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Liga | Racing 0-3 Mallorca

El Mallorca golea a un Racing que se asoma a Segunda (0-3)

  • El Racing se sitúa como colista tras quedar en evidencia ante el Mallorca (0-3)
  • A los 20 segundos ya ganaban los visitantes que casi aseguran la permanencia
  • Silbidos y cánticos contra la directiva del equipo por parte de la afición cántabra
  • Datos y estadísticas del Racing 0-3 Mallorca en RTVE.es

Por
RACING DE SANTANDER-MALLORCA
El delantero del Mallorca, Emilio Nsue, celebra el primer gol de su equipo ante el Racing de Santander.

Ficha técnica

0.- Racing de Santander: Sotres; Arana, Bernardo, Torrejón, Osmar (Munitis, min 54), Christian; Gullón (Colsa, min 46); Rivero, Edu Bedia (Babacar, min 65), Luque; y Stuani.

3.- Mallorca: Aouate; Cendrós, Ramis, Nunes (Crespi, min 63), Cáceres; Tisone (Tejera, min 67), Pina (Bigas, min 74); Nsué, Alfaro, Chori Castro; y Víctor.

Goles: 0-1, min 1: Nsué. 0-2, min 46: Chori Castro. 0-3, min 53: Alfaro.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Osmar, Luque y Gullón por el Racing y a Chory Castro por el Mallorca.

Incidencias: Campos de Sport de El Sardinero ante 9.385 espectadores.

El Mallorca dejó la permanencia prácticamente asegurada goleando (0-3) y poniendo en evidencia a un Racing que hace aguas por todas sus líneas y que acaba la jornada como colista de la categoría, con un pie y medio en Segunda División, ya que está a 10 puntos de la salvación a falta de seis jornadas. [Datos y estadísticas del Racing 0-3 Mallorca en RTVE.es]

Un equipo roto

Álvaro Cervera continuó con sus pruebas para tratar de enderezar el rumbo de un equipo completamente roto y dejó en el banquillo a habituales titulares como Álvaro, Colsa, Munitis y Adrián, más Jairo y Babacar; para hacer debutar en Primera a Quique Rivero, y dar minutos a otros como Oscar y Luque, que apenas han jugado.

Además, en la portería salió Dani Sotres, quien jugó el lunes sus primeros minutos con el primer equipo, obligado por la lesión de Mario Fernández, sustituto a su vez de Toño.

Y también Caparrós sorprendió dejando fuera a Pereira y Hemed, para sacar Nsue y Alfaro, además de a Pina que sustituyó al lesionado Martí. Y no pudo ser titular el joven Álvaro Jiménez, al lesionarse, en el quinto metatarsiano, subiendo la escalera del hotel, apenas dos horas antes del inicio del partido.

Al Mallorca le bastaron escasos 20 segundos para adelantarse en el marcador ayudado por un error de Gullón en la línea de medios, que aprovechó Nsué para internarse entre los centrales, superar a Sotres en su tímida salida y marcar a puerta vacía.

El Racing trató de sobreponerse al duro mazazo, pero sólo Luque parecía tener las ideas claras en un equipo sin argumentos ofensivos y que se veía incapaz de dar tres pases seguido, con lo que el Mallorca controlaba el juego sin tener que emplearse a fondo.

No obstante, el Racing pudo empatar en una contra de Stuani, que el uruguayo trató de resolver con una vaselina sobre Aouate, que se estrelló en la base del poste. Poco después, el Mallorca replicó con un lanzamiento lejano de Tisone, que repelió el larguero.

El Mallorca, permanencia en el bolsillo

El comienzo de la segunda parte fue un calco del de la primera y al Mallorca le bastó con imprimir un poco de velocidad para dejar en evidencia al Racing, con un pase desde la banda derecha de Víctor a Chori Castro, que tuvo tiempo para controlar en el punto de penalti y batir a Sotres con un tiro suave y colocado a la base del poste. Solo se había jugado un minuto de este periodo.

Después de que Edu Bedia dispara al larguero, el Mallorca incrementó su ventaja con un tanto de Alfaro, que aprovechó un rechace de la madera, en un remate de cabeza de Nsué.

A partir de ahí, parte del escaso público que acudió al Sardinero abandonó el estadio y, al menos, así dejaron de oirse los pitos y cánticos contra el palco que se escucharon durante casi todo el encuentro.

La última media hora del partido fue de mero trámite, porque el Racing era incapaz de trenzar una jugada de cierto peligro y el Mallorca se limitó a defender el resultado, sin tratar de hacer leña del árbol caído.