Un exgeneral brasileño admite haber redactado un plan para asesinar al presidente Lula durante el Gobierno de Bolsonaro
- El complot golpista buscaba mantener en el poder al exmandatario, juzgado por intento de golpe de Estado
- La conspiración incluía secuestrar al actual vicepresidente y al juez instructor de las causas contra Bolsonaro
En una revelación inédita ante la Corte Suprema de Brasil, el general retirado Mário Fernandes confirmó el jueves haber redactado un documento en el que contemplaba el asesinato del actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dentro de un supuesto complot golpista para mantener en el poder al exmandatario Jair Bolsonaro.
El plan, denominado "Puñal Verde y Amarillo", fue presentado como una estrategia que incluía no solo eliminar a Lula, también secuestrar o matar al actual vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez Alexandre de Moraes, instructor de las causas contra Bolsonaro. Según la Fiscalía, el expresidente de extrema derecha habría liderado esta intentona para impedir la investidura de Lula tras las elecciones de 2022, las cuales perdió por un estrecho margen.
Fernandes, exasesor de Bolsonaro, reconoció ante la Corte que imprimió el documento, pero trató de minimizar su responsabilidad asegurando que se trató exclusivamente de "una idea personal" y un "estudio de la situación", y que rompió la copia física poco después. Sin embargo, la acusación sostuvo que Bolsonaro estuvo al tanto del plan y "siguió de cerca" su evolución y fecha prevista de ejecución.
Actualmente, Bolsonaro enfrenta un juicio en el Supremo junto a una treintena de antiguos colaboradores, todos ellos con cargos de tentativa de golpe de Estado. De ser declarado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
La Corte Suprema descarta por ahora el arresto de Bolsonaro
La Corte Suprema de Brasil ha decidido no ordenar la detención del expresidente Jair Bolsonaro por el momento, a pesar de un incumplimiento de las medidas judiciales que le restringen el uso de redes sociales y otras actividades públicas.
El juez Alexandre de Moraes, responsable del caso, ha mantenido vigentes las órdenes cautelares contra el exmandatario, entre ellas el uso obligatorio de un brazalete electrónico y la prohibición de utilizar sus redes para difundir mensajes políticos. Sin embargo, ha aclarado que Bolsonaro no tiene vetado dar entrevistas.
La decisión de Moraes llega después de que Bolsonaro, a través de su hijo Eduardo —quien se encuentra en Estados Unidos buscando apoyo político—, violara las restricciones al publicar mensajes que beneficiaban la imagen del expresidente.
Bolsonaro, quien siempre ha negado cualquier delito, calificó la prohibición sobre sus redes sociales como un acto de "cobardía" y afirmó que seguirá comunicándose con la prensa para que su voz sea escuchada.