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El escándalo de la manipulación de las tasas de interés se cobra dos víctimas más en Barclays

  • Cesan el consejero delegado y otro directivo tras hacerlo el presidente
  • El banco británico publica un e-mail que parece salpicar al regulador

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Dimisiones en la cúpula de uno de los principales bancos del mundo

El consejero delegado de Barclays, Bob Diamond, ha dimitido este martes ante las crecientes presiones políticas y de los accionistas para que se fuera del banco británico tras el escándalo por la manipulación del líbor, el índice con el que los bancos fijan su principal tipo de préstamos.

En un comunicado, Diamond, de origen estadounidense y uno de los banqueros más ricos del Reino Unido, ha reconocido que se iba por "las presiones externas", que "habían alcanzado un nivel que amenazaba con dañar la reputación de la entidad".

Antes que él dimitió, el lunes, el presidente, Marcus Agius, y posteriormente lo ha hecho, también este día, el director de operaciones de Barclays, Jerry del Missier que fue mano derecha de Diamond entre 2005 y 2008, cuando ambos trabajaron en la división de banca de inversión Barclays Capital, donde se fraguó la manipulación del líbor.

Comparecencia y petición de investigaciones

Este martes se ha sabido además que esa manipulación pudo haberse producido tras un malentendido de Diamond con el Banco de Inglaterra, según la transcripción de Diamond de una supuesta conversación telefónica de la que se espera que se ofrezcan más detalles este miércoles, cuando el banquero comparezca ante la comisión del Tesoro del Parlamento.

La dimisión de Diamond, a quien el exministro laborista Peter Mandelson describió en 2010 como "la cara inaceptable de la banca" por su desmedida ambición, ha sido aplaudida por el Gobierno británico, que se esfuerza por actuar con firmeza en una crisis que amenaza con salpicar a la clase política.

La marcha del banquero "es la decisión correcta para el banco y para el país", que basa gran parte de su economía en el sector financiero, ha declarado el ministro de Economía, George Osborne, quien ha confiado en que el gesto sea "el primer paso hacia una nueva cultura de responsabilidad". El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha señalado que la medida era "necesaria y correcta", pero insistió en su petición al Ejecutivo de que autorice una investigación presidida por un juez sobre las prácticas corruptas del sector bancario.

Para evitar ese tipo de pesquisa, el primer ministro, el conservador David Cameron, anunció el lunes otra más limitada que efectuará una comisión multipartita del Parlamento para examinar la conducta bancaria que posibilitó la manipulación del Libor. Paralelamente, otra investigación más técnica analizará el método de cálculo del líbor --tipo de interés interbancario fijado a diario en Londres bajo la supervisión de la Asociación de Banqueros-- a fin de legislar para mejorarlo y penalizar a quienes lo manipulen.

Ante la polémica por el tipo de investigación, el Gobierno ha convocado para el jueves una votación en la Cámara de los Comunes para que los diputados decidan si prefieren la propuesta oficial o la alternativa laborista, aunque se prevé que se imponga la primera.

Otro golpe a la credibilidad del sector

El escándalo se desató la semana pasada cuando Barclays fue multado por los reguladores del Reino Unido y Estados Unidos con 290 millones de libras (360 millones de euros) por manipular el Libor y su equivalente europeo Euribor entre 2005 y 2009, en un caso que afecta también a otros bancos. Los agentes de Barclays, que entonces dependían directamente de Diamond como jefe de Barclays Capital, falsificaron los tipos para su beneficio económico y para, en plena crisis crediticia en 2008, dar una imagen de fortaleza financiera del banco ante sus rivales.

Otros bancos británicos e internacionales están siendo investigados, entre ellos HSBC y Royal Bank of Scotland (RBS) --propiedad del Estado británico en un 84 %--, el estadounidense Citigroup o el suizo UBS. Además de la investigación por parte de los reguladores financieros, la oficina británica contra el fraude ha anunciado que estudiará el caso para ver si se pueden presentar cargos criminales contra los infractores.

Con una fortuna personal calculada en 105 millones de libras (130 millones de euros), Bob Diamond, de 60 años, fue nombrado en 2011 el consejero delegado mejor pagado de las empresas que cotizan en la Bolsa de Londres. Antes de asumir en 2010 la dirección de Barclays, el banquero, que entró en la entidad en 1996, se labró buena fama con la compra de las operaciones estadounidenses de Lehman Brothers, en el pico de la crisis financiera de 2008-09.

Con un sueldo de casi 21 millones de libras (26 millones de euros) el año pasado, Diamond nunca ha eludido la controversia y hace unos meses indignó al Parlamento al afirmar que había llegado a su fin "el tiempo de remordimiento y contrición" de los banqueros, por su papel en la crisis financiera mundial.

Su dimisión ha causado este martes una subida inicial de las acciones de Barclays en la Bolsa de Londres, que sin embargo han cerrado con un retroceso del 0,80%.