El Supremo de Brasil ordena la vigilancia permanente de Bolsonaro por "riesgo de fuga"
- Al encontrarse en prisión domiciliaria, la decisión supone reforzar la vigilancia policial frente a la casa del brasileño
- La Policía también ha pedido sumar agentes dentro del domicilio
El juez Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, ha ordenado este martes la "vigilancia permanente" del expresidente Jair Bolsonaro por "riesgo de fuga". Al encontrarse en prisión domiciliaria, la decisión del magistrado supone reforzar la vigilancia policial frente a la casa del brasileño.
La orden, informada por el propio tribunal, responde a una solicitud del diputado Lindbergh Farias y está fundamentada en textos hallados por la Policía Federal en un teléfono incautado al expresidente, entre los que figuraba un "borrador" de un pedido de asilo en Argentina.
Por su parte, la Policía ha sugerido este martes sumar agentes de seguridad dentro de la casa en la que el expresidente cumple el mandato de prisión domiciliaria al considerar que el refuerzo de la seguridad externa es insuficiente.
Uno de los argumentos expuestos por la Policía es que la tobillera electrónica que utiliza Bolsonaro, que le fue impuesta como medida cautelar, depende de la señal de las operadoras de telefonía celular y podría sufrir fallas o interferencias.
La defensa de Bolsonaro rechazó la semana pasada la posibilidad de una fuga de su cliente y aseguró que el pedido de asilo dirigido a Javier Milei "no puede ser considerado un indicio" de ello, pues data de febrero de 2024, cuando el expresidente aún no había sido imputado como responsable de un supuesto golpe de Estado.
Concretamente, Bolsonaro está acusado de intento de abolición violenta del Estado de derecho democrático, intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, daños agravados y deterioro de bienes protegidos. El juicio está programado para el próximo martes 2 de septiembre.
El mes pasado, el Supremo impuso al ultraderechista una serie de cautelares, como el uso de una tobillera electrónica ante el riesgo de fuga y la prohibición de usar redes sociales. Días más tarde, además, decretó su prisión domiciliaria tras comprobar el incumplimiento de algunas de esas restricciones.
Intentos para impedir el juicio
La investigación en la que fue incautado el teléfono del líder de la ultraderecha, donde se encontró el borrador de petición de asilo a Argentina, corresponde a una causa paralela al juicio penal por golpismo.
En este nuevo caso, la Justicia investiga al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, por sus gestiones en Estados Unidos. El objetivo de estas gestiones, según la investigación, sería intentar impedir el juicio penal por golpismo que enfrenta su padre.
El legislador, que está en Estados Unidos desde hace seis meses, se ha ufanado de haber usado sus estrechas relaciones con la ultraderecha y el entorno de Trump para que Brasil sea sancionado con aranceles del 50%.
La semana pasada, emplazada por el juez De Moraes, la defensa de Bolsonaro negó que la actividad del diputado Eduardo configure una "obstrucción a la justicia", como la ha calificado la Policía Federal.
El proceso más grave que enfrenta Bolsonaro se refiere a una acusación de la Fiscalía, que le considera como el principal responsable y "líder" de una conspiración golpista para impedir la toma de posesión del actual presidente, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de octubre de 2022.