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El Premio Cervantes 2025 podría tener nombre de mujer y acento hispanoamericano

  • A lo largo de la historia, solo seis escritoras han recibido el Cervantes
  • El séptimo nombre podría ser Gioconda Belli, Ángeles Mastretta o Piedad Bonnet
El Premio Cervantes 2025 podría tener nombre de mujer y acento hispanoamericano
Piedad Bonnet, Gioconda Belli y Ángeles Mastretta, posibles Cervantes 2025. EFE

Desde su creación, el Premio Cervantes solo ha alcanzado a seis mujeres y este año un nuevo nombre femenino podría engrosar la lista de premiadas. La probabilidad apunta a que se trataría de una autora del otro lado del Atlántico, ya que los dos últimos Cervantes han sido españoles.

En los tres últimos años, los escritores que han dado su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares han sido varones: Álvaro Pombo en 2024, el académico Luis Mateo Díez, en 2023 y Rafael Cadenas, en 2022, lo que abre el abanico a qué la elegida sea una fémina.

El primer Premio Cervantes de la historia fue el poeta Jorge Guillén en 1976, hubo que esperar doce años hasta que el galardón más prestigioso de las Letras españolas reconociera a una mujer, la filósofa María Zambrano, en 1988.

Dos españolas, dos uruguayas, una cubana y una mexicana dibujan el mapa geográfico del Cervantes con nombre de mujer.

Gioconda Belli

En esta edición el premio podría viajar a Nicaragua, gracias a Gioconda Belli, aunque la escritora ha sido despojada de su nacionalidad de origen por el presidente sandinista Daniel Ortega y vive exiliada en España desde 2022.

Poeta, novelista, feminista y humanista”, según sus propias palabras. Belli ha ganado el Premio Ojo Crítico Iberoamericano y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Su última publicación está escrita en prosa, la novela Un silencio lleno de murmullos, dedicada a sus hijos.

Gioconda Belli asegura que el exilio es una "constante" en la vida de escritores

La autora señala que el exilio es una constante en la vida de los escritores porque "los intelectuales dicen la verdad al poder". Nacida en Managua en 1948, traducida a más de veinte idiomas, Nicaragua veta su literatura y sus libros han ido desapareciendo. Desilusionada, sin dramas, cree en luchar por la propia dignidad y seguir siempre adelante.

Ángeles Mastretta

La mexicana Ángeles Mastretta, habitual en las quinielas del Cervantes, podría ser la segunda mujer del país con más hablantes de español que lo logre. Su compatriota, Elena Poniatowska, lo consiguió en 2013.

El último libro de Mastretta es La emoción de las cosas, en el que aborda asuntos de su existencia y recopila memorias familiares.

La escritora mexicana Ángeles Mastretta presenta "La emoción de las cosas"

Nacida en Puebla en 1948, periodista por la UNAM, traducida a quince idiomas, fue la primera mujer en ganar el prestigioso Premio Rómulo Gallegos en 1997 con su novela Mal de amores.

En ocasiones, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana predice el futuro y poetas que alcanzan esta distinción luego reciben el Cervantes, como sucedió con Ida Vitale, Rafael Cadenas, Nicanor Parra o José Hierro.

Piedad Bonnet

Al escudriñar entre las poetas premiadas del pasado, además de Belli, encontramos a la colombiana Piedad Bonnet, galardonada en 2024.

Nacida en 1951 en Amalfi, es licenciada en Filosofía y letras por la Universidad de los Andes y profesora en esta universidad desde el 1981. Autora de nueve libros de poemas, el primero fue De círculo y ceniza (1989) y el último, de momento, es Los habitados (2017).

Lo más reciente que ha dado a la imprenta ha sido un ensayo: La mujer incierta, en el que reflexiona sobre cómo nos determina el origen, el género, la educación y el momento histórico. Parte de sus propias experiencias, adolescente en un internado religioso, cuidadora de sus padres y refleja el dolor de la enfermedad y el suicidio de su hijo Daniel.

No es la primera vez que Bonnet habla de la pérdida de su hijo, en 2013 ya le dedicó el bellísimo libro testimonial Lo que no tiene nombre.

Echando la vista atrás, también recibieron el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana las españolas Olvido García Valdés y la reciente Premio Nacional de las Letras, María Victoria Atencia.

Sin olvidar a las novelistas Soledad Puértolas y Rosa Montero, cuyos nombres suelen salir a relucir a la hora de recoger el legado del Cervantes.

Si los miembros del jurado tienen en cuenta estas consideraciones, una nueva pluma femenina podría sumarse a la de Zambrano, la cubana Dulce María Loynaz, que lo logró en 1992; Ana María Matute, en 2010; la mencionada Elena Poniatowska; la poeta uruguaya Ida Vitale, en 2018, o la también uruguaya Cristina Peri Rossi, en 2021.

Entre las normas del Cervantes, recordamos que no puede quedar desierto, la persona premiada tiene que estar viva, y tampoco puede concederse ex aequo (En 1979 Jorge Luis Borges y Gerardo Diego empataron, pero desde entonces cambiaron las bases). Este lunes conoceremos al agraciado y veremos si lleva nombre de mujer.