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España en los Mundiales, de fracaso en fracaso

  • Un cuarto puesto en Brasil 1950, lo mejor hasta la fecha
  • Los cuartos de final, la eliminatoria maldita de la 'Roja'

Ver también: Especial Mundial   de fútbol de Sudáfrica 2010 | Archivo de la selección española

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Imagen del mítico gol de Zarra ante Inglaterra en Maracaná.
Imagen del mítico gol de Zarra ante Inglaterra en Maracaná.

La historia de España en los Mundiales se resume en una palabra: fracaso. La 'Roja' ha acostumbrado a la sufrida afición española a quedarse con un regusto amargo al finalizar antes de tiempo citas mundialistas donde se las prometía muy felices. En otras la sensación fue de no estar a la altura sin ser favorita y en el resto... ni estuvo.

La andadura de la selección española comenzó en Italia, puesto que el nuestro fue uno de los países europeos que se sumó al boicot de Uruguay 1930. En Italia 1934, en plena dictadura de Mussolini, nació otro de los 'leit motiv' de los celtíberos en los Mundiales: el llanto por los arbitrajes caseros y la maldición de cuartos.

Después de vencer a Brasil en octavos, tocaba la 'squadra azzurra' en la siguiente ronda. Los árbitros Baert (belga) y Mercet (suizo) miraron para otro lado ante el juego duro y sucio de los italianos. Pese a todo, se logró empatar a uno con gol anulado a España incluido.

Como entonces no había tanda de penaltis, si la prórroga terminaba en empate había que jugar otro partido. El 'parte de guerra' hispano refleja hasta siete bajas -que en la web de la FIFA se achacan al "cansancio"- y ni siquiera así impusieron su superioridad los transalpinos. Más juego violento, un gol ilegal concedido a Italia, de Giuseppe Meazza, y dos anulados a España.

"Los árbitros estuvieron bien aleccionados", dice Luis Requeiro en 'Los mundiales de fútbol' editado en 1990 por 'El Independiente'. "Fue lo más vergonzoso que he visto nunca", añade Lángara en las mismas páginas.

No volvimos hasta los cincuenta

Por causas más bien extradeportivas, propias como la Guerra Civil y ajenas como la Segunda Guerra Mundial, España no volvió a un Mundial hasta 1950 en Brasil. Y lo hizo a lo grande, para clasificarse entre las cuatro mejores selecciones del torneo.

En el año del 'Maracanazo', los aficionados españoles tienen su propio recuerdo de aquel Mundial como el de la 'gesta' de vencer a la potente Inglaterra en el propio Maracaná, con gol de Telmo Zarra. La victoria sobre la 'pérfida albión' se sumó a las conseguidas ante Estados Unidos y Chile para clasificarnos como mejores del grupo a la fase final.

En aquellas míticas retransmisiones la voz de la selección era la de Matías Prats, quien locutó en directo el gol de Zarra que le daba la victoria a España ante Inglaterra.

En ese grupo tocó sufrir ante Uruguay -la campeona-, Brasil y Suecia. Lo más que se consiguió fue un empate a dos ante Uruguay, pero quedó como el mejor Mundial de España hasta la fecha (4ª).

Tras dos ediciones sin conseguir la clasificación, España volvió a tierras americanas: Chile 1962. En el país andino nos presentamos con una plantilla que asustaba. Fue el año de Di Stéfano, Gento, Puskas, Pachín, Santamaría, Rivilla, Collar y Luis Suárez, entre otros.

Grandes espectativas y gran decepción al no ser capaces de superar la primera ronda. Sólo se consiguió vencer a México (1-0). En el consuelo queda haber jugado en el 'grupo de la muerte' con Brasil, vencedora, y la sorprendente Checoslovaquia, finalista.

La campeona de Europa, escaldada

Si buena era la selección del 62, mejor podía considerarse la del 66. A Inglaterra fue la vigente campeona del Europa en el 64 -ojo con los paralelismos-, sin Di Stéfano ni Puskas, pero con Gento, Rivilla, Suárez, más Iribar, Sanchís, Amancio, Ufarte, Zoco, Pirri, Marcelino, Fusté...

La selección que ganó a Rusia por 2-1 en el 64, con gol de Marcelino, logró idéntico resultado ante Suiza en el Mundial de Inglaterra. Pero el mismo marcador ante Argentina y Alemania, sólo que en contra, frenó las aspiraciones de la campeona de Europa.