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El Espanyol frena al Barça en un derbi intenso (1-1)

  • Cesc Fábregas adelantó a los azulgrana en la primera parte
  • Los 'pericos' empataron casi al final con un gol de Álvaro
  • Turienzo Álvarez no vio unas manos de Rodríguez en el área
  • Datos y estadísticas del partido Espanyol 1-1 FC Barcelona

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Cesc Fábregas trata de llevarse el balón ante la oposición de Héctor Moreno
Cesc Fábregas trata de llevarse el balón ante la oposición de Héctor Moreno

Ficha técnica:

1 - Espanyol: Cristian Álvarez (Kiko Casilla, min.81), Raúl Rodríguez, Amat, Héctor Moreno, Dídac, Romaric (Álvaro Vázquez, min.64), Forlín, Weiss (Javi López, min.46), Thievy, Verdú y Sergio García.

1 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Messi, Cesc (Keita, min.85) y Alexis (Pedro, min.71).

Goles: 0-1: Cesc, min.15. 1-1: Álvaro Vázquez, min.86.

Árbitro: Turienzo Álvarez (Colegio castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Messi (min.13), Romaric (min.45), Raúl Rodríguez (mi.70), Álvaro Vázquez (min.76), Amat (min.90) y Forlín (min.90+1).

Incidencias: Partido de la decimoctava jornada disputado en el estadio de Cornellà-El Prata ante 35.122 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto por el doctor Salvador Oliveras, quien fuera médico del Espanyol durante más de treinta años y que ha fallecido recientemente.

El Espanyol sufrió para lograr el empate frente al Barça (1-1), que se adelantó por medio de Cesc Fábregas y luego apenas pudo resistir el acoso de los 'pericos' en un derbi intenso y de buen fútbol. El conjunto local, hermanado con el Madrid por sus aficiones, echa una mano a los blancos, que ven aumentada su ventaja a cinco puntos. [Datos y estadísticas del Espanyol 1-1 FC Barcelona]

Resultado justo, incluso corto por las ocasiones, las ganas y el juego del Espanyol, aunque con el reglamento en la mano el Barça se acordará de unas manos de Raúl Rodríguez dentro del área en el minuto 91.

Todos los ingredientes de un derbi tenso y disputado, que deja a unos y otros con un sabor agridulce por distintas razones. El mejor bocado se lo llevan los aficionados al fútbol, sobre todo los del Espanyol y el Madrid, gracias al espectáculo visto en Cornellà El Prat.

Estadísticamente, es un nuevo tropiezo del conjunto azulgrana fuera de casa y otro empate que cede después de ir por delante, como en Anoeta frente a la Real.

Parecía que iba a ser distinto al inicio, con un Espanyol que salió algo temeroso y cediendo errores de bulto en defensa. No obstante, la primera ocasión clara fue para los de Pochettino a los cinco minutos; Verdú lo intentó por dos veces, de cabeza y con el pie, pero se encontró con Valdés y Piqué, respectivamente.

La buena impresión que ofrecían los locales por arriba la emborronaban abajo con regalos a la delantera culé. Pero no fue el día ni de Messi ni de Alexis.

El primero anuló el gol de Cesc por una mano, cuando había recogido el regalo del meta Cristian Álvarez en un mal despeje. La mano fue y Turienzo anuló correctamente el gol.

El otro regalo llegó por una cesión mal calculada de Raúl a Cristian, que aprovechó Alexis para plantarse mano a mano con el portero espanyolista, pero en esta ocasión sí que estuvo acertado.

Cesc adelanta al Barça

Al cuarto de hora de partido llegó el gol del Barça, en una internada de Alves que se la puso de cabeza a Cesc en una llegada desde la segunda línea, muy al estilo Premier. El de Arenys de Munt fue, junto a Iniesta, de lo mejor del campeón de Europa en la primera parte.

Pero el gol, lejos de acomplejar al Espanyol, provocó la reacción del equipo y una conjunción con la grada de Cornellà como no se había visto en otras temporadas. Espoleados por el público local, los de Pochettino combinaban las jugadas de ataque con un estilo muy parecido al del Barça de Guardiola.

Con presión sobre la zaga azulgrana y toque, se fueron sucediendo las ocasiones, que no se convertían en gol por un exceso de construcción en los metros finales. Sergio García y Thievy volvían locos a Puyol y Piqué con su movilidad, pero los huecos que abrían no eran del todo aprovechados por sus compañeros.

Ambos atacantes, así como Verdú e incluso el eslovaco Weiss, tuvieron el empate en sus botas aunque Valdés solo se tuvo que estirar en una ocasión a tiro de Sergio desde fuera del área; el resto se fueron desviados.

La defensa espanyolista corrigió errores, pero el estirón del equipo hizo que el Barça tuviera algunas ocasiones a la contra en las botas de Iniesta y Cesc, que se encontraron con Cristian.

En el segundo tiempo el técnico del Espanyol dio entrada a Javi López por Weiss para dar más velocidad a los extremos, pero el cambio definitivo fue el de Álvaro por Romaric, que se había dejado el hígado en la contención. El centrocampista español, de perfil más ofensivo, fue determinante en la reacción final.

Los azulgrana, acorralados

El Barça se vio insólitamente acorralado en su área por un conjunto 'perico' cada vez más herido en su orgullo por las ocasiones falladas. Guardiola quitó a un desacertado Alexis por Pedro, buscando achuchar más a la contra.

El canario puso el susto en un par de internadas, una de ellas rematada por Messi al palo; tampoco tuvo su día el astro argentino en la previa de la gala del Balón de Oro, al que opta junto a su compañero Xavi Hernández.

Ni fue el día de Cristian, que se lesionó en el minuto 81. La suerte de Pochettino es que solo había hecho dos cambios y pudo dar entrada a Kiko Casilla. Más emoción para el derbi.

No era el día de ninguno de ellos sino el del Espanyol, un equipo valiente frente al mejor del mundo que encontró su premio en el minuto 86. Un centro desde la derecha de Amat lo peinó hacia atrás Thievy y lo remató de cabeza Álvaro para delirio de Cornellà.

No se habían visto hasa ese momento jugadas demasiado polémicas, pero llegaron las manos de Rodríguez,  que a buen seguro darán que hablar. Fue en el minuto 91 tras una internada de Piqué como extremo izquierdo, cuyo tiro fue al larguero y el rechace cayó a los pies de Pedro. El disparo a bocajarro del canario fue blocado, pero no por Casilla sino por el defensa espanyolista.

Tuvo una más el Barça cuando el segundo rechace cayó a Iniesta, que la mandó fuera, en la que sería la última de los azulgrana en el derbi.