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Los hay que no saben de crisis en la Liga

  • Madrid y Barça han causado una auténtica revolución del mercado futbolístico este verano
  • Los dos equipos tiran la casa por la ventana en uno de los momentos más delicados del país
  • El 'Método Florentino' y las exenciones fiscales que hay en España, los responsables
  • Equipos como el Mallorca o el Xerez no han podido gastar más de 500.000 de euros
  • 'The Economist' tildó a Madrid y Barça como 'dos tiburones en una piscina de pececillos'

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Madrid y Barça, los más derrochadores

¿Como es posible que España sea uno de los países europeos que más, si no el que más, está sufriendo los efectos de la crisis económica y financiera, y que los dos equipos que han reventado el mercado futbolístico este verano (Manchester City aparte) sean españoles? La respuesta a tanta opulencia se encuentra en buena medida en un solo hombre, Florentino Pérez, y su llegada a la presidencia del Real Madrid.

El Real Madrid de Florentino Pérez y el vigente campeón de Liga, Copa y Champions, el FC Barcelona, han revolucionado el mercado del fútbol del verano de la recesión y han traído en vilo los despachos de los principales clubes de Europa. En especial, el equipo blanco, que se ha gastado más de 260 millones de euros en fichajes, mientras que el campeón del triplete ha desembolsado 120 millones en sus fichajes para importar a la Liga a los mejores jugadores del resto de las ligas europeas. 

Cristiano Ronaldo (96 millones), Ibrahimovic (75 millones), Kaká (65 millones), Benzema (35 millones), Xabi Alonso (30 millones) y el último desembolso, Dmitro Chygrynskiy (25 millones), los más destacados.

La explicación a que sucedan estos movimientos en un país que tiene uno de los peores datos de PIB en Europa y en donde los bancos han cerrado el grifo a los préstamos se debe a dos factores: el "método Florentino" y un especial régimen tributario del que gozan jugadores y clubes españoles.

'Método Florentino'

El presidente del Real Madrid ha vuelto a coger las riendas del equipo merengue aclamado por la afición, que ha respondido al faraónico proyecto con gratitud y devoción hacia el que fuera máximo mandatario entre 2000 y 2006. Nada más llegar logró seducir a los bancos españoles -Banco Santander y Caja Madrid, que se sepa- para que le otorgaran millonarios préstamos y así poder llevar a cabo sus planes. 

Su plan, ya iniciado en su primera etapa, es convertir a un club en una gran marca global, sustentada y retroalimentada por los logros deportivos y extradeportivos de sus 'empleados'. Fichar a los jugadores más mediáticos en el mundo, presentarlos a modo de estrellas del rock y conseguir atraer los mejores contratos publicitarios y televisivos en todo el globo.

Régimen tributario especial

Los impuestos que deben de pagar tanto los jugadores como los equipos también explican el auge mercantil de la Liga española. España es el país de la UE con menores costes fiscales para los futbolistas extranjeros. A cada futbolista se le permite tributar como no residente, al tipo fijo del 24%, a los extranjeros que tengan unas rentas superiores a 60.000 euros anuales y sólo por las rentas que generan en España.

Además, no existe un régimen especial tributario para las personas que trasladan a España su residencia, como es el caso de muchos  jugadores de fútbol.

La norma, conocida como 'Ley Beckham' por su coincidencia con el fichaje del jugador inglés por el Real Madrid en 2003, trata de incentivar la llegada de empresas y profesionales extranjeros a España concediendo para ello beneficios fiscales, y de ello el fútbol español ha sacado un buen provecho.

Por detrás de la Premier en cuanto a ingresos

Pese a todo, la Premier League inglesa permanece como la liga de fútbol más rica del mundo, con unos ingresos cercanos a los 2.500 millones de euros. España, Alemania e Italia están por detrás, con unos ingresos que oscilan en torno a los mil millones de euros. Además este verano, salvo la excepción de los petrodólares del City, los clubes ingleses han practicado la austeridad

El Manchester United, campéon de liga, no ha desmbolsado ni una quinta parte de los 96 millones que recibió por el traspaso de Cristiano Ronaldo; el Chelsea no ha sido el protagonista como en otros veranos, pese a que el talonario de Abramovich quiso pescar a jugadores como Agüero, y el Liverpool ha tenido un amplio superávit entre traspasos y fichajes. 

Sólo el Manchester City ha tirado la casa por la ventana para construir un equipo digno de las aspiraciones más elevadas. Los jeques propietarios del club inglés han invertido casi 120 millones de euros en contratar a parte de lo mejor de la liga inglesa: el argentino Carlos Tévez (35 millones), el togolés Emmanuel Adebayor (29 millones), el paraguayo Roque Santa Cruz (21,2), el marfileño Kolo Touré (17 millones) y el galés Gareth Barry (13,9 millones).

La bonanza no es para todos 

Sin embargo, en Inglaterra el reparto del pastel es más proporcional que en España. Aquí, Madrid y Barcelona se llevan la mayor tajada de los ingresos. Como tituló la publicación británica 'The Economist', esta temporada, más que nunca, Madrid y Barça son "dos tiburones en una piscina de pececillos".

Y es que ni mucho menos los clubes españoles están para tantas alegrías como Madrid o Barcelona. La mayoría se ha conformado con retener a sus estrellas ante la voracidad y el 'efecto cascada' provocado por los grandes equipos, y, en el mejor de los casos, adecentar la plantilla con algún jugador resultón a mejor precio. 

Así, el Sevilla retuvo a Luis Fabiano, pretendido entre otros por el Milán, y fichó a Álvaro Negredo, procedente del Real Madrid, por 15 millones. El Villarreal, que se desprendió de su entrenador, hizo la mayor inversión de su historia para contratar al brasileño Nilmar por 16 millones de euros; y el Valencia sudó sangre para retener a su trío de españoles de lujo: Villa, Silva y Mata.

Esos dos 'tiburones' compiten en la misma liga con equipos que apenas se han gastado 500.000 euros en confeccionar o acaso remendar sus vestuarios, como el Mallorca, con otros que han sacado lustre a su equipo con exóticos fichajes, como el japonés Nakamura en el Espanyol, que llegó libre del Glasgow; o directamente con un gasto cero, como el recién ascendido Xerez, que tendrá que apretar los dientes en lo económico y en lo deportivo, como tantos otros. Porque, aunque no lo parezca, estamos en crisis.