Bruttin, director de Reporteros Sin Fronteras: "El periodismo está en peligro y la libertad de prensa retrocede en el mundo"
- RTVE entrevista al director de Reporteros Sin Fronteras, Thibaut Bruttin, que alerta de los retos del periodismo en el mundo
- Asegura que la libertad de prensa está "en retroceso" y advierte del peligro que la crisis económica tiene en el sector
Thibaut Bruttin asumió el cargo de director general de Reporteros Sin Fronteras (RSF) hace un año, en julio de 2024. En este tiempo ha visitado unos 40 países para conocer sobre el terreno la situación del periodismo y las amenazas a las que se enfrenta la libertad de información, que él distingue de la libertad de expresión. "Libertad de expresión es que los periodistas puedan dar su opinión, algo que no les toca hacer. La libertad de expresión es un argumento -sigue Bruttin- que usa mucho Donald Trump, y lo ha convertido en un instrumento de su diplomacia, cuando nunca en los Estados Unidos ha habido libertad de expresión sin límites. ¿Y cuál es el efecto de los países donde se da rienda suelta a esa libertad? Que se impone la ley del más fuerte y es un ataque deliberado y masivo contra el periodismo", sostiene.
El máximo representante de Reporteros Sin Fronteras ha estado esta semana en la redacción de RTVE en Madrid y con él hemos conversado. Por su experiencia y por el informe que elabora todos los años RSF, el diagnóstico es claro y desalentador: "La libertad de prensa en el mundo está en retroceso en la mayor parte de los países. Debido a varios factores, pero específicamente a uno, la crisis económica a la que se enfrentan los medios. El indicador económico de los medios nunca ha sido tan bajo. Por eso -prosigue Bruttin- este año hemos encendido la alarma, porque, por desgracia, no forma parte del debate público". Alarma porque la crisis económica afecta directamente a la libertad de información.
Y, por supuesto, también la afecta lo más obvio y trágico: la cantidad de lugares en el mundo donde ejercer el periodismo es arriesgar la vida.
Los periodistas, un objetivo a matar y a difamar en Gaza
Gaza es en estos momentos uno de los lugares más mortíferos para los periodistas. Además, la prohibición del Gobierno de Israel a que los medios internacionales accedan a la Franja hacen especialmente difícil informar sobre esa guerra.
Según los datos de Reporteros Sin Fronteras, desde el inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza como respuesta a la matanza de Hamas el 7 de octubre de 2023 "han sido asesinados" alrededor de 200 periodistas, de ellos 43 fueron objetivo deliberado mientras ejercían su profesión. "A ello se le suma la difamación, algo que no había visto en los diez años que llevo de activismo por la libertad de información. Una vez muertos, las fuerzas armadas israelíes dicen que se trataba de terroristas", destaca Thibaut Bruttin.
Convencidos de que la profesión "incluye la fraternidad" entre periodistas, RSF ha lanzado una campaña en la que buscan uno o dos medios por país para que se hagan eco de la situación de los colegas en Gaza, para que ejerzan una presión sobre el Gobierno de Israel. Bruttin pone como ejemplo el apoyo que RSF dio a dos periodistas en la Flotilla de la libertad que intentó romper el bloqueo de ayuda a Gaza.
El peligro de que maten al periodista o al medio de información
La amenaza más obvia es la física en aquellos países donde te juegas la vida haciendo periodismo. Según el cómputo de RSF, en este 2025 han muerto asesinados 18 periodistas, y hay 54 secuestrados, 574 detenidos y 99 desaparecidos. Esos son los ataques físicos y evidentes a la libertad, al derecho, a la información, pero hay formas más sutiles y que van en aumento: la financiación y la deslegitimación.
En estas formas sibilinas de coacción, el ejemplo más diáfano y global es el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. A los medios públicos o con financiación pública (NPR, PBS, Voice of América) los amenaza con retirarles la financiación que reciben del Gobierno federal, poniendo así en peligro su supervivencia. El mismo efecto tiene en otros lugares del mundo donde el programa de ayuda internacional de los Estados Unidos subvencionaba el periodismo independiente de la censura local.
Pero más dañino que la descapitalización económica, según Bruttin, es la deslegitimación del periodismo. "La estrategia más negativa y que mayor incidencia tiene en la opinión pública es definir a los medios de información como 'enemigos del pueblo'. Porque es muy simple y es muy difícil desmontarlo. De hecho, hay que plantearlo a la inversa. ¿Por qué Trump está hablando continuamente de la prensa? Porque es el enemigo del periodismo. A él lo han elegido, no a pesar de los medios, como le gusta decir a él, sino porque se mete con los medios. Es una estrategia deliberada de atacar la legitimidad del periodismo". El éxito de esa estrategia es que, según Bruttin, en este momento la opinión triunfa sobre los hechos.
