Enlaces accesibilidad

El Gobierno de Bayrou cae tras perder la confianza de los diputados y Francia se sume en una nueva crisis política

  • El primer ministro presentará su dimisión y la de su gabinete a Macron el miércoles
  • El Elíseo asegura que nombrará un sucesor en los próximos días
Cae el gobierno de Bayrou tras perder la votación de su moción de confianza

El Ejecutivo del primer ministro francés, François Bayrou, ha caído tras perder la cuestión de confianza a la que se sometía este lunes por voluntad propia. En una votación sin sorpresas, con 194 votos a favor y 364 en contra, el líder centrista no ha logrado los apoyos necesarios para seguir al frente del Ejecutivo y abandonará el cargo solo nueve meses después de llegar al Hôtel de Matignon, su residencia oficial. Francia, que ha tenido cuatro jefes de Gobierno desde 2022, se adentra en una nueva crisis política.

En su primera intervención ante los diputados, Bayrou, que solicitó la cuestión de confianza para buscar "claridad y estabilidad democrática", ha defendido su decisión como una "prueba de verdad", al tiempo que sostenía que "el mayor riesgo es seguir sin cambiar nada". Sin embargo, en su último alegato antes de las votaciones, el mandatario se ha negado a contestar a "comentarios ofensivos" y, como si de una despedida se tratara, ha afirmado que sus nueve meses en el cargo han sido "profundamente felices".

El mandatario convocó la votación tras presentar un ajuste fiscal de 44.000 millones de euros que incluía recortes en el gasto social y que buscaba hacer frente al "peligro del sobreendeudamiento". "Si no abordamos la deuda, ya no podremos tomar préstamo en absoluto", ha advertido el primer ministro al inicio de su discurso durante la sesión parlamentaria.

El anuncio, sin embargo, provocó el rechazo tanto de la oposición de izquierda como de la derecha, lo que ponía más trabas aún al Gobierno, que lidia con la dividida Asamblea que resultó de los últimos comicios, donde los socios de Macron no tienen mayoría.

El primer minisro francés pierde la moción de confianza: "Toda la responsabilidad de la crisis recae en Macron"

La "hemorragia silenciosa" de la deuda

Antes de la votación, Bayrou ha advertido en un discurso de unos 40 minutos de la "hemorragia silenciosa" que supone la deuda en Francia (alrededor del 114% del PIB), ya que el país acumula más de medio siglo de presupuestos en déficit al que ahora tendrá que hacer frente su sucesor. Según ha detallado, el coste de financiación de la deuda era de 20.000 millones de euros en 2020, saltó a 60.000 millones en 2024 y podría superar los 100.000 millones a finales de la década.

"Gastamos, pero nunca retrocedemos. Nos hemos acostumbrado a financiar con crédito incluso los gastos cotidianos, y eso es una adicción nacional", ha denunciado. Por ello, Bayrou ha vuelto a defender su plan de recortes como la única manera de "encarrilar al país" antes de que el colapso sea irreversible. "Si queremos salvar el barco en el que estamos, debemos actuar sin demora. No está fuera de nuestro alcance, solo requiere un esfuerzo moderado de cada uno si actuamos a tiempo", ha recalcado.

El mandatario ha rechazado lo que llamó "el pensamiento mágico" de quienes plantean que "los ricos deben pagar", en alusión de los grupos de izquierdas. Ha criticado que figuras como el magnate Bernard Arnault se conviertan en "muñecos de vudú a los que se les clavan agujas", cuando, según ha argumentado, el 1% más rico sostiene gran parte de la inversión privada en el sistema productivo francés.

"Ustedes pueden derrocar al Gobierno, pero no pueden borrar la realidad", ha sentenciado Bayrou. Tener un Gobierno es una cuestión de urgencia en Francia, ya que este viernes la agencia Fitch tiene previsto anunciar su nueva calificación de la deuda. En marzo, ya advirtió que la degradaría si no lograba aplicar un "plan creíble" que permitiera reducirla a medio plazo.

Sami Naïr: "Bayrou no ha hecho nada porque no tenía un proyecto"

En busca de un nuevo primer ministro

Bayrou, que se ha convertido en el primer jefe de Gobierno de la V República en caer en una cuestión de confianza, presentará el martes su dimisión y la de su gabinete a Macron y, entonces, será el presidente de la república el que nombre a su sucesor. También puede convocar elecciones, aunque el Elíseo ya ha adelantado su intención de nominar a un nuevo jefe de Gobierno en los próximos días.

La breve estancia de Bayrou en el Ejecutivo francés no lo es tanto en comparación con la de su predecesor, Michel Barnier, que estuvo en el poder apenas tres meses. Ambos fueron las apuestas del actual presidente de la república tras las últimas legislativas —adelantadas por Macron— que dibujaron una fragmentada Asamblea en la que hay tres bloques diferenciados que complican mucho la gobernabilidad.

Además, antes ya cayeron otros dos primeros ministros designados por Macron durante una complicada segunda legislatura. Primero fue Élisabeth Borne, que dimitió a finales de 2024; y le siguió Gabriel Attal, que duró ocho meses en el cargo. Este último ha propuesto que Macron designe un negociador "encargado de reunir a las fuerzas políticas" para "construir un acuerdo de interés general".

La oposición pide la dimisión de Macron

La salida de Barnier no ha sido una sorpresa. Los grupos de la oposición ya habían adelantado que votarían en contra y los socialistas ya han expresado su disposición para gobernar "si Macron lo pide". La gran incógnita es si esta vez Macron volverá a decantarse por una opción centrista, como ya hizo con sus últimos fichajes, o si, por el contrario, cederá a las presiones de los bloques que conforman el Parlamento.

De hecho, uno de los nombres que resuenan es el del primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, que ya ha dicho que aceptará ser primer ministro, pero de un Ejecutivo sólo de izquierdas dispuesto a negociar con el resto de fuerzas para sacar adelante cada ley.

La líder del ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, ha lamentado que Macron no vaya a presentar su dimisión y ha exigido la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas. "La verdadera reconstrucción sería la dimisión del presidente, pero es algo que depende de él y yo no espero de nada de él", ha sostenido.

La Francia Insumisa (LFI) se ha pronunciado en la misma línea. El primer partido de izquierdas en Francia y el tercero en escaños ha exigido la salida de Macron junto a la de Bayrou. "El presidente no quiere cambiar de política, así que habrá que cambiar de presidente", ha afirmado su líder en la Asamblea, Mathilde Panot.

El presidente, por ahora, ha rechazado este escenario y ha manifestado su intención de agotar la legislatura, que acaba en 2027. Todo ello pese a que el 64% de los franceses quieren su salida, según un sondeo reciente de Odoxa-Backnone. Aunque tras las legislativas Macron tardó cerca de dos meses en nombrar a Barnier, esta vez el Elíseo ha asegurado que nombrarán a un sucesor en los próximos días.