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El sueño de Abdetawab: de llegar a España escondido en un motor a trabajar en un restaurante 2 estrellas Michelín

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14 horas - El sueño cumplido de Abdetawab: trabajar de camarero en un restaurante con 2 estrellas Michelín

Horchata, garum de yema curada y miso de ajo asado. Es uno de los platos que Adetawab presenta cada día a los comensales del restaurante DESTAgE, el 2 estrellas Michelín del chef Diego Guerrero. El marroquí, que llegó a España escondido en el motor del ferry que comunica Tánger con Tarifa, es uno de los jóvenes extranjeros que llegaron como menores no acompañados que han conseguido sus permisos de residencia y trabajo tras la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería.

Desde que llegó a España hace ya siete años, Abdetawab ha vivido en los límites de la exclusión. "Dormía en la tetería donde trabajaba, en la calle, en un coche o una casa ocupada", dice, pero desde que ha obtenido sus papeles comparte piso de alquiler con otros amigos.

"Cuando vivía en la casa ocupada siempre pensaba que me iban a echar, que volvía a casa y me encontraba sin ropa, ni nada; tenía mucho miedo de volver a la calle, porque ya he vivido en la calle y he pasado frio y no quiero volver", admite. Mientras tanto ocupaba su tiempo formándose, haciendo cursos de todo tipo. Hace dos meses que forma parte del equipo del restaurante DESTAgE, en Madrid, de alta cocina vanguardista.

"Estoy super contento, estoy trabajando y aprendiendo muchas cosas nuevas", asegura Abdetawab. Su rostro ya no refleja la preocupación y tristeza de hace unos meses, cuando esperaba la resolución de su expediente.

Permiso de trabajo para una nueva vida

Adetawab fue uno de los 60 jóvenes que solicitaron las autorizaciones de residencia y trabajo de la mano de la Fundación Raíces.

"Nos hemos encontrado con la sorpresa de que no han denegado ninguno de los expedientes", asegura Lourdes Reyzabal, presidenta de la Fundación Raíces.

Seis meses después de la entrada en vigor de la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería, 48 de estos chicos y chicas ya pueden trabajar legalmente. Doce de ellos ya lo están haciendo en el sector de la restauración, en Madrid, Jaén y Valladolid, la mayoría han pasado por Cocina Conciencia, el programa de la Fundación para apoyar la integración de menores que migran solos y jóvenes extutelados mediante la formación en hostelería.

"Otros 32 jóvenes están en búsqueda activa de empleo en otros sectores, como la jardinería, la construcción, en trabajos como carretilleros o mozos de almacén", añade Reyzabal.

El caso de Abdetawab era de libro. "No llegó a estar tutelado como menor", dice su abogada Paloma García Viedma, pero "gracias a la reforma y a poder acreditar su paso por un centro de menores, aunque fuera solo por un día, tenía la opción de regularizarse".

Adetawab, con el chef Diego Guerrero del restaurante DESTAgE

La reforma permitía regularizar a los chavales ex tutelados hasta los 23 años. Cuando entró en vigor, en noviembre del 2021, Abdetawab estaba a punto de cumplir los 24. "Estábamos con el tiempo justo, pero pudimos presentar todos los papeles a tiempo", añade su abogada. "Fue muy emocionante porque él tenía mucho miedo a que no le concedieran la tarjeta de residencia y trabajo; recuerdo que el día que se la dieron nos vimos por videollamada y me la enseñaba", relata García Viedma. "La parte más triste de todo esto", asegura Lourdes Reyzabal, presidenta de la Fundación Raíces, "es la situación de los que quedan atrás".

Me siento como una persona: puedo trabajar legalmente y viajar para ir a ver a mi familia

Son jóvenes que no han podido acogerse a la reforma, o que sí lo han hecho "se han visto abocados a una situación de exclusión social por una mala actuación de la administración, que debería de haber velado por su interés superior durante su minoría de edad y haberles documentado en su momento".

Son chavales que sufren consecuencias como el consumo de droga, "o situaciones de sin hogarismo casi cronificadas que no les permite incorporarse al mundo laboral", añade Reyzabal.

Desde que salió de su país, hace siete años, no ha vuelto a ver a su familia

Desde que tiene papeles, la vida de Abdetawab ha dado un giro de 180 grados. "Me siento como una persona, puedo trabajar legalmente y hacer muchas cosas, puedo viajar para ir a ver a mi familia, antes no podía hacer nada, estaba cómo sin alas".

Volar a Marruecos es uno de sus sueños. Desde que salió de su país siendo un chaval no ha vuelto a ver a su familia. "Estoy pensando en bajar a Marruecos cuando tenga vacaciones, visitar a mi familia y pasar el verano allí". Pero hay un último sueño que Abdetawab no podrá cumplir: reunirse con su hermano mayor en España. Hace algo más de un año que desapareció en el Estrecho como otros miles de jóvenes que buscan una vida digna en Europa.

Balance de la reforma del Reglamento de Extranjería

Más de 9.300 personas se han beneficiado de la reforma del Reglamento de Extranjería y ya tienen sus permisos de residencia y trabajo desde que entró en vigor en noviembre de 2021. En concreto, 3.504 son menores extranjeros que llegaron a España sin la compañía de un adulto y 5.817 son jóvenes extutelados.

Hay otros 1.200 expedientes en tramitación que se resolverán en los próximos meses. Hasta el momento se han concedido el 77% de las autorizaciones solicitadas. Cuatro de cada cinco jóvenes extutelados ya tiene permiso de trabajo.

La incorporación al mercado laboral de este colectivo está siendo muy rápida; casi 2.500 personas han encontrado trabajo en los últimos meses, fundamentalmente en la hostelería, la agricultura y el comercio.

Hasta la reforma del reglamento, los menores extranjeros no acompañados mayores de 16 años obtenían un permiso de residencia no lucrativa que no les permitía trabajar.