Una campaña recoge firmas en favor de un lenguaje que no condene la edad en la cosmética
- El lenguaje de la cosmética convierte la edad en un enemigo, según la organización Fundación Grandes Amigos
- La organización reivindica el envejecimiento como una etapa natural en la vida de una persona
"He estado pensando que a la industria de la cosmética hay que felicitarla, ha logrado erradicar el sufrimiento de conejos, cobayas y ratones, ahora podemos combatir el envejecimiento sin crueldad". Con esta reflexión arranca una campaña protagonizada por la actriz Ana Torrent, impulsada por la Fundación Grandes Amigos, que busca acabar con la retórica de la cosmética frente a la madurez.
La asociación promueve una cosmética libre de términos vinculados a la edad, un proyecto que se desarrolla con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
A través de la ironía, señala que las palabras asociadas a los productos de belleza están centradas en esconder el paso del tiempo, como si avanzar en etapas fuera una vergüenza.
La actriz ha subrayado que cada uno es libre de pensar o sentir como quiera, pero la campaña versa sobre el respeto a hacerse mayor: "No se puede estar diciendo antiedad, antienvejecimiento porque eso es imposible".
Ana Torrent (2i), acompañada por (de izda. a dcha) Loles Díaz Aledo, Ana Torrent (2i), Susi Sánchez, Elena del Barrio, Jorge Martínez y María Martínez durante la presentación de la campaña 'Libre edadismo' Borja Sanchez-Trillo/EFE
"Elimina, corrige, frena el paso del tiempo"
El edadismo, definido como el conjunto de estereotipos y prejuicios existentes en relación con la edad, afecta a la autoestima, a la salud mental y a la dignidad de las personas y contribuye a la invisibilización de las personas mayores. Las descarta y las excluye de la sociedad, según esta asociación. Una idea compartida por el Ministerio de Sanidad, que en 2023 ya dedicó una campaña a combatir este fenómeno.
La búsqueda de la belleza, basada en el atesoramiento de la juventud, lleva al uso de productos que prometen eliminar las arrugas, las ojeras, las bolsas, la flacidez y recuperar el brillo y la vitalidad de la piel. En definitiva, los cosméticos persiguen revertir los efectos visibles del envejecimiento o, como señalan en la campaña, "eliminar, corregir y frenar el paso del tiempo".
En la plataforma, reclaman un cambio de normativa en el uso del lenguaje a través de una petición en la página web libres de edadismo.org. En ella, sus autores declaran que se necesita "una regulación clara del lenguaje edadista en cosmética".
La discriminación por esta causa no es una impresión, ya que, según la OMS, una de cada tres personas mayores se ha sentido discriminada por la edad.
Discriminación por edad
Pero la exclusión asociada a la edad va mucho más allá de cánones de belleza ideal, por ello desde el Ministerio de Sanidad denuncian que ahora, esta discriminación puede ser incluso más generalizada que el sexismo y el racismo y que tiene graves consecuencias.
Un ejemplo de ello es el aumento del estrés cardiovascular, que puede acortar la vida una media de 7,5 años.
Asimismo, el edadismo limita el acceso al mercado laboral de personas de edad avanzada. Y a esta circunstancia hay que sumarle otros desafíos a los que se enfrentan, como la brecha digital y la falta de adaptación del hogar a las necesidades de cada etapa vital.
Por ello, desde Sanidad recuerdan que el envejecimiento es una fase más de la vida y que los cambios debidos a la misma deben ser objeto de respeto.
Asimismo, recomiendan la participación informada de las personas mayores en la toma de decisiones, especialmente en aquellas en las que están implicadas.
