Lecornu retira la supresión de dos festivos en Francia y tiende la mano a la izquierda
- Tras la caída del Gobierno de Bayrou, el mandatario debe elaborar y negociar un nuevo presupuesto
- La patronal francesa amenaza con una "gran movilización" si aumentan los impuestos a las empresas
El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha anunciado este sábado la retirada de la polémica propuesta de su predecesor, François Bayrou, que contemplaba la supresión de dos festivos laborales a partir de 2026.
"Mi deseo es no perjudicar a quienes trabajan. Por eso, he decidido retirar la medida", ha afirmado en una entrevista concedida a la prensa regional. No obstante, ha advertido de que revertir la decisión exigirá encontrar nuevas fuentes de financiación para contener la deuda y garantizar la estabilidad presupuestaria.
Lecornu se enfrenta al reto de elaborar y negociar un nuevo presupuesto
Lecornu, que asumió el cargo hace apenas tres días tras la caída del Gobierno Bayrou en la Asamblea Nacional, se enfrenta a la tarea inmediata de elaborar y negociar un nuevo presupuesto. En este sentido, ha tendido la mano al Partido Socialista, a los comunistas y a los ecologistas, a quienes ha definido como una "izquierda republicana" con la que espera alcanzar consensos.
En cambio, ha descartado cualquier acuerdo con La Francia Insumisa, a la que ha acusado de "autoexcluirse del debate y preferir el desorden". Respecto a la ultraderechista Agrupación Nacional, encabezada por Marine Le Pen, rechazó pactos políticos, aunque ha reconocido que sería un error "negarse a debatir" con diputados elegidos por "un tercio del pueblo francés".
El nuevo jefe de Gobierno, considerado un aliado leal del presidente Emmanuel Macron, ha adelantado varias medidas de regeneración institucional, entre ellas la eliminación de privilegios vitalicios para exministros y una revisión exhaustiva del gasto público por parte de altos funcionarios. "No podemos pedir a los franceses que hagan un esfuerzo si quienes están a la cabeza del Estado no lo hacen", ha señalado.
También ha planteado un "gran acto de descentralización", presentando su primer gran proyecto al margen del presupuesto: la creación de una red sanitaria nacional que garantice asistencia médica a menos de 30 minutos de cualquier ciudadano, un gesto dirigido a las zonas rurales que sufren la falta de médicos. "Necesitamos definir qué esperamos del Estado, en un momento en que las expectativas serán cada vez mayores, sobre todo en materia de soberanía", ha subrayado.
Francia, entre la fragilidad política
Mientras, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, se ha referido de nuevo este sábado a la derrota de la moción de confianza del pasado 8 de septiembre que supuso el fin del Gobierno Bayrou. "No se trata de una fórmula retórica ni de una fórmula oratoria. El voto de confianza del 8 de septiembre es en sí mismo una victoria popular masiva. Habéis conseguido lo que era imposible conseguir en las Asambleas", ha resaltado.
"Hemos derrocado dos gobiernos sin disparar un tiro, mediante una estrategia organizada día tras día, combinando la acción popular autoorganizada", ha argumentado en un mensaje en X.
Por su parte, el dirigente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha instado a Lecornu a "asumir" la "ruptura" que supuso el cambio de gobierno. "O acepta esta ruptura, o el gobierno no sobrevivirá", ha advertido Bardella desde Burdeos.
El nuevo Ejecutivo asume el poder en un contexto de gran inestabilidad. Francia ha encadenado siete primeros ministros desde 2017, cuatro de ellos en los últimos dos años, lo que refleja una profunda fragilidad institucional.
Esa incertidumbre ya se traduce en las calles, con dos huelgas nacionales este mes, y en los mercados financieros, después de que la agencia Fitch rebajara la calificación de la deuda francesa, lo que encarece su acceso a la financiación.
La patronal francesa amenaza con una "movilización" si aumentan los impuestos
Asimismo, este sábado, el presidente del Medef, Patrick Martin, ha alertado de que impulsarán una "gran movilización patronal" si el Gobierno incrementa la presión fiscal sobre las empresas en los próximos presupuestos. En este sentido, Martin ha asegurado que las compañías francesas ya son "las más gravadas de la OCDE", criticando el impuesto Zucman a las grandes fortunas como "una forma de saqueo" que, según él, frenaría la inversión y pondría en riesgo a sectores como el tecnológico.
Por su parte, la secretaria general de la CGT, Sophie Binet, ha llamado a participar en las huelgas y manifestaciones previstas para el 18 de septiembre, reclamando más recursos para hospitales, escuelas y servicios públicos. También ha exigido la derogación de la reforma de las pensiones y ha advertido que los trabajadores "no aceptarán más sacrificios mientras aumentan la deuda y se multiplican los cierres de fábricas".