El ocio desde un punto de vista filosófico
- El filósofo Carlos Javier González explica en 'Para Todos La 2' cómo nos están robando nuestro tiempo libre
- La publicidad, las redes sociales y los mercados conductuales nos generan deseos que condicionan nuestro ocio
¿Cuántas veces destinas tu tiempo libre a simplemente reposar sin hacer nada? ¿Y cuántas veces has tenido la sensación de perder el tiempo cuando no estás haciendo ninguna actividad? Tranquilo, no tienes la culpa, todo tiene una explicación. El filósofo y psicólogo Carlos Javier González reflexiona en 'Para Todos La 2' sobre cómo nos arrebatan y mercantilizan nuestro tiempo de ocio.
Nuestro tiempo libre está domesticado
Estamos obsesionados en optimizar o aprovechar nuestro tiempo. Según González, es 'El imperio de la sociedad cronopática', por el cual buscamos satisfacer todos los deseos que nos transmiten desde los mecanismos de control de la publicidad, los mercados conductuales y las redes sociales. Esta 'cronopatía' nos provoca una neurótica fijación por rentabilizar cualquier actividad que realicemos.
La maquinaria del deseo ha secuestrado el ocio, porque se ha domesticado para disfrutar de él desde una óptica mercantilista. Dentro de esta lógica, la pausa, el descanso o la contemplación no tienen lugar porque no tienen ningún beneficio 'palpable'. El filósofo considera que "si el ocio queda expuesto a la omnímoda maquinaria de la explotación, también será secuestrada nuestra capacidad para pensar en libertad".
Cartel publicitario en una parada de autobús.
Tenemos miedo a la inactividad
“Es preocupante el pavor al que nos somete la industria del deseo“
Según el psicólogo, "es preocupante el pavor al que nos somete la industria del deseo, aunque lo hace de manera seductora y amable". Según González, a pesar de que parezca que todo está a nuestro alcance, paulatinamente y cautivadoramente nos inyectan una patología existencial que la llama 'cronofobia improductiva'. Tenemos miedo a los tiempos de inactividad o de quietud.
“El mercado lucha por cualquier tiempo vacío que pueda rentabilizar“
El filósofo también lo denomonia 'cronocondría', "una angustia perseverante por tener que gestionar nuestro tiempo libre de manera eficiente", es decir, como si cualquier momento de pausa o de descanso fuera un síntoma patológico. El hecho de disfrutar sin ningún propósito tiene una percepción negativa y "el mercado lucha por apropiarse de cualquier tiempo vacío que pueda rentabilizar con nuestros deseos", afirma González. "Mantenernos insatisfechos es la mejor forma para vernos en la obligación de no poder ni querer parar", explica el psicólogo.
El ocio como evasión
“El sistema productivo nos insta a que convirtamos nuestro ocio en un negocio“
En este contexto 'cronopático' que pinta González, también tenemos miedo a no usar nuestro tiempo para estar a la altura de las expectativas de productividad del entorno. Nos invitan a irnos de vacaciones para desconectar, a hacer deporte para desfogarnos, a viajar para encontrarnos con nosotros mismos o a contratar un servicio de 'coaching' para crecer como persona. En definitiva, y tal como apunta el filósofo, "el sistema productivo nos insta a que convirtamos nuestro ocio y nuestros malestares en un negocio", con mensajes como 'rentabiliza tus pasiones', 'aprovecha tus aficiones para emprender' o 'convierte tus ideas en una empresa', que leemos y escuchamos por todas partes.
Por todo ello, González considera que "es urgente cuestionar por qué nos piden que nuestro ocio quede esclavizado, porque si no imaginamos escenarios distintos no habrá más remedio que asumir que nuestro ocio ha sido colonizado por el consumo, la angustia y la productividad".