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Dificultad para cubrir vacantes, aumento de costes y digitalización: los retos de la empresa familiar en España

  • Generan valor a un ritmo dos veces más rápido que el Mercado Continuo, según el Instituto de la Empresa Familiar
  • Tienen "ventajas únicas" como la agilidad en la toma de decisiones y un "alto compromiso" con las personas
Dificultad para cubrir vacantes, aumento de costes y digitalización: los retos de las empresas familiares en España
Dos personas organizan le inventario en una tienda. GETTY IMAGES

Las empresas familiares son un agente clave dentro de la economía española. Representan más de 90% del tejido empresarial del país y generan el 70% del empleo privado, según el Instituto de la Empresa Familiar, por lo que se perfilan como un motor para generar valor añadido y empleo. No obstante, tienen que afrontar retos clave para su futuro, como el aumento de costes, la dificultad para cubrir vacantes y el impacto de la digitalización en la competitividad. Así lo revela el informe El futuro de la Empresa Familiar publicado por este organismo.

Presión de costes y escasez de talento

Las empresas familiares, según el informe, tienen varios desafíos para poder seguir aportando valor a la economía española. Uno de ellos —y el que más priorizan estas compañías— es la presión en su estructura de margen y coste. Esto, que puede derivar en mayores costes y menores beneficios, puede verse acentuado por la subida, por ejemplo, de los precios energéticos y de las materias primas en el escenario global.

Otro reto es la digitalización de la inteligencia artificial y cómo puede alterar la competitividad, así como que pueda haber elementos que alteren la economía mundial o innovaciones aceleradas que puedan perjudicar las ventajas propias de las empresas familiares, sobre todo las de pequeña escala.

La escasez de talento por el envejecimiento de la población, otro de los desafíos, es algo que también puede ser más difícil para las empresas familiares que tengan sus polos productivos lejos de Madrid y Barcelona y, más aún, en zonas rurales. El informe también hace hincapié en retos de carácter más social, como abordar el arraigo local frente a los objetivos de rentabilidad y una sucesión que asegure los valores familiares sin dejar de lado la profesionalización.

¿Y cuáles son los pasos para ganar competitividad teniendo en cuenta estos desafíos? Algunos de ellos, indica el estudio, son tener una visión a largo plazo, diversificarse y generar alianzas más allá del negocio principal de la compañía. Con respecto al empleo, pone el foco en planificar las necesidades de la plantilla y definir una propuesta de valor para los empleados.

Estabilidad de ingresos y generación de valor añadido: sus fortalezas

A pesar de que estas compañías afrontan retos comunes a otras entidades, tienen "ventajas únicas" que las ponen en una posición "privilegiada". La agilidad para tomar decisiones, una visión a largo plazo y un "alto compromiso" con las personas son algunas de esas fortalezas que, añadidas a su capacidad para innovar y diversificarse, las ayudan a impulsar el crecimiento sostenible y la competitividad del país. Así lo argumenta Ignacio Marcos, socio senior de McKinsey & Company, que ha liderado el análisis para el informe.

El estudio recuerda que en los últimos 10 años el PIB de España ha crecido 1,3 puntos porcentuales por encima de la media de la Unión Europea (UE). No obstante, si se mide desde 1997, el impulso de la economía española es del 1,1%, por debajo del 1,7% de la UE. Con todo, el aumento de productividad ha aportado solo el 55% al crecimiento, frente a un 90% en el conjunto europeo, matiza el informe.

En este escenario, las empresas familiares cuentan con ingresos más estables y asignan recursos de forma más eficaz. Además, crecen de forma diferencial y generan valor a un ritmo dos veces más rápido que el Mercado Continuo, que es el sistema que conecta las cuatro bolsas españolas de Madrid, Bilbao, Barcelona y Valencia. El impulso anual de valor añadido bruto de las empresas familiares es del 7% anual, por encima del 3% del Mercado Continuo.

Con un desempleo del entorno del 10% en España y superior al 6% de la media de la Unión Europea, según Eurostat, estas compañías juegan un papel relevante en términos de empleo. Como revela el informe, consiguen retener mejor a sus profesionales e invierten un 20% más de horas en formación anual que la media nacional.

Además, las empresas familiares actúan como un motor de cohesión social y territorial porque dinamizan más la economía regional, con 1,5 veces más de facturación en regiones fuera de Madrid y Cataluña, dos comunidades que concentran el 39% del PIB del país. También juegan un papel relevante en términos de sostenibilidad, y aproximadamente el 20% de empresas familiares es neutra en emisiones de carbono, frente al 6% del total de la economía española.