A escala global, el "método Trump" lo podemos identificar, explica Bruttin, por "la instrumentalización de la financiación, planteándolo como una cuestión de gestión económica. Así, por ejemplo, dirán que hay que reformar los medios audiovisuales públicos porque están mal gestionados, porque se gasta arbitrariamente. Todo ello -comenta Bruttin- es peligroso porque a menudo detrás hay una voluntad de acallar voces que no gustan".
"Si un medio ya no está en condiciones de financiar el periodismo, ¿qué ocurre? Que son presa de la polarización, del click bait [publicar información llamativa, sensacionalista, para provocar visitas a la web], se empobrece la calidad del periodismo. Y puede caer en manos de fuerzas políticas o económicas ideologizadas", señala. Y tiene también un efecto pernicioso a título individual, "hay periodistas que para llegar a final de mes se pasan al lado de la comunicación corporativa o a la política. La corrupción periodística es una realidad, es una amenaza a la libertad de prensa. Es la precarización del oficio de periodista".
La desinformación, tarea pendiente
La lucha contra la desinformación es una guerra que, según Bruttin, no hemos empezado en serio. "Hay que ponerse a la ofensiva, las democracias no se salvarán por sí solas, la verdad no se impone a la mentira por sí sola", advierte. De hecho, ocurre lo contrario: en el actual ecosistema digital, la mentira se difunde más y más rápidamente que la verificación, la verdad. Haría falta, propone Bruttin, un algoritmo que premiara el buen periodismo y no lo contrario como ahora. "Del mismo modo que existen reglas nacionales, mecanismo de autorregulación, haría falta un sistema donde se dé una ventaja comparativa al periodismo bien hecho, porque en estos momentos compite con todo tipo de contenidos, políticos y comerciales. No se trata de cancelarlos, sino de que el periodismo tenga un valor añadido".
En el caso de Europa deberíamos tener una consciencia del espacio informativo europeo y algún tipo de proteccionismo de la información, señala el director general de Reporteros Sin Fronteras. "No deberíamos tolerar actores que no se someten a las mismas reglas que los actores (los medios) nacionales de la UE". El director de RSF pone como ejemplo Russia Today (RT), la televisión multilingüe financiada por el Gobierno ruso, y señala también a las plataformas digitales que "contaminan el espacio informativo y son cómplices de la desinformación". Pero no basta con ir contra la desinformación, hay que promover el periodismo de calidad, y para ello hace falta un empuje democrático por parte de nuestra clase política". Y, de nuevo, además de la voluntad la capacidad económica por parte de las empresas periodísticas.
Rusia y la guerra de Ucrania
En esa línea, Reporteros Sin Fronteras no considera el veto a Russia Today, Sputnik y otros medios financiados por el Kremlin como censura, sino como protección, regulación, de ese espacio europeo informativo. Thibaut Bruttain rechaza de plano toda equiparación al tipo de censura que se ejerce en Rusia y en Ucrania en estos momentos.
"En Rusia desde el inicio de la guerra lo que se hizo fue transformar el paisaje mediático mandando todo el periodismo independiente al exilio, en RSF calculamos que esos medio fuera de Rusia pueden alcanzar alrededor de un 6-9% de población rusa". En Ucrania -argumenta- hay censura militar y algunas restricciones, pero se mantiene en general el periodismo independiente, el periodismo fiel a los principios de veracidad y de contrastar datos. "No acepto un vínculo entre la política mediática de Vladímir Putin y Volodimir Zelenski"
Las dos realidades en la Unión Europea
En Europa nos encontramos con dos realidades, una en Europa central, donde han surgido los "mini Trumps", que persiguen el objetivo de deslegitimar al periodismo, "son fuerzas sobre todo de extrema derecha, pero no sólo". Para el dirigente de RSF, la libertad de información está amenazada en Europa, y con ella la democracia.
Hay otra Europa y es la que ha redactado "una ley pionera, el Reglamento Europeo sobre la libertad de los medios de comunicación (EMFA) que entrará en vigor el 8 de agosto, y creo que a una mayoría de Estados miembros no estarán conformes, entre ellos puede que España, porque hay muchas medidas contra la concentración de medios para asegurar la financiación de los medios públicos".
"Si todos los periodistas fueran libres para ejercer el periodismo, pero no tuvieran los medios económicos, las condiciones legales y la confianza del público, el periodismo no existiría", resume Thibaut Bruttin.
Con las gafas de Anna Bosch