Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer asumen los delitos sexuales y los jueces avisan del "colapso" en los tribunales
- A partir del 3 de octubre estos juzgados asumirán la competencia de todos los delitos sexuales contra la mujer
- Los magistrados afectados denuncian la sobrecarga de trabajo y advierten al Ministerio que será "inasumible"
A partir de esta semana, concretamente el 3 de octubre, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVM) inician una nueva etapa que, aunque busca humanizar la justicia, ha generado una fuerte controversia. Estos órganos, que hasta ahora solo juzgaban delitos de violencia dentro de la pareja o expareja, asumirán la competencia de todos los delitos sexuales contra la mujer (violencia sexual, trata con fines de explotación, matrimonios forzados y mutilación genital femenina).
El objetivo del cambio, impulsado por la Ley 1/2025 de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, es claro: garantizar una "Justicia más humana, cercana y con enfoque de género" al centralizar estos casos en jueces con formación específica, dando cumplimiento al Convenio de Estambul. Para el Gobierno, "es prioritaria la protección de las mujeres", ha señalado en los pasillos del Senado el ministro Félix Bolaños y ha añadido que han de saber "que van a ser juzgadas con jueces formados en violencia sobre la mujer".
Sin embargo, la medida se implementa en medio de un cruce de acusaciones entre los magistrados de estos juzgados y el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
El aviso de los jueces: "Colapso inasumible"
La preocupación de los magistrados por la sobrecarga no es nueva y se suma a las protestas de jueces y fiscales por su desacuerdo con otras reformas judiciales emprendidas por el Gobierno. Este martes, 108 magistrados y magistradas de los JVM han hecho pública una carta abierta en la que advierten del "anunciado y más que previsible colapso" de los tribunales.
Los jueces lamentan que, a lo largo de diversas reformas legales, se les han añadido nuevas competencias "sin que ello haya ido acompañado de un aumento del número de jueces y juezas". De hecho, señalan que en muchos casos se va a "concentrar en un solo juzgado el trabajo que antes llevaban varios". El mensaje de alerta es contundente: "Esta vez no podremos abarcar todo lo que se avecina, porque es inasumible". Los magistrados aseguran que su compromiso y sacrificio personal ya no serán suficientes.
Los jueces critican que los refuerzos prometidos por el Ministerio de Justicia hasta la creación de nuevas plazas en enero de 2026 se limitarán a "comisiones de servicio sin relevación de funciones", lo que implica nombrar a jueces para que, "además de su trabajo, saquen parte del papel" que se acumula, pero "nada que implique su presencia física en los mismos. Nada".
La queja se extiende a las condiciones de trabajo y atención a las víctimas. "No han aumentado los servicios auxiliares que nos permitan llevar a cabo nuestra labor, con más forenses, personal en los órganos judiciales y en las oficinas de atención a las víctimas, así como en el servicio de asistencia jurídica". Denuncian también que "en la mayoría de los partidos judiciales no se han adaptado las sedes para poder llevar a cabo esa labor en unas mínimas condiciones de dignidad y confort para las mujeres y sus hijos e hijas".
La carta concluye con un tono de resignación y advertencia: "La realidad es que esta vez no podremos abarcar todo lo que se avecina... Pero, esta vez, está todo advertido desde hace meses".
El Ministerio promete 50 jueces más
Desde el Ministerio de Justicia aseguran que la asunción de estas nuevas competencias se está realizando con las medidas necesarias para evitar el colapso. Recuerdan que el Gobierno aprobó el 3 de junio la creación de 50 nuevas plazas judiciales especializadas, lo que supone un incremento del 42% respecto a las existentes hasta ahora. El Ministerio prevé que con la futura Ley para la ampliación y fortalecimiento de las carreras judicial y fiscal, este incremento podría alcanzar el 47% en los próximos meses.
El Ministerio de Justicia ha desglosado el plan de refuerzo para los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVM) con la creación de 50 nuevas plazas judiciales especializadas y 42 plazas de fiscales. De las judiciales, ocho entrarán en funcionamiento en octubre en secciones específicas de JVM, mientras que las 42 restantes se implementarán en diciembre con la creación de los correspondientes Tribunales de Instancia; por su parte, las 42 plazas de fiscales ya han sido convocadas y adjudicadas tras su aprobación en junio.
Además de las nuevas plazas, el Ministerio está autorizando medidas de refuerzo temporales, a través de jueces sustitutos o jueces en comisión de servicio. Ya se han autorizado las primeras medidas de refuerzo en varias provincias (Palencia, Ferrol, Las Palmas, Barcelona, entre otras), y se comprometen a "aprobará todas las medidas temporales de refuerzo que la Fiscalía considere necesarias" tan pronto como reciban las solicitudes.
Según el Ministerio, la asunción de casos será paulatina, ya que "los procedimientos en curso se seguirán viendo en los juzgados o secciones de instrucción". Además, citan un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que estima que el aumento de carga de trabajo podría alcanzar una media del 12,9%.
El ministro Bolaños esgrime que han aumentado el número de jueces un 42% para que la carga de trabajo "se pueda asumir con tranquilidad". "En diciembre habrá un 12% más de carga de trabajo y tendrán un 42% más de jueces", ha explicado.
Dos versiones sobre la suficiencia de las medidas
La clave de la disputa radica en la urgencia y la suficiencia de las medidas. Mientras los jueces advierten que la falta de personal cualificado y de medios materiales implica un riesgo inminente para la protección de las víctimas, el Ministerio confía en que el incremento de jueces (42%) y fiscales, junto con los refuerzos temporales, serán suficientes para absorber el aumento paulatino de casos.
A partir del 3 de octubre, la capacidad de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer para conciliar esta nueva exigencia con su trabajo diario será la verdadera prueba de fuego para determinar si la ansiada "Justicia más humana" se logra, o si la sobrecarga desemboca en el anunciado colapso judicial.