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ANÁLISIS

Storify, un compositor de historias sacadas de las redes sociales

  • Permite redactar y difundir artículos con información de redes sociales
  • Cualquier persona puede redactar noticias conforme estas suceden
  • Se puede utilizar libremente desde el navegador web

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No es necesario "salir fuera" para encontrar nutrientes con los que alimentar una historia en Storify. Basta con elegir las fuente
No es necesario "salir fuera" para encontrar nutrientes con los que alimentar una historia en Storify. Basta con elegir las fuente

Storify es una plataforma online que funciona como un mezclador de noticias, o más bien como un modelador: permite que cualquier persona pueda componer un artículo, una noticia o una historia desarrollada utilizando como fuente la información que fluye a través de distintas redes sociales: Twitter, Facebook, YouTube, Flickr, Instagram,...

Así los tuits, las actualizaciones de estado, enlaces, vídeos o fotografías que tratan el mismo tema o guardan relación entre sí se convierten en piezas de construcción que, convenientemente unidas, articulan una historia contextualizada y coherente. 

El acceso a la herramienta de publicación y a la información se puede realizar directamente desde la web de Storify. O desde la aplicación para iPad disponible desde hace unos días, lanzamiento que fue, cómo no, convenientemente "storificado" al mismo tiempo que se daba a conocer.

De este modo ni siquiera es necesario "salir fuera" para encontrar nutrientes con los que alimentar una historia. Basta con elegir las fuentes, filtrar por usuarios, palabras claves (o #hastag) para ir viendo en tiempo real todo lo que se comenta y se dice.

Cualquier elemento (texto, enlace, fotografía o vídeo) se puede incorporar "arrastrándolo al folio en blanco" conforme aparece en los medios sociales.

Historias contadas mientras suceden

Un ejemplo es el artículo A detailed inventory of reporter arrests at Occupy protests, dedicado a las detenciones de periodistas durante las protestas que tuvieron lugar hace un par de meses en distintas ciudades de EE UU, comenzando por la zona de Wall Street en Nueva York.

En aquel momento el periodista Josh Stearns pudo detallar el suceso prácticamente al tiempo que ocurría y en tanto la información llegaba a través de Twitter contada por los afectados y testigos que estaban allí, viviéndolo en primera persona, con sus smartphones y tablets.

Otro ejemplo de "redacción en tiempo real" es el caso del artículo Live tweeting an open heart surgery que relata un intervención quirúrgica a corazón abierto conforme sucede, ilustrada con fotografías y vídeos y con la información que llega directamente desde el quirófano.

Rescatar información valiosa del “torrente social”

Pero también se puede utilizar Storify de una forma más de andar por casa. Por ejemplo para rescatar y dar forma a una conversación o discusión en Twitter que pueda existir de forma atomizada, desperdigada entre varias decenas tuits escritos por varias personas.  

Puede que algunos de esos tuits contengan además enlaces y fotos y vídeos que aunque sumen elementos de interés si nadie los rescata en un formato más clásico y natural se acabarán perdiendo como lágrimas en la lluvia.

En cuestión de minutos se puede componer un artículo que recopila lo más relevante

Con Storify en cambio se puede componer en cuestión de minutos un artículo que recopile todo eso, al menos lo más relevante, salvándola del torrente que no cesa.  

Un aspecto interesante de Storify es que la publicación del artículo resultante no se limita imperativamente a la propia plataforma de publicación. La pieza o el artículo puede incrustarse en cualquier otro medio online o blog, del mismo modo que si fuera un vídeo de YouTube.

De ese modo, aunque el usuario de Storify disponga ya de su propio medio online –sea un periódico digital o un blog–, puede utilizar Storify para luego trasladar el resultado a su propio medio para su difusión. 

Más utilidad le pueden encontrar aquellos usuarios que  habitualmente participan activamente en redes sociales. Pero que no disponen de nigún otro medio o plataforma de publicación on-line y que ocasionalmente necesitan poner en orden un tema, extenderse o comunicarse en un formato más clásico y amplio y, sobre todo, capaz de sobrevivir al ritmo frénetico de las redes sociales.