Las aldeas de Masafer Yatta en Cisjordania: (sobre)vivir con los colonos israelíes encima
- La agresividad de los colonos, con la connivencia del Ejército, aumenta en Cisjordania
- Las aldeas de Masafer Yatta, al sur de Hebrón, son un ejemplo de una asfixia lenta y constante
El aumento de la violencia de los colones radicales en Cisjordania puede observarse desde la frialdad de las cifras o desde la crueldad de la realidad.
Esa crueldad se traduce en ataques, en acoso, en cortes de suministro y en asesinatos. Umm al-Khair, una de las aldeas de Masafer Yatta, al sur de Hebrón, lo reúne todo. Treinta y siete familias, unas 300 personas, viven con la amenaza de los colonos literalmente encima.
Violencia con la connivencia del Ejército Israelí
Khaleel Hathalen representa, como pocos, lo que significa la violencia de los colonos para la vida de una familia. En julio, su hermano Odeh, que había colaborado con el documental No other land, fue asesinado a tiros. "Vino la policía y el Ejército. Lo detuvieron, pero esa misma noche lo dejaron libre", recuerda. Pocos días después, volvió a pisar la aldea. Fue el último, el más traumático, de varios episodios de violencia.
Con el paso de los años, los colonos han rodeado prácticamente toda la aldea. Atacan incluso al ganado, a sus cabras y ovejas, esenciales para la supervivencia de la comunidad beduina. "Lo hacen todo para que nos vayamos", afirma Khaleel. Han derribado la casa de su familia más una vez. Siempre viviendo bajo techos provisionales, en tiendas de plástico, temiendo ataques nocturnos. "Si preguntas a la gente de aquí qué quiere, todo el mundo te dirá que vivir una sola noche con tranquilidad", remata.
“Nos quitan todo lo fundamental para vivir“
No solo son demoliciones de casas o agresiones, les han cortado también los suministros de agua y de electricidad para llevarlos a los colonos que se instalan a las puertas de su casa. Todo, insisten, con la connivencia del Ejército israelí. "Por los colonos lo hacen todo. A nosotros, a los propietarios de estas tierras, nos quitan todo lo fundamental para vivir", añade Eid Suleman, otro vecino. Se enfrentan, dicen, a dos niveles de opresión: la del Ejército y la de los colonos armados. Les asfixian para que se vayan de aquí, pero resistirán, insisten, es su tierra.
3.000 desplazados forzosos en menos de dos años
La frialdad de las cifras casa con el aumento de violencia que perciben los palestinos en sus hogares. Los últimos de datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), dicen que más 3.000 palestinos han sido desplazados de forma forzosa de sus casas desde el 7 de octubre de 2023. Los ataques de los colonos, los cortes de suministro y las barreras de acceso figuran como principales causas.
Antes de viajar a Nueva York, a la Asamblea General de Naciones Unidas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sacó pecho del aumento de asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada.
"Seguirán por ese camino", señaló, pese a las advertencias de la comunidad internacional, alarmada por unos planes de anexión a los que incluso su gran aliado, Donald Trump, parece oponerse.