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  • Nuestro sistema inmunitario puede reconocer los tumores y destruirlos, pero en muchos casos no lo consigue y hay que estimularlo con fármacos
  • Las vacunas de ARN de Pfizer y Moderna contra el coronavirus se basan en la misma tecnología de las vacunas contra el cáncer
  • Pere Estupinyà aborda en este capítulo de El Cazador de Cerebros las nuevas terapias contra el cáncer
  • El Cazador de Cerebros se emite los lunes a las 20:00 en La 2 | Emisión en Catalunya, 20:40h

Músicadeporte y tecnología. Es a lo que dedica su vida Eva Nieto, una mujer que concita salud y bienestar con la música y con artistas. Una luchadora aquejada de un tumor cerebral y a la que la forma de afrontar la vida y la muerte del budismo le insufló una energía especial que destila por todos sus poros.

Construyendo memoria

Ana Álvarez Silván

Ana es una mujer que a pesar de sus años tiene unos ojos alegres que se comen el mundo. Es pediatra oncológica y lleva más de 50 años cuidando y dando vida a los niños enfermos de cáncer. Fue una mujer adelantada a su tiempo. Es fundadora y actual vicepresidenta de ANDEX (Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía y Extremadura). Ella y Maria Luisa Guardiola, que es la Presidenta, fueron las grandes impulsoras de la construcción de la primera unidad de oncología pediátrica en España, en 1973, en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que es una extensión de su casa a estas alturas. Posteriormente ANDEX también promovió la construcción del Hospital de Día para los niños oncohematológicos, y actualmente está abordando el ilusionante proyecto Planta Zero, que es una unidad específica para adolescentes con cáncer.

De hecho, Ana sigue yendo cada día al hospital porque es la primera mujer doctora emérita de Andalucía y un despacho para profesionales eméritos en materno infantil del hospital dónde me acerco para conversar con ella. Tiene un problema en la espalda y le cuenta andar pero a su mente no hay quien la pare.

Logró que los niños enfermos de cáncer tuvieran una planta para ellos, con todos los cuidados que requieren, una asociación fuerte desde la que sus familiares pudieran apoyarse mutuamente y ha firmado convenios importantes con hospitales de medio mundo para formar y seguirse formando porque en los años 70 había muy pocos médicos especialistas en cáncer infantil y ella fue una de las primeras en nuestro país. Viajó dónde hiciera falta para formarse y aprender cuánto más mejor por el bien de sus niños. Ahora sigue muy activa en las redes sociales, sobre todo en los grupos de wassap que tiene con los que le ganaron la batalla al cáncer siendo niños.

Algunos ahora ya son abuelos y tienen nietos. Pero su lucha durante los últimos años está en combatir las secuelas de estos pacientes de cáncer que tras los duros tratamientos a los que se tuvieron que someter hace años, siendo niños, tienen que hacer frente. Desde los años 90 que esta doctora intuía que habría secuelas y que había que estar en contacto con los pacientes curados para orientarles cuando éstas fueran apareciendo. Y así es. Se está trabajando ya en el pasaporte médico de estos niños y niñas para que quede registro de los tratamientos, operaciones, medicamentos y de todo lo necesario para que las secuelas se puedan tratar teniendo en cuenta su historial médico. Pero hay que encontrar la fórmula para que los adultos y abuelos que padecieron cáncer también tengan un registro de su historia pasada y que tengan médicos de referencia a los que acudir.

Ana Álvarez se está moviendo para que efectivamente nadie se sienta perdido cuando una de estas secuelas aparece. Le llegan muchas cartas sangrantes de antiguos pacientes que no saben qué les pasa ni a dónde acudir. Y es fundamental hallar la fórmula para que todos los hospitales cuenten con esa red de apoyo profesional informada. Empezando por los médicos de cabecera que se deberían formar para detectar estos casos y poderlos derivar adecuadamente.

En el aniversario de la muerte de Pau Donés se recuerda su música y también su legado personal. En 2018, cuando ya estaba enfermo, decidió trabajar a favor de la investigación oncológica. Esa tarea que empezó entonces continúa y las asociaciones reconocen además la importancia de que diera visibilidad al proceso por el que pasó.

[Más información de Cultura en RTVE.es]

Por tercer año consecutivo, la empresa Aspla-Plásticos Españoles S.A. ha realizado una donación, en esta ocasión de 15.000 euros, al Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), centro mixto entre la Universidad de Cantabria, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Gobierno regional. Se trata de la recaudación de la campaña ¿Encíntalo en rosa¿, impulsada por la empresa cántabra. La misma, invita a los ganaderos a sustituir el color habitual del film plástico que se utiliza para forrar los fardos de forraje, que suele ser blanco, negro o verde, por el rosa, identificado con la lucha contra el cáncer de mama.

La investigación en cáncer es complicada, y es una carrera de fondo

El importe íntegro de esta donación se destinará a la investigación contra el cáncer de mama. Según ha explicado Piero Crespo, director del IBBTEC, las donaciones recibidas se han destinado en los dos años anteriores al estudio de un marcador tumoral, y de igual forma

Comienzan las obras para poner en marcha el servicio de radioterapia en Ávila en 2022.

El presidente de la Junta de Castilla y León sigue queriendo llegar a un acuerdo con Por Ávila.

Ávila suma más de tres semanas sin fallecidos por coronavirus en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles.

La Reina Sofia visita este jueves el Banco de Alimentos de Ávila.

La tenista Carla Suárez, que acaba de superar un cáncer, concretamente un linfoma de Hodgkin, ha vuelto a entrenar esta semana con sus compañeras del circuito profesional de la WTA en el marco del Open de Madrid después de más de siete meses de parón. "Me he encontrado bien. El reencuentro siempre es difícil, nunca sabes cómo vas a estar, y ha sido mucho tiempo (sin jugar). A día de hoy todavía me canso mucho", ha explicado la canaria en una entrevista en Teledeporte. "Tenía muchas ganas y aún me queda mucho. Voy poco a poco", ha añadido, tras valorar también muy positivamente la experiencia de salir de casa después de muchas semanas en Barcelona con el tratamiento contra su grave enfermedad.

"Mi cuerpo reaccionó muy bien desde el principio. En ese sentido he tenido mucha suerte", ha dicho Carla Suárez, que además dice "valorar más el día a día". "Vivir el momento es lo que vale porque no sabemos qué va a pasar en el futuro", afirma la tenista, que tiene intención de volver al circuito para despedir de su deporte como profesional --tenía intención de haberlo hecho el año pasado--. "Voy a seguir entrenando para poder estar lista lo antes posible, pero con paciencia porque el cuerpo no es el mismo y no recupera igual", ha concluido.

Gracias a la Fundación Juegaterapia, dos investigadoras podrán aportar sus conocimientos a la unidad de Oncogenómica Pediátrica del Hospital Niño Jesús, en Madrid. Son Elisa Izquierdo y Vicky Fioravantti, que han podido regresar de Londres y Toronto, respectivamente, con la financiación de 108.000 euros del proyecto "Maletas". Desde esta unidad, pionera en un hospital público en España, Noemí Martínez ha hablado con las investigadoras y con Lourdes Amayas, responsable de comunicación de Juegaterapia.

La tenista Carla Suárez, que fue diagnosticada con un linfoma de Hodgkin (un tipo de cáncer) hace siete meses y medio, ultima su recuperación. "Me quedan muy poquitas sesiones" de tratamiento con radioterapia después de haber acabado con la quimioterapia, "y contenta porque es como quitarse un peso de encima", ha dicho Suárez en una entrevista con TVE. Ahora, la canaria vuelve a entrenar cada día con un programa a su medida que le permita estar a punto para regresar al circuito. "Tengo en mente tres o cuatro torneos. El primero quiero intentar que sea Roland Garros y después Wimbledon", cuenta la jugadora española, que mantiene el puesto 68º de la lista ATP bloqueado por su enfermedad, y que también mantiene el sueño de la despedida olímpica en Tokio. Aunque no depende solo de ella clasificarse. "Normalmente el corte suele ser entre el número 60, 65 o 70 (...) Así que tengo que esperar un poco a ver los resultados de mis compañeras tanto españolas como extranjeras", concluye Carla Suárez.