Cuando el amor llega a los 80 años: "Muchos mayores lo viven como una segunda adolescencia"
- El amor en la vejez reduce el riesgo de depresión y de deterioro cognitivo y mejora la salud emocional y física
- El sexo en edades maduras está rodeado de tabúes, edadismo e infantilización aunque "la sociedad avanza"
Decir que el amor no tiene edad puede parecer algo obvio, pero es una realidad. El amor puede llegar a los 20, a los 50 y sí, también a los 70 y 80. Y cuando llega en la vejez, el amor tiene unos condicionantes diferentes, que no peores que en otros momentos vitales.
“El amor trasciende a la edad y puede estar presente en todas las etapas de la vida. El amor enriquece y tiene un poder transformador. Cuando llega en la etapa más madura se vive desde los cuidados, la ternura y el acompañamiento, y esto acentúa los vínculos más profundos”, señala a RTVE Noticias la psicóloga y sexóloga Vanesa Falcón, que añade: "En el amor maduro también hay mucha diversión y desinhibición, y muchos mayores lo viven como una segunda adolescencia".
Paula llevaba viuda más de 20 años y con 73 años encontró de nuevo, sin esperarlo ni buscarlo, el amor. Se reencontró con un amigo de juventud que ahora es su novio. Él nunca tuvo pareja estable y ahora, con 70 años, se ha cruzado con Paula y también sin contar con ello, vive una relación más que estable y satisfactoria.
Ella se ha trasladado de ciudad y ya viven juntos. Llevan más de un año y a ambos la vida les ha sorprendido pasada la jubilación. Están felices y ahora disfrutan de un amor tardío, pero igual de pleno que el que puede llegar en la juventud.
Paula cuenta que nunca pensó que pudiera "revivir" unos sentimientos que tenía tan olvidados. "Mis hijos nos dicen que parecemos adolescentes y la verdad es que nos sentimos como si lo fuéramos".
El amor, arma contra la depresión y el deterioro cognitivo
Las relaciones amorosas, a cualquier edad y siempre que vengan desde un vínculo sano, generan bienestar general, autoestima, reducen el estrés y la depresión y accionan actividad cerebral relacionada con el placer y la recompensa. En el caso de las personas mayores ayudan además a "disminuir el deterioro mental" porque estimulan cognitivamente y "reducen la soledad no deseada y el aislamiento", explica Falcón.
La psicóloga y coordinadora del grupo de envejecimiento de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Esther Camacho, afirma, en una entrevista con RTVE Noticias, que la capacidad de enamorarse se mantiene a lo largo de toda la vida: "No solo es posible en la vejez sino que puede ser mejor y se puede vivir con mayor libertad, seguridad y experiencia. Se vive sin carga laboral, sin tantas responsabilidades familiares, desde otra realidad en la que solo tienes ganas de soñar y compartir porque se percibe como un regalo de la vida, como una nueva oportunidad".
Ambas psicólogas definen este tipo de amor como más auténtico y sereno, menos impulsivo y explosivo, y coinciden en que a determinadas edades el amor y las relaciones afectivas desempeñan un papel crucial en la salud emocional, psicológica y física de los mayores.
La oxitocina es la hormona encargada promover empatía, amor y vínculos sociales y ésta con la edad no desaparece.
Tabúes, edadismo e infantilización en el amor maduro
Falcón cree que aunque la sociedad ha evolucionado sigue habiendo tabués en torno al amor en la vejez: "En el imaginario social se da por hecho que cuando llega determinada edad se pierde el deseo o el interés por estar y conocer a otras personas".
En la misma línea, Camacho asegura que el envejecimiento ha cambiado "mucho y muy rápido" y la sociedad "lo va entendiendo poco a poco". "Estaba muy extendida la idea de que a partir de los 65 ya no toca hablar de amor y sexo y esto se va derribando".
Ambas consideran que el edadismo, la ridiculización y la infantilización se sigue dando a la hora de mirar a parejas que se forman con 70 o con 80 años: "A veces se vincula vejez a pasividad y esto está cambiando", afirma Falcón.
No a todos los hijos les gusta que sean su padre o madre, viudos o divorciados, los que puedan enamorarse de nuevo y vivir una ilusión en una edad tan avanzada.
Las expertas concluyen que el amor en la vejez no es infantil y que se pueden alcanzar relaciones con un alto grado de profundidad y compromiso.
El sexo se transforma, pero no desaparece
Y dentro de esos tabúes que rodean el amor en la senectud, el sexo se lleva toda la atención. ¿Es posible vivir una sexualidad satisfactoria después de jubilarse? Las expertas lo tienen claro: es posible y el reto social está en cambiar mentalidades y entender que lo sexual no tiene por qué desaparecer con la edad. Forma parte de la vida y del bienestar integral a los 25, pero también a los 75, siempre que se quiera.
La libido se altera, pero el deseo persiste y los mayores no son personas asexuadas per se.
La coordinadora del grupo de envejecimiento de la Sociedad de Geriatría y Gerontología explica que hay cuestiones físicas que lo marcan- sequedad vaginal, disfunción eréctil, dolores, limitaciones físicas y enfermedades crónicas, entre otras cuestiones- pero hay formas de 'sortear' estas complicaciones: "El sexo se disfruta desde lo lento y lo sensorial. Hay mayor creatividad".
Falcón habla de una mayor sensibilidad y conexión emocional en el sexo en la vejez: "Hay cambios físicos que son naturales y más que entorpecer, hacen que se viva de forma más pausada y con sensaciones más sutiles".
En el caso de las mujeres de edad muy avanzada y que en algunos casos no han vivido el sexo desde el disfrute, la vejez, contra todo pronóstico y por sorpresa, supone un momento de experimentación, de libertad, de deseo y de abrirse a sensaciones que quizá no han tenido antes. Y en el caso de los hombres también hay menor presión porque "ya no hay nada que demostrar", asegura Camacho. Prima lo cualitativo por encima de lo cuantitativo.
Las expertas aseguran que son muchas las parejas a estas edades que mantienen su independencia, su casa, sus rutinas y hábitos y solo quedan para disfrutar y compartir los buenos momentos.
Nuevas formas de ligar, también en los mayores
Las aplicaciones de citas y redes sociales han comido mucho terreno a las formas habituales de ligar. Y los mayores tampoco escapan de la era digital, aunque ir al baile o tomar un café y toparse con un posible ligue, sigue funcionando a edades maduras.
Los centros de día e incluso las residencias pueden ser lugares en los que encontrarse con el amor cuando uno ya no lo espera.
Facebook es la red más usada para establecer relaciones sociales virtuales en estas edades, según las expertas consultadas, que cuentan que los mayores se manejan muy bien vía whatsapp.
Pero también funcionan las apps de citas más especializadas para este sector de la población- Ourtime, Amor60, SeniorMatch, Finally, Vermut, entre otras- lugares para hacer un 'match' adulto y encontrar una amistad duradera, un ligue fugaz o, quien sabe, al amor de tu vida, dure esta lo que dure.