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El Gobierno alemán critica la actitud de EE.UU. respecto a la compra de Opel

  • EE.UU. reivindica 300 millones de euros en ayuda adicional para Opel
  • El ministro de Finanzas,Peer Steinbruck, ha expresado su "decepción" tras la reunión
  • Ahora sólo quedan dos grupos en pie para hacer frente a la posible compra de Opel
  • Berlín está a la espera de una respuesta antes del viernes por parte de EE.UU.

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Después de que el consorcio automovilístico estadounidense General Motors acordara separarse totalmente de su filial alemana Opel y dejar el camino libre a un posible comprador, ahora se busca un inversor sólido que pueda hacer frente a la viabilidad de Opel.

El Gobierno alemán ha criticado la actitud de EE.UU. que reivindica 300 millones de euros en ayuda adicional para la filial alemana de General Motors.

El ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbruck, ha expresado su "decepción" al final de una reunión celebrada este miércoles en Berlín, que comenzó alrededor de las 19.00 hora local del miércoles y ha terminado en torno a las 5:00 de este jueves.

En la reunión han estado presentes la canciller Angela Merkel y varios de sus ministros con los potenciales inversores, un representante del gobierno de EE.UU. y de GM Europa.

Berlín está a la espera de una respuesta antes del próximo viernes por parte de las autoridades de Estados Unidos para llegar a un acuerdo sobre el futuro de Opel, según ha informado el ministro de Economía Karl-Theodor zu Guttenberg. 

De los cuatro pretendientes que se mantenían en pie para hacer frente a la oferta, sólo permanecen vigentes dos, el fabricante italiano Fiat y el proveedor canadiense Magna. El grupo estadounidenese Rippelwood, se ha quedado fuera de juego al igual que el fabricante chino de Beijing Industria Automotriz Holding (BAIC). 

Según los medios de comunicación alemanes, el objetivo del gobierno de Merkel es obtener garantías de al menos uno de ellos para lanzar la solución de una entidad fiduciaria que cubriría con los riesgos de un crédito de transición estimado en, al menos, 1.500 millones de euros.

La última palabra la tendrá el gobierno de EE.UU., pero el papel de Berlín en la búsqueda de una solución para Opel es determinante, ya que es principal avalista de los créditos que precisará la filial europea de GM para esa transición.

El gobierno de Merkel se había marcado el objetivo de conseguir la separación de Opel para que la crisis de la casa matriz no arrastrara a la empresa.

En un comunicado, difundido tras una reunión extraordinaria del consejo de vigilancia, se dejaba constancia de que ello incluía la transmisión de plantas, fábricas, patentes, derechos y tecnología, y que Opel estará preparada para una solución fiduciaria.

Opel tiene fábricas en Alemania, Suecia, España, Reino Unido, Polonia y Bélgica, con un total de 52.000 empleados, de los cuales 25.000 corresponden a las plantas germanas.