¿Por qué estos animales tienen superpoderes reales?
- Existen seres vivos que usan las transiciones de fase para mejorar su supervivencia
- ¿Sabes cuál es el cuarto estado de la materia?
La materia tiene cuatro estados: sólido, líquido, gaseoso y plasmático. El cambio de uno a otro es algo que en nuestra vida diaria experimentamos casi sin darnos cuenta. Cuando, por ejemplo, hervimos agua, la congelamos o encendemos el aire acondicionado convertimos un líquido en gas, en sólido o incluso... ¡en varios estados a la vez!
Los pasos de un estado a otro son lo que, en ciencia, se denominan transiciones de fase y se producen cuando la materia absorbe o libera energía, cambiando su estructura interna. En total, hay seis transiciones de fase: solidificación, fusión, sublimación, vaporización, fusión y deposición. Unos procesos físicos de los que, incluso, se aprovechan también algunos seres vivos. Un auténtico regalo de la naturaleza que mejora significativamente la supervivencia de algunos animales.
El rey de la cavitación
Entre estos seres vivos, existe un minúsculo animal de la familia de los crustáceos con un arma muy especial: su pinza. Se trata del camarón pistola, también llamado camarón armado. Un animal capaz de transformar el agua del mar en gas, o mejor dicho, en burbujas.
¿Cómo lo consigue? “Tiene una pinza muy grande con una ranura en su interior. Cuando la cierra, expulsa un chorro de aire que genera una burbuja de gas llamada cavitación”, explica en ‘Curioseando’ Nerea Panadero, física e investigadora del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Esta burbuja, “al colapsar emite un sonido muy potente, equivalente a más de 200 decibelios, que logra aturdir a las presas del camarón y romper también las conchas de los moluscos, lo que le facilita su defensa y alimentación”. El camarón pistola es un verdadero ejemplo de adaptación a su hábitat que ha logrado hacer de su pinza un infalible arma de fuego. ¡No hay nada que se le resista!
El camarón pistola convierte su pinza en una gran burbuja de cavitación para atacar a sus presas.
Solidificación submarina
Si el poder del diminuto camarón te ha dejado boquiabierto, aún hay más… Existe otro animal, muchísimo más grande que el camarón, capaz de generar un proceso de solidificación en su propio organismo: el cachalote. Como explica José Mª Martín, profesor de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Sevilla, “el cachalote tiene un aceite corporal interno llamado espermaceti, que regula su estado. Cuando este aceite está en fase sólida, es denso y el cachalote puede hundirse con facilidad. Si el animal necesita reflotar, transforma de nuevo el aceite en líquido, permitiéndole flotar de forma mucho más fácil”. Para hacernos una idea, el control del cachalote sería algo así como el de un gran submarino, que flota o se sumerge dependiendo de sus necesidades.
Una rana anticongelante
El camarón y el cachalote han logrado hacer de sus cambios de estado unos auténticos prodigios de supervivencia. Pero el reino animal nos brinda otra especie que tiene, si cabe, una propiedad aún más sorprendente. Se trata de la rana de bosque, un anfibio que habita principalmente en Alaska y Canadá.
Además de soportar temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, la rana de bosque posee una habilidad asombrosa: detiene sus órganos durante el invierno para sobrevivir. Sus glóbulos rojos y líquidos corporales se solidifican y su corazón deja de latir. Cuando las temperaturas suben, la rana de bosque detiene su hibernación y vuelve a descongelarse, como si nada hubiera pasado. Un auténtico y efectivo sistema anticongelante que hace de esta pequeña rana uno de los seres vivos más increíbles de la naturaleza.
Si quieres saber más sobre estos animales y otras fascinantes propiedades y cualidades de la materia, no te pierdas ‘Curioseando, los miércoles en La 2 y siempre en RTVE Play.