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Croacia 2-1 España | Las claves

Pérdidas de balón y bajón físico, las claves de la derrota de España ante Croacia

  • La Roja pecó de multitud de pérdidas en campo propio y de transiciones lentas
  • El penalti que falló Ramos hubiera supuesto un empate de liderato de grupo
  • Ahora, España va por el cuadro de los favoritos: Italia, Alemania y Francia
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Ramos tras fallar el penalti ante Croacia.
Ramos tras fallar el penalti ante Croacia.

La Roja ha pasado de postularse como la selección que mejor fútbol estaba haciendo en la Euro de Francia 2016, tras ganar con un gran fútbol a Chequia y Turquía, a pasar como segunda del grupo D, tras perder ante Croacia (2-1), con malas sensaciones inlcuidas y un cuadro nada deseable para los intereses españoles.

Ahora, el camino de rosas a la final se ha tornado en camino de espinas. De ir por el cuadro, a priori, sencillo, ahora toca batirse en octavos con Italia, un hueso muy duro de roer. Si se pasa ese trance, luego espería en cuartos Alemania y Francia, en semis, si todo transcurre como es de esperar, siempre que la diosa fortuna no tenga otros planes.

Muchas pérdidas de balón en el centro del campo: Este ha sido el pecado mayor de la selección española ante Croacia. Los croatas, que salieron sin cinco titulares, basaron su juego en presiones altas y recuperaciones en el centro del campo que generaban superioridades en sus ataques. Sin necesitar de muchas oportunidades, han sabido aprovechar las que han tenido.

Busquets perdió muchos balones e Iniesta tuvo menos frescura que en los dos encuentros anteriores, donde marcó las diferencias y le valió para salir elegido ante Chequia y Turquía como mejor jugador del partido.

Del Bosque intentó solucionar la inestabilidad en el centro del campo con la salida de Bruno Soriano para formar pareja en el doble pivote con Busquets. La solución parecía la lógica y adeucada, pero no surtió el efecto deseado.

Además de la viveza croata, hay que destacar por encima del bloque a Perisic, que se fue del partido con la asistencia en el primer gol y él mismo hizo el segundo, el de la victoria, asumiendo los galones de Modric, que no jugó por precaución.

Ramos falló un penalti y De Gea no estuvo acertado en el 2-1: El capitán de la selección española no tuvo su mejor noche sobre el césped de Burdeos. Ramos se dejó ganar la espalda en la acción del primer gol ante Kalinic y luego falló un penalti en la segunda mitad, cuando el choque iba 1-1.

En general, el de Camas se vio justo físicamente e impreciso. Le puso ganas pero siempre llegaba un paso por detrás del rival. Además, dispuso de un córner puesto por Silva para haber hecho el 1-2, pero sin nadie que le estorbase, mandó su testarazo con la cabeza fuera.

Tampoco tuvo su día De Gea, el meta español tuvo que intervenir poco durante los 90 minutos, pero cuando tuvo que ser decisivo, no lo fue. En la contra de Croacia en el 2-1, Perisic batió por raso al meta del United con un disparo raso al primer palo, sitio que debía estar bien cubierto por De Gea.

El portero titular de la selección pudo hacer más para evitar el gol de la remonatda croata. Se esperaba un tiro cruzado y descuidó su palo.

El calor le pasa factura a España: El calor de Burdeos ha pasado más factura de la deseada a España, que llegó muy justa al final del partido. La presión de los croatas terminó por descolgar a la selección en las acciones defensivas. En los minutos finales, los croatas llegaban con los mismos hombres al ataque que España tenía en defensa. El equipo de Del Bosque se rompía en el centro del campo.

Transiciones lentas: España ha terminado el partido con un 60% de posesión, por el 40 de los croatas. La mejor defensa de la Roja es tener el balón, ya que evita que le hagan ocasiones.

Pero ha pasado de crear mucho peligro en la primera media hora de partido, con la conexión Silva-Fábregas, a tener posesiones largas muy lejos de la meta croata, lo que propiciaba demasiadas pérdidas de balón por esa falta de frescura, fruto del desgaste físico del paso de los minutos. Además, costó mucho terminar las jugadas en la meta rival.