera que debe contar con "responsabilidades definidas claramente, poderes coercitivos y recursos adecuados".

También advierte de que el refuerzo del BCE para que se convierta en el supervisor bancario único -"una genuina transferencia de soberanía"- debe garantizar una "separación estricta" entre la toma de decisiones en la tarea de supervisión y los asuntos de política monetaria. "La presencia de esa muralla china facilitaría también que los miembros de la UE que no usan el euro participen en el sistema de supervisión", señala Schäuble.

En el artículo -publicado el mismo día que Barnier adelanta en la prensa alemana parte de la regulación propuesta por Bruselas-, el ministro germano reconoce que se debe controlar el sistema financiero: "La lección clave de esta crisis (...) es que la autorregulación y la supervisión suave no funcionan (...) Si se le deja funcionar con sus propios mecanismos, el mercado se autodestruirá